“No podemos seguir dejando la política en manos de los interesados”
¿Cómo se organiza Podemos? ¿Qué personas pueden optar a ser cargos dentro de la formación? ¿Qué propuestas compondrán su programa? Estas son las preguntas que ha suscitado la llegada a Navarra de este fenómeno. La formación, en su camino para evolucionar de movimiento ciudadano a fuerza política, cuenta en la actualidad con 19 círculos en la Comunidad Foral, más otro en formación en Puente La Reina. Y, mientras, continúa su proceso constituyente, con debates de sus principios como paso previo a la realización de asambleas. Muchas de estas respuestas, por tanto, están aún en el aire, pero sus integrantes insisten en que eso no debe confundirse con falta de voluntad. “Podemos ha venido para quedarse, para cambiar el sistema político”, cuenta una de sus pocas caras conocidas hasta el momento, Joan Josep Bosch.
Este economista, que además de ser administrador concursal da clases en la Universidad Pública de Navarra, integró las listas europeas de Podemos (número 23, por lo que no fue elegido) y forma parte de uno de los primeros círculos de la entidad (junto al de Tudela) en Navarra, el de la Comarca de Pamplona. Isaac Hoyos, por su parte, es filósofo autodidacta y parado de larga duración, además de formar parte del círculo de Zizur Mayor. Ambos explican los pasos que afronta la formación, ya recibida con expectación entre la sociedad navarra por el “hartazgo” con la situación actual, remarcan, y también entre algunos partidos políticos. Ha habido contactos, apuntan, pero por ahora nada formal.
Ambos se muestran puntillosos a la hora de diferenciar sus opiniones personales de las de su círculo, que se forman por el momento (en toda España ya hay entre 800 y 900) allá donde diversos ciudadanos se reúnen con vocación de participar. No quieren saltarse las normas de una formación que, según defienden, propone otro método. Un partido sin apenas recursos, con política ‘de guerrilla’, más participativa y menos personalista. Y eso a pesar de que su cara más visible en España, Pablo Iglesias, figuró en las papeletas de las pasadas elecciones del 25M. “Lo grave no es salir en un voto, sino lo de Pujol o los ERE. Eso es lo grave”, apunta Bosch, quien insiste en que “en nuestros círculos no se habla de Pablo Iglesias”. Para ellos, esta falta de portavoces que marquen la línea del partido y provoquen el seguidismo de sus integrantes es un reflejo de la participación de la formación, una nueva forma de hacer política a la que tiene que acostumbrarse el sistema actual e, incluso, los medios de comunicación.
Preguntados precisamente por las dudas que mostró la formación en Bizkaia con la prensa, que decidió recientemente “hacer un parón” en su atención a los medios tras sentirse manipulada, Bosch explica que es la consecuencia de varias cuestiones: que hay, por así decirlo, prensa “simpática y antipática para todos”, y, por otro lado, que en esta formación no hay directrices ni una representación real si no está validada por los círculos.
De ahí que, por el momento, Podemos no entre en el juego de opinar sobre la actualidad política navarra. Porque su posicionamiento se decidirá en su actual proceso constituyente, “desde las bases hacia arriba” y no al revés. En la actualidad, por ejemplo, hay grupos de trabajo dentro de ciertos círculos para debatir sobre diversos temas, desde la organización interna a la comunicación, la política local, el debate y la formación política… Y, según expone punto por punto Hoyos, la formación está inmersa en la primera fase de ese proceso constituyente, en el que se debaten los principios de la formación (en Zizur, por ejemplo, se presentan como una apuesta por la democracia real y participativa, el poder de decisión ciudadano, la política ética con trasparencia, el derecho a decidir de los pueblos…), y, hasta el 15 de septiembre, cualquier ciudadano puede proponer cómo modificar los principios éticos, políticos y organizativos de Podemos. Después, ya en asamblea, se presentarán estos borradores u otros nuevos y, en octubre, habrá un encuentro ciudadano en el que coordinar posturas.
Tras él, se sabrán cuestiones, que se someterán a votación popular, sobre el funcionamiento de Podemos, cómo se conforman sus círculos, cómo se elige a sus candidatos, cuál es su posición sobre determinados temas…
“La responsabilidad es gigantesca”
Y, siempre, con el compromiso de que cualquiera pueda intervenir en el proceso. De ahí que tanto Bosch como Hoyos tengan claro que saldrán a la luz discrepancias, conflictos e ideas aparentemente contradictorias. Bosch no les tiene miedo. Al contrario, asegura que buscando puntos de encuentro es como se avanza en política. Tampoco temen que esta indefinición actual les pase factura, porque están convencidos de que Podemos ha venido para quedarse. Bosch, personalmente, cree que la formación no llegará a tiempo de acudir a las elecciones municipales, pero sí a las forales.
En cualquier caso, aseguran que la “responsabilidad de Podemos es gigantesca”. “Muchas cosas están cambiando por el aliento que sienten, porque saben que venimos. Parece que algo ha empezado a moverse en un árbol podrido”, como Bosch se refiere a la política. Nuevos candidatos, primarias, regeneración… cambios, en definitiva, que son los objetivos de la formación. Y conseguir que quienes se abstenían participen, en cualquier partido: “No podemos seguir dejando la política en manos de quienes la ejercen en su propio interés”.