La preocupación de la plantilla de VW Navarra, en una frase: “¿Esto afecta al Polo o no?”
“La plantilla sigue en un vilo. Estamos a la espera de saber qué pasa y si esto nos afecta”. Representantes del sindicato UGT resumen de esta forma la sensación de “inquietud” de la plantilla de Volkswagen Navarra, que en la actualidad cuenta con casi 4.400 personas y es uno de los grandes motores de la Comunidad Foral desde su planta en el polígono pamplonés de Landaben. El escándalo por el falseamiento de los datos de emisiones de los coches diésel en Estados Unidos, tras la confirmación de la marca alemana de que ha vendido 11 millones de vehículos con un software que permitía sortear de forma ilegal los controles de emisiones, puede tener efectos en diversos planos: la imagen y las ventas en general de la marca, las inversiones previstas en los próximos años en Navarra y, y aquí está el temor principal de los trabajadores y trabajadoras de la firma en la comunidad, que pudiera haber vehículos fabricados en Europa con este trucaje, ya que la propia compañía ha reconocido que también se utilizó ese software en otros vehículos diésel del grupo. En principio, en Pamplona no se ha utilizado el motor señalado, pero en este sentido se han centrado las preguntas de la representación sindical a la Dirección de la empresa: “¿Esto afecta al Polo o no?”.
La denuncia de la Agencia estadounidense de Protección Medioambiental (EPA) y el Estado de California se centra en los modelos Jetta (los construidos entre 2009 y 2015), Beetle (2009-2015), Golf (2009-2015), Passat (2014-2014) y Audi A3 (2009-2015). Así, Raúl Portillo, representante del sindicato LAB en el Comité de Volkswagen Navarra, explica que, en las informaciones que hasta ahora se manejan es que los vehículos fabricados en la Comunidad Foral no llevan el motor señalado (el foco parece puesto sobre el EA 189). Desde Navarra se fabrica el Polo en todas sus versiones, que se exportan a Europa, un modelo que también se prepara en Sudáfrica (cuya fabricación llega también a Reino Unido), así como India y Rusia, en estos casos para su consumo interno, según precisan fuentes sindicales. Desde el Comité en Navarra han solicitado a la Dirección la máxima trasparencia ante esta polémica, porque hasta el momento reconocen que la información es escasa y, en su mayoría, la siguen a través de los medios de comunicación. De ahí que insistan en que continúan a la espera de novedades.
El Comité navarro, en cualquier caso, sí hace suyas las palabras del presidente del Comité Europeo y Mundial del grupo VW, Bernd Osterloh, quien a través de una carta se ha hecho eco de la preocupación de la plantilla por esta situación, que ha “escandalizado” al Comité, y ha insistido en que esta situación no puede dañar la reputación de los empleados y empleadas de las firma, por lo que exige que se depuren responsabilidades (por el momento, ya se ha producido la dimisión del presidente y consejero delegado de la compañía, Martin Winkertorn), porque esta polémica es “una falta de unos pocos”. “Esta situación se nos escapa de las manos. No entendemos cómo alguien ha podido meter la pata de esta manera y, como la gente, nos sentimos engañados”, apunta el secretario de la sección sindical de CCOO en Landaben, Eugenio Duque.
Los preparativos del nuevo modelo, el A07
De momento, Volkswagen afronta una posible multa en Estados Unidos de unos 37.500 dólares por coche, por lo que se ha anunciado 6.500 millones de euros para intentar compensar las pérdidas. Este baile de grandes cifras es seguido con interés a pie de fábrica; no en vano, la polémica ha llegado en un momento en el que se hacían cábalas sobre qué parte de la inversión prevista por Volkswagen en España (4.200 millones hasta 2019 para las plantas de Seat en Martorell y Volkswagen en Landaben) llegaba a Pamplona. La compañía ahora se ha reafirmado en esos planes ante el Gobierno central, según ha apuntado El Mundo citando fuentes gubernamentales. Por el momento, alrededor de 820 millones estaban reservados para Landaben hasta 2017 tras la firma en Navarra a finales de 2013 del último convenio, pero los cálculos eran que esa cifra podía ascender hasta los 900 (o incluso más, según las fuentes, aunque la cifra está sin concretar), descontando a la inversión prevista en España los 3.300 millones anunciados para Martorell.
Desde el Gobierno Foral, el vicepresidente económico, Manu Ayerdi, ha asegurado que “no hay nada” que le haga ser “menos optimista” con las previsiones de Volkswagen en Navarra. Por el momento, la empresa, con casi 50 años de historia, ya está embarcada en los preparativos para fabricar el nuevo modelo de Polo, el A07, y la inversión ya consignada precisamente iría destinada a la modernización de la robótica y a la construcción de una nueva nave de chapistería.
Se da la circunstancia de que, precisamente, en el entorno de la nueva nave se produjo el pasado 31 de agosto el accidente mortal de un trabajador (la última muerte de un empleado en el trabajo se había registrado en 2003), tras ser atropellado por una carretilla elevadora. La polémica de las emisiones se suma, así, a un año complicado y atípico para la planta navarra (que arrancó con el acuerdo del IVA de Volkswagen entre el Gobierno Foral y el central), que, con todo, el pasado 28 de agosto logró fabricar su Polo número siete millones. Ahora desde la plantilla esperan aclaraciones ante una controversia que, lamentan, afecta a la imagen de la marca y, por tanto, a esta empresa clave en la Comunidad Foral.
(Edición actualizada).