La defensa de la víctima de la violación múltiple trata de demostrar que el grupo viajó para cometer un abuso sexual
La de San Fermín no fue la primera. El juez que investiga a los cinco acusados de violación múltiple a una joven el pasado 6 de julio en Pamplona imputa a cuatro de ellos otra agresión sexual, presuntamente cometida el pasado mes de mayo en Córdoba, a una joven a la que pudieron haber drogado con burundanga. El juez acusa a los cuatro investigados de este delito a través de los indicios encontrados en sus móviles. Presuntamente, los acusados grabaron los abusos y los compartieron posteriormente en varios grupos de chat. La defensa de la joven violada en Pamplona pretende apoyarse en estos indicios para establecer que los cinco acusados viajaron a Pamplona con la intención de cometer un nuevo abuso sexual en grupo, y que incluso hablaron entre ellos de la conveniencia de llevar burundanga a las fiestas de Pamplona.
La familia de la joven que resultó violada en San Fermín ha solicitado recientemente, a través de su nuevo letrado, una prueba pericial sobre la burundanga. Aunque la joven no fue drogada con esta sustancia, empleada de forma singular en agresiones sexuales, ya que anula la voluntad de la víctima y provoca en ella confusión y amnesia posterior, el abogado de la familia ve procedente la elaboración de una pericial sobre la burundanga para intentar demostrar que los acusados conocían los efectos que esta droga provoca en las personas.
La defensa de la joven presta especial atención a las conversaciones previas mantenidas por los acusados en un chat llamado “Veranito, en el que uno de los acusados se refirió a ”la voluntad de llevar para el viaje a Pamplona burundanga, según recoge el juez en su auto. El juez encuentra que esta referencia a la droga para viajar a Pamplona tiene explicación en un chat anterior, llamado “Peligro”, en el que también participaba uno de los acusados de San Fermín y en el que había sido compartido uno de los vídeos de la agresión presuntamente cometida en Córdoba.
El juez que investiga los hechos ocurridos en San Fermín considera, tras la investigación del contenido de los móviles de los imputados, que “existen serios indicios de que podrían haberse utilizado sustancias específicamente destinadas para provocar la inconsciencia de la víctima” de Córdoba.
En la resolución, el juez considera que “resulta indiciariamente acreditado” que A.J.C.E. ofreció a la denunciante acompañarla a su domicilio en un vehículo, donde nada más entrar y tras sentarse en el asiento del copiloto cayó “en un estado de profunda inconsciencia”.
El magistrado abunda en el propio relato de la víctima en cuanto a la forma en la que se despertó sin tener conocimiento “de nada de lo ocurrido” en el periodo intermedio, así como en “la profunda inconsciencia que se aprecia en los vídeos sin que la víctima se despierte a pesar de los besos y tocamientos y de las risas de los investigados”.
“Se reían de la víctima”
Esta forma de proceder de los acusados en Córdoba coincide además con lo reflejado en los vídeos que los cinco acusados grabaron durante la violación cometida en Pamplona. Según el auto del juez, “los procesados se reían de la víctima, siendo además una vejación adicional el mero hecho de la grabación”. Además, según relata el auto, los hechos se cometieron de forma colectiva y planificada y “los procesados incluso se animaban y jaleaban entre sí, esperando y reclamando el turno”.
El nuevo auto con el que el juez imputa a cuatro de los acusados una nueva agresión sexual ha sido remitido a los Juzgados de Pozoblanco, partido judicial al que pertenece la localidad en la que se llevaron a cabo los hechos, por ser competentes territorialmente para su instrucción.