“La violencia de ETA ha envenenado a toda la sociedad vasca”
“Estamos envenenados [la sociedad vasca] de ese fatídico veneno que supone haber vivido junto a la violencia durante 40 años”. Así lo cree el periodista Iñaki Gabilondo, quien ha participado en el acto organizado por la Fundación Fernando Buesa Blanco en el Museo Artium de Vitoria en memoria de Fernando Buesa y de Jorge Díez, asesinados por ETA el 22 de febrero de 2000 con un coche bomba que explosionó al paso de ambos, cerca del domicilio del dirigente socialista vasco.
Para Gabilondo, “la convivencia todavía está muy lejos”. “La sociedad vasca tiene que salir del armario y movilizarse con la conciencia de que tiene una enfermedad que nunca ha reconocido”. Construir un futuro en común no solo depende de los políticos y de las víctimas del terorismo, sino que “es un trabajo del conjunto de la sociedad vasca. Ahora ha aprendido a coexistir, pero no ha convivir. Mientras no exista un reconocimiento total de la inmoralidad y de la vileza de los asesinatos de ETA Euskadi será un conjunto de subpueblos que viven unos de espaldas a los otros”.
“Se están haciendo muchas cosas desde las instituciones, pero en la sociedad se ha extendido a mucha velocidad el discurso de que esto ha terminado”, sin haber reconocido que “queda pendiente una depuración colectiva del proceso”, ha lamentado.
Por su parte, la vicepresidenta de la Fundación Fernando Buesa Blanco, Sara Buesa, hija del dirigente socialista asesinado por ETA hace 16 años junto a su escolta, Jorge Díez, ha lamentado que “todavía hoy se aprecian actitudes que legitiman sutilmente el terrorismo”. Aunque ya hace más de cuatro años que ETA anunció el cese de su actividad terrorista, la situación actual parece seguir siendo de “impasse”, según Buesa. “Aún no se han abordado importantes cuestiones relacionadas con la construcción de la convivencia en Euskadi”.
Ha recordado que su padre “fue asesinado para imponer un proyecto político totalitario y excluyente” y ha dicho que pese a ello, no guarda odio a quienes lo asesinaron ni tiene inconveniente alguno en que cumplan sus penas cerca de sus casas. “Creo en la resinserción, en las personas, en los procesos de cambio y evolución y en las segundas oportunidades” pero “cualquier planteamiento que se haga en relación a personas que han cometido crímenes debe ir acompañado de un mensaje claro, contundente y explícito de rechazo de dichos crímenes”.
También ha exigido a las instituciones “un tratamiento específico” del terrorismo de ETA porque “el significado político” de esta violencia y de sus víctimas “no debe olvidarse”.
