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Hablemos de VOS

Una escena de la película rumana 'Madre e hijo' / Foto: Cos Aelenei.

Garikoitz Montañés

Pamplona —

'Solo los amantes sobreviven' y 'El hijo del otro'. ¿Qué tienen en común estas películas actuales? Que ambas pueden verse en la actualidad en Versión Original Subtitulada (VOS) al castellano en Pamplona. La capital navarra únicamente cuenta con unos cines comerciales (Golem Yamaguchi) ofreciendo esta opción a los espectadores, pero nunca se había llegado a tal variedad. ¿Han cambiado los hábitos de los espectadores? ¿Tanta serie de televisión descargada de Internet, sin esperar al estreno en España, ha logrado lo que parecía imposible? ¿La fiebre por aprender idiomas ha relegado el doblaje? Pues no, no y no. Como explica uno de los socios de Golem, Josetxo Moreno, la única razón para este crecimiento de la VO es que, por fin, la digitalización de las películas la ha convertido en una opción asequible. Y punto.

Hace 32 años, cuando arrancó un proyecto como Golem, que una película en VO llegara a una capital de provincias como Pamplona era casi un sueño. Sólo ciudades como Madrid o Barcelona podían permitirse tal dispendio, ya que reservar una copia así podía costar el doble que una doblada. Y, además, solo las películas independientes, aquellas que no podían invertir en el doblaje, mantenían su lenguaje original. De ahí aquello de ligar la VO a las películas alternativas.

En la práctica del doblaje perviven aún muchos mitos. Por ejemplo, que se impuso con el Franquismo. No es del todo cierto. Ya en 1920 aparecieron en Barcelona las dobles versiones de películas y, en 1933, el estudio de doblaje Trilla-La Riva. De lo que sí puede culparse al Régimen, en cualquier caso, es cómo recurrió al doblaje para censurar contenidos, para promocionar el castellano y evitar otras fonéticas. Pero eso, por su dimensión, es un capítulo aparte.

Lo cierto es que en países como España, Italia o Alemania (resulta fácil encontrar el pasado político común), el doblaje se ha asentado (en el caso estatal, también por la calidad de ciertos actores de doblaje) y y no hay visos de hartazgo. Especialmente si, como apunta Moreno, no se apuesta por un cambio educativo: “A menudo se habla de fomentar la VO como algo propio de países bilingües. Y no es así. Hay otros idiomas aparte del inglés”. Apostar por la versión original es hacerlo por la diversidad cultural, por la interpretación de los actores, por un ambiente. Y ojo, tiene sus pros y sus contras, porque por ejemplo los subtítulos tampoco son la panacea: mucho de lo dicho se pierde en la traducción.

¿Y el cine comercial?

Sea como fuere, Pamplona, en lo que va de año, ha visto cómo su oferta en VO aumentaba.Y no sólo en el terreno de los festivales cinematográficos. En la actualidad, según precisan desde el Gobierno Foral, la capital navarra acoge dos eventos en VO: el festival de cine documental Punto de Vista (en febrero) y el de Pamplona (en octubre), además de las proyecciones que acoge la Filmoteca de Navarra. Pero cada día, en Yamaguchi, pueden escucharse otros idiomas. Golem empezó ofreciendo una película, y una de sus tres sesiones diarias, en Versión Original, y ahora ha diversificado la oferta. La semana pasada proyectó hasta cuatro filmes con este modelo; en esta, se mantienen dos.

Pero, por el momento, no se plantean opciones como la de los cine Sade de San Sebastián, que incluso ofrece los grandes estrenos en VO. “No está previsto, nos centramos en el cine de autor. Hay películas que se prestan más a esta posibilidad”, apunta. Al menos ahora los espectadores pamploneses tienen dónde elegir, aunque el doblaje continúe como la opción mayoritaria. Moreno calcula que una misma copia, doblada, recauda más del doble que una en su idioma original.

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