Koxka cuenta con solo dos ofertas, una de exdirectivos y otra de parte de la plantilla
El concurso de acreedores en torno a Koxka, la empresa de mobiliario industrial de frío ubicada en el polígono pamplonés de Landaben, cuenta con dos ofertas encima de la mesa para hacerse con los activos productivos de la compañía. Y las dos pueden estar vinculadas, en mayor o menor medida, a la plantilla. Una, que ha hecho una oferta tanto por Koxka como por Kobol (en Peralta), contaría con la participación de un grupo de directivos de la firma; y la segunda es la oferta presentada por diversos trabajadores y trabajadoras de diversos departamentos de la planta, y se ciñe exclusivamente a Koxka.
Este es el estado de la situación tras la apertura de sobres por parte del administrador concursal, que ahora deberá valorar estas ofertas. Que únicamente haya habido dos, cuando se llegó a hablar de una veintena de firmas interesadas y que al menos seis habían visitado las instalaciones, ha supuesto cierta decepción entre la plantilla. Como ya apuntó eldiarionorte Navarra, la posibilidad de que integrantes de la actual plantilla presentaran la oferta mencionada como cooperativa era una vía que pretendía evitar que el concurso quedara desierto; y, de hecho, desde la administración concursal se pidió paciencia a la plantilla, puesto que lo habitual es que las firmas interesadas esperaran hasta el último momento para dar el paso.
En próximas fechas se esperan conocer más detalles sobre estas dos ofertas. Diario de Navarra ya informó este pasado sábado de que la otra, ajena a estos trabajadores de diversos departamentos, implicaba a directivos de la firma no vinculados a la actual propietaria (el fondo de inversión de origen estadounidense AIAC) y contaba con el apoyo de un inversor industrial navarro.
Hasta conocer cómo avanza este procedimiento (las ofertas tienen que ser presentadas ante el Juzgado de lo Mercantil y después remitidas a la Seguridad Social), por el momento lo que ya es un hecho es que se ha dado de baja en la Seguridad Social a la plantilla (que cuando comenzó el concurso era de 345 personas), un paso previsto en caso de que ninguna de las ofertas conllevara una subrogación y se hicieran cargo de los actuales trabajadores y trabajadoras. Estos despidos eran parte del ERE de extinción que se había congelado hasta conocer el devenir del concurso de acreedores, pero que ahora se ha hecho efectivo, según apuntan fuentes de la plantilla.