El TAV, uno de los primeros escollos que afrontan las cuatro fuerzas del cambio
El Tren de Alta Velocidad es uno de los debates pendientes que tiene que afrontar el nuevo Gobierno Foral. Ya durante las conversaciones a cuatro entre Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra para negociar el programa del Ejecutivo, estas obras se presentaban como una de las diferencias clave. Ante, por un lado, la defensa de Geroa Bai del proyecto y, por otro, las dudas, cuando no críticas firmes, de EH Bildu, Podemos e I-E. El problema se solventó plasmando en el documento un texto abierto, en el que se apuesta a largo plazo por una solución ferroviaria para que Navarra “no quede fuera del corredor Atlántico Mediterráneo”, por un estudio del tramo Campanas-Castejón y por intentar garantizar con el Estado que haya una solución compartida. Es decir, una redacción ambigua que deja las puertas abiertas y que, por tanto, permitió a todos los grupos negociadores suscribir el acuerdo. Otra cuestión es que el debate pueda darse por cerrado.
Pero, ¿qué se recoge exactamente en el acuerdo? Geroa Bai defendía, en el borrador con fecha del 12 de junio que trasladó a los otros tres grupos, la introducción del tercer carril de Campanas-Noáin hasta Vitoria para finales de 2019, aclarar cuál es la posición del Gobierno central (y esta es una de las claves) tras las elecciones generales sobre el tramo Campanas-Noáin hasta Castejón, así como la disposición estatal en torno al tramo Castejón-Zaragoza y, en definitiva, “no quedarse fuera del corredor Atlántico-ferroviario”.
Tras las negociaciones a cuatro, el acuerdo programático incluyó alguno de esos puntos, pero no todos ni con tanta precisión. Por ejemplo, habla de no quedarse fuera del corredor pero también de lograr una solución ferroviaria compatible con los estándares internacionales y capacidad suficiente para atender las necesidades de transporte de mercancías y de personas viajeras. Y, sobre el tramo Campanas-Castejón, en la misma línea que lo antes planteado por Geroa Bai, aboga por no tomar ninguna decisión administrativa hasta no tener claro el compromiso del Gobierno central.
La fundación Sustrai Erakuntza, surgida en 2010 y crítica con esta infraestructura, habló recientemente de que era necesario aclarar lo recogido en el acuerdo programático, ya que, en su opinión, no quedarse fuera del corredor Atlántico Mediterráneo supone seguir apostando por el impulso de un nuevo trazado para el Tren de Alta Velocidad; y, por ello, planteó una reunión con las cuatro formaciones que han apoyado el acuerdo programático para aclarar lo que está redactado, pero también qué se ha hablado y qué ha quedado fuera del programa. La entidad se reunió recientemente con cuatro colectivos contrarios al TAV (en concreto, AHT Gelditu, la Asociación Zona Media por el Tren, Mugitu! Mugimendua y la Plataforma Ribera por el Tren Social No al TAV) y se acordó la necesidad de este cara a cara que, en principio, está previsto para este jueves.
La búsqueda de una fecha inmediata para esta cita es una clara señal de que estos movimientos no quieren dejar pasar más tiempo. Porque está claro que el acuerdo programático pretende que el Gobierno Foral no se comprometa con unas obras que queden en vía muerta, pero tampoco las descarta si finalmente hay un compromiso del Gobierno central. Las dudas planteadas por estos colectivos contrarios al Tren de Alta Velocidad también las mostró la secretaria general de Podemos, Laura Pérez Ruano, en el debate de investidura de Uxue Barkos como presidenta de Navarra: Pérez Ruano incluso se refirió al TAV como “un tren a ninguna parte” y lamentó la redacción al respecto recogida en el acuerdo programático.
¿Pactos fuera del acuerdo programático?
Lo cierto es que Barkos tiene pocos apoyos entre las llamadas cuatro fuerzas del cambio para intentar garantizar que el tren, en cado de darse las circunstancias adecuadas, siga adelante, y, por ello, durante las negociaciones a cuatro también se habló de la posibilidad de que Geroa Bai pudiera buscar apoyos en temas puntuales (con el TAV como claro referente) en el Parlamento, donde sí habría entendimiento en este sentido con UPN, PSN (que, por cierto, finalmente se abstuvo en la investidura de Barkos como nueva presidenta) o PPN. La posibilidad de esos pactos fuera del acuerdo programático fue, aunque no directamente, sí abordada durante la sesión de esta semana en el Parlamento, donde fuerzas como EH Bildu pidieron “lealtad” a Geroa Bai. Barkos respondió entonces que, en cuestiones de lealtad, no es necesario “poner la venda antes de la herida”.
El TAV, en cualquier caso, es uno de los temas principales que podrán a prueba ese entendimiento entre diferentes, y los colectivos contrarios al tren prefieren hacerlo más pronto que tarde, y hacer valer esa posición contraria a la infraestructura en tres de las cuatro fuerzas que han logrado el cambio en Navarra. Para entidades como Sustrai Erakuntza, el futuro pasa por una paralización “inmediata” del corredor navarro y no plantear nuevos trazados, un panorama que es el que ha defendido Geroa Bai. La pelota está ahora en el tejado de la nueva presidenta.