“Esperamos que haya giras musicales que lleguen al mercado de Santo Domingo”
Pamplona mantiene su imagen de ciudad tranquila, cómoda, algo tradicional. Y, sin embargo, desde los comerciantes del mercado de Santo Domingo, cuyos orígenes en torno a 1565 lo convierten en el más antiguo de la capital navarra, aseguran que cada vez los ciudadanos van más a la carrera. Al salir del trabajo, se quiere aparcar fácil, hacer toda la compra y, de paso, disfrutar de algún momento de ocio. ¿Tiene cabida en ese ajetreo unos comercios (31 puestos ocupados, todos los disponibles en el recinto) situados en pleno Casco Viejo, que apuestan por los productos de cercanía y la calidad? Susana Frommknecht tiene claro que sí. Tras cuatro años en la gerencia del mercado, esta responsable repasa los grandes retos que afronta el recinto, desde mejora de imagen a, en el futuro, la compra por Internet, pasando por su gran proyecto actual: la creación del café-teatro.
La página web del mercado ya incluye en su historia la creación del café-teatro. ¿Es esta una forma de destacar el hito que supone este proyecto?página web
Sí. Ha sido un proyecto importante por el esfuerzo que ha supuesto ponerlo en marcha y la envergadura que supone para el mercado. Hubo varias tentativas de hacer un negocio relacionado con la hostelería dentro de este recinto, siguiendo la línea de otros mercados como los de Madrid o Barcelona, pero nunca se había concretado nada. Pero, hace cuatro años, un grupo empresarial nos hizo una propuesta en esta línea, así que al final convocamos un concurso para acabar adjudicando el negocio a la empresa que ahora lleva el proyecto.
Esa empresa está vinculada a Last Tour International, con gran experiencia en organización de conciertos. ¿Podemos esperar muchas citas musicales en el mercado?
Last Tour es uno de los socios de la empresa, muy potente en la organización de conciertos, así que sí, claro, hay una sala de conciertos y esperamos que haya giras musicales que aterricen en Pamplona. Hablamos de un espacio para unas 1.200 personas que, para el tamaño de la ciudad, es suficiente. No será algo de todos los fines de semana, pero habrá monólogos, obras de teatro, actuaciones musicales…
Y también acogerá un restaurante.
Sí, cuidando mucho la oferta culinaria pero a unos precios a los que pueda acceder todo el mundo.
La posibilidad de crear una terraza en la plaza de los Burgos brinda también la oportunidad de recuperar un espacio muy céntrico pero que está desaprovechado, sobre todo porque siempre ha generado dudas su seguridad.
Hablamos de un lugar totalmente céntrico pero que, en cuestiones de uso, está totalmente abandonado. La idea es darle vida y utilizar la plaza para tener una terraza y hacer eventos. Pero eso será una segunda fase.
¿Después del verano habrá novedades sobre el café?
Esperamos que sí.
El entorno del mercado, con calles como la Mañueta, es una de las pocas zonas del Casco sin actividad hostelera. ¿Ahora se va a convertir en una zona de ocio nocturno?una zona de ocio nocturno
Sí. No está enfocado a ello, pero sí que será zona de cenas o de copas pero hasta las dos de la mañana. Además, cuidaremos mucho cuestiones como el aislamiento acústico, para evitar problemas de ruido, o la seguridad. Este proyecto no incidirá de forma negativa en la calidad de vida de los vecinos.
El café-teatro es uno de los principales proyectos que afronta el mercado, pero no será el único.
Ahora este café-teatro es el proyecto que más ha trascendido, pero tenemos otros retos. Por ejemplo, seguir con nuestro sistema de reparto a domicilio [se puso en marcha en mayo y en junio empezó a pleno rendimiento], para que un cliente pueda venir, dar un paseo por el Casco Antiguo, hacer la compra y que se la llevemos a casa, o bien llamar por teléfono a los puestos y comprar.
Lo siguiente será hacerlo por Internet.
Sí. No será algo inmediato, pero sí algo previsto a medio plazo. Tenemos que prepararnos internamente para gestionar esa página web.
Cada vez hay que ponerle más fácil la compra al cliente, entonces.
Todos llevamos una vida muy ajetreada, y el poco tiempo que tenemos lo queremos usar para el ocio. Por eso queremos que la gente venga a comprar pero también a divertirse al mercado. Hacemos festejos de todo tipo: la Oktoberfest, una fiesta mexicana, otra en Navidad… Casi siempre una vez al mes.
¿Buscan atraer a un público más joven?
Buscamos a todo tipo de público. Tenemos una clientela muy fiel, que es la gente del barrio, sobre todo personas mayores con más disponibilidad de horarios, pero buscamos a gente de otras zonas, a un público más familiar, de diferentes edades…
¿Y pueden competir, desde la zona centro, con los centros comerciales?
Bueno… Nosotros vendemos producto fresco en el que somos muy competitivos, también en precios, y tenemos un supermercado que complementa esa oferta.
¿Hacia dónde puede evolucionar el mercado?
Creo que hemos evolucionado bastante hacia una alimentación especializada en pleno centro de la ciudad. Por ejemplo, también pusimos en marcha el proyecto ‘Cambio radical’, con el que hicimos un estudio interno sobre imagen, marketing… Y hemos analizado la situación de los puestos e iniciado cambios de imagen en al menos 12 comercios.
La renovación, entonces, tiene que ser constante.
Ahora no es como hace 30 años, cuando incluso podías venir a comprar un animal vivo. Hemos evolucionado mucho. Pero siempre me ha parecido que, al final, un mercado es donde se puede medir el pulso de una ciudad.
¿Y cuál es el de Pamplona?
Pues rápido, muy rápido. Hemos aumentado mucho nuestras prisas. Parece que la evolución humana tiende a complicarse.