¿Qué ocurrió en Caja Navarra?
La comisión de investigación sobre Caja Navarra arranca este jueves en el Parlamento foral con esta pregunta sobre la mesa: ¿qué ocurrió en la CAN? Cómo se responda a ella ya es otra cuestión. Si eso incluirá hablar de las dietas que cobraron los representantes políticos, del crecimiento desmedido de sucursales, de por ejemplo el crédito blanco que se concedió a un dirigente de Caja Burgos o de la salida a Bolsa de Banca Cívica. Para estas cuestiones, esta primera sesión se presupone clave porque conllevará la elección de un presidente o presidenta, que regulará qué documentos pueden solicitarse y qué cargos comparecerán en un foro que arranca a apenas dos meses de la disolución de la Cámara antes de las elecciones forales. Un clima que no ayuda, precisamente, a desarrollar una investigación sosegada.
UPN se ha quedado solo al oponerse a este foro, por considerar que las conclusiones ya están decididas y que el asunto está en manos de la Justicia. No obstante, la semana pasada advirtieron de que los informes de los peritos y del Banco de España demostrarán, según defendieron, que en este caso no hubo nada raro. Este ha sido precisamente el mismo argumento de uno de los señalados por la investigación, el exdirector de la entidad Enrique Goñi, quien en una carta publicada en Diario de Navarra este miércoles ha defendido su gestión al frente de Caja Navarra y cómo esta había servido para relanzar la entidad.
La pregunta en la que, a priori, coincide la oposición es cómo es posible que una entidad que en 2009 tenía un valor patrimonial de 1.250 millones los rebajara a 280 apenas tres años después. Pero, pese a coincidir en la incógnita clave, los dos grupos vitales para haber sacado adelante este foro (después de tres intentos fallidos) no se ponen de acuerdo en lo accesorio: Bildu ha acusado al PSN de poner cortapisas a la investigación, mientras que los socialistas creen que la izquierda abertzale lamenta que finalmente la formación socialista haya apoyado este foro. En cualquier caso, los partidos ya han confirmado que la comisión contará con sus principales portavoces políticos.
Este clima de tensión ha afectado ya, de entrada, a la elección del presidente o presidenta de la comisión. Fuentes del grupo parlamentario de Bildu confirman que habrá candidato o candidata por su parte, pero temen que haya un acuerdo entre UPN y PSN (María Chivite ya ha dicho que el grupo socialista no está interesado en encabezar el foro) para elegir la Presidencia, como ya ha ocurrido por ejemplo en la Comisión de Políticas Sociales, una Presidencia que ostentaba la parlamentaria Aitziber Sarasola (de Bildu) hasta su fallecimiento y que ahora ocupa Gregorio Galilea (PSN).
Algunas formaciones ven, por tanto, con suspicacia, que algunas de las formaciones con cargos que cobraron dietas (la Justicia, en cualquier caso, archivó esta causa al considerar el Supremo que el cobro de dietas era legal) ahora fueran el referente, al menos sobre la mesa, de esta investigación. Los grupos entienden que la elección de la Presidencia (que, por volumen de trabajo, en principio podría corresponder a alguno de los grupos más amplios) es vital para permitir las solicitudes de documentación y las comparecencias necesarias, y en definitiva para agilizar una comisión que, desde algunos grupos parlamentarios consultados, esperan que empiece a tener actividad ya desde la próxima semana.
Evitar otra comisión como la de Hacienda
Esta sensación de que no hay tiempo que perder es otro de los argumentos que ha utilizado UPN para restar credibilidad al foro, que se activa en la recta final de la legislatura entre acusaciones de electoralismo. Además, existe el temor a que, como ocurrió con la comisión de investigación sobre las presuntas injerencias de la consejera Lourdes Goicoechea en la Hacienda navarra (la exdirectoria Idoia Nieves la acusó de realizar intromisiones de forma continua), esta se solventara prácticamente por la vía rápida, y sin llegar a conclusiones claras.
De ahí que Bildu haya insistido en la necesidad de que esta comisión siga adelante durante la próxima legislatura. Chivite, en este sentido, se ha mostrado de acuerdo. Sin embargo, frente a compromisos futuros, los grupos de la oposición también quieren atar lo que, por fin, ya es una realidad: cómo va a funcionar la comisión sobre la CAN. Algo que se presenta complicado, cuando ni siquiera las formaciones se ponen de acuerdo en si la entidad financiera existe. La oposición habla de desaparición, y UPN de “transformación”, porque ahí sigue la fundación Caja Navarra. Sin embargo, precisamente el papel que esta entidad ha desarrollado para colaborar en el esclarecimiento de este caso también se ha puesto en duda. Muchas incógnitas, por tanto, y pocas certezas en torno al foro que está llamado a resolverlas. Sea como fuere, la comisión afronta por fin su día 1.