“La trata existe porque hay una institución que es la prostitución”
Según el último informe de Eurostat entre los años 2008 y 2010, en los países de la Unión Europea, se contabilizaron 23.600 víctimas de trata, de las que el 68% eran mujeres y el 62% han sido explotadas con fines sexuales. Lo más sorprendente es que la mayoría de las víctimas, el 61%, son originarias de Europa, principalmente de Bulgaria y Rumanía. Cuando este informe salió a la luz la Comisión Europea consideró alarmantes estos datos y reprochaba a los países miembros no haber aplicado aún las normas comunitarias para combatir ese delito. De hecho, sólo 6 de los 27 las han aplicado y España no está entre ellos. En nuestro país los datos entre 2009 y 2010 de casos de trata se multiplican por cuatro, llegando a los 1.605 casos.
Estos datos colocan a España como segundo con más problemas, después de Italia. La vocal de Derechos Humanos y Género de la Junta Directiva de Médicos del Mundo, Beatriz Sagrado, considera que estas cifras “no son reales” porque “marcan como que en España no hay víctimas, siendo uno de los primeros países con víctimas y en consumo de prostitución”. En turismo sexual España a nivel del mundo está en el tercer o cuarto puesto, muchísima gente española se va fuera a consumir prostitución. Asimismo, asegura que en turismo sexual, a nivel mundial, España está en el tercer o cuarto puesto, “muchísima gente española se va fuera a consumir prostitución”.
Desde Médicos del Mundo ¿Qué labor hacéis con las víctimas de trata?
Nuestros programas son de acercamiento a personas que están en situación de prostitución, mayoritariamente mujeres. Nuestra labor es detectar, que a veces se confunde con identificar, que es un proceso más técnico. En el momento que detectamos que una mujer puede ser posible víctima de trata ponemos un dispositivo a funcionar con otras organizaciones, ponemos en marcha la derivación y el seguimiento posterior. Asimismo, estas organizaciones especializadas también trabajan conjuntamente con la policía, porque estamos hablando de un delito.
Pero, sobre todo, trabajamos la denuncia social de este tema. Formamos parte de una plataforma europea contra la trata, en la cual hacemos un seguimiento también al propio estado español, en cómo está respondiendo ante este tema, que deja bastante que desear.
¿Y cuáles son las pautas o las señales para detectar a una víctima?
Es muy complicado porque estamos hablando un delito y muchas de ellas a veces ni lo consideran un delito, porque viven prácticamente esclavizadas. O sea, todo el sistema prostitucional es esclavista, tienen miedo y muchas veces no pueden hablar con libertad. Pero sí que hay unos indicios, nosotros tenemos unas pautas con las que vemos que una persona pueda ser posible víctima. Puede haber casos que efectivamente la propia persona se acerca y pide auxilio, pero es raro. Es difícil por la propia situación tan delicada en la que viven.
¿Tras detectar a una víctima que proceso seguís?
Nos encargamos del primer acompañamiento. Cuando tenemos indicios de que efectivamente puede ser una posible víctima de trata, hacemos una derivación a las organizaciones especializadas y si vemos un caso que es muy urgente sí que podemos trabajar con la policía, siempre respetando la intimidad de la persona y sus datos, eso vaya por delante. Luego hacemos un seguimiento a priori, porque en el momento que se hacen las investigaciones estas mujeres van a casas de acogida que tienen estas asociaciones especializadas. Y si en algún momento puntual hay que hacer alguna intervención de apoyo psicológico, sí que podemos actuar.
Parece que este es un tema que en la sociedad está muy poco visibilizado.
Como organización tenemos un posicionamiento político en el tema de prostitución, somos abolicionistas. ¿Qué quiere decir esto? Que consideramos que toda explotación sexual es una violencia hacia las mujeres. Y no hacemos una separación en lo que es el sistema prostitucional y la trata, porque efectivamente la trata existe porque previamente hay una institución que es la prostitución, sino no se trataría con personas para abastecer el mercado prostitucional. Mucha gente no tiene un posicionamiento político, piensan que muchas mujeres están ahí porque les gusta y porque tienen ganas. Siempre se les ha tildado de “mujeres de vida alegre”, esas cosas que durante años y años se vienen repitiendo. Y nuestra labor justamente es concienciar de que sí que alguna mujer ejerce libremente el ejercicio de la prostitución, pero libremente es entre comillas, porque tienen deudas tremendas por la manera en la que han llegado al país o siempre hay alguien detrás que se beneficia.
Entonces, ahí está nuestra labor de lobby político y de concienciar a la ciudadanía, de en donde hay que poner el acento, porque hablamos de mujeres prostituidas víctimas de trata, pero el tema es quien consume, ya que hay una figura que aparece más en la oscuridad y es el consumidor de prostitución, el mal llamado cliente. Por lo que si no hubiera una demanda, no habría prostitución. De hecho, ahora en Europa estamos caminando hacia ello, disminuir la demanda. Hacer acciones de sensibilización porque los cuerpos no hay que comprarlos, la sexualidad es libre.
Muchas de las que denuncian a las mafias viven toda la vida con miedo ¿Creéis que las condenas a los responsables de estas redes son suficientes?
No soy jurista, pero yo pienso que efectivamente se deberían aplicar condenas más largas. Pero en realidad es el sistema el que no funciona, porque si la mujer no denuncia, muchas veces la policía no puede hacer determinadas actuaciones, pero también hay que ver porque no denuncian. Tienen miedo, porque tienen sus familias en sus países de origen amenazadas o tienen a sus hijos como rehenes. Entonces no están fácil que una mujer que diga: “yo es que voy a denunciar”. Sobre todo es fundamental la protección a la víctima, que no esté condicionada a la hora de denunciar. Por ejemplo en el tema sanitario, una víctima solamente va a tener asistencia sanitaria siempre y cuando denuncie, y esto solo en el periodo de reflexión. ¿Y luego qé pasa? ¿Esta persona no necesita más atención psicológica, ni sanitaria? Es un tema muy complejo y España no está dando todos los pasos adecuados, en absoluto. Seguimos sin un plan contra la trata, hace dos años que venció y no hemos tenido aún el nuevo.