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La reconstrucción (sanitaria) de Gaza sigue, un año después

Una mujer trabaja en la reconstrucción de Gaza tras los bombardeos de 2014 / Foto: Higinio Ayala.

Garikoitz Montañés

Casi un año después, Higinio Ayala Gutiérrez volverá a la franja de Gaza. Este cirujano plástico pamplonés, que trabaja en el Servicio de Traumatología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander), ejercerá de nuevo como voluntario de Médicos Sin Fronteras para realizar operaciones en la mano, su especialidad, durante tres semanas. La mayoría de sus intervenciones serán a niños y niñas que ahora están en lista de espera y que, por su complejidad, aguardan a este tipo de intervenciones de profesionales extranjeros. Ayala vuelve a una zona que aún se recupera de los bombardeos, que en su primera visita había pasado a un segundo plano tras el cese de los 50 días de guerra y ante la alarma por el ébola, y que, en la actualidad, tampoco es que “se le preste atención”, lamenta.

“Mi plan no era volver, pero hice amigos allí y me dijeron que era el indicado para seguir operando”, cuenta. Ayala, que había sido voluntario para diversas ONG en proyectos en Perú, Ecuador o Chad, llegó a Gaza hace casi un año de la mano de Médicos del Mundo para operar en Al Shifa. El objetivo entonces era atender las secuelas de la guerra, reconstruir heridas afectadas por aplastamientos, metralla y explosiones, y lograr que volvieran a ser, por ejemplo, manos y piernas funcionales. Y, al final, durante dos días de esa estancia también colaboró con Médicos Sin Fronteras. Fueron dos jornadas en horario intensivo de 08:00 a 18:00 horas, en el que realizó siete operaciones al día para operar malformaciones congénitas de la mano, que en zonas con una alta natalidad y menos interrupciones del embarazo, como es el caso de Gaza, resultan más habituales.

Aquellas intervenciones fueron el germen de esta nueva colaboración. El objetivo es realizar estas cirugías en malformaciones, curar secuelas de quemaduras (más propensas en una zona en la que aún se utilizan cocinas de gas) y, también, heridas producidas por los bombardeos. El equipo trabajará de domingo a jueves, con dos días de descanso para realizar labores de logística y equipamiento, y las operaciones se realizarán principalmente a niños (se prevé que un 80% lo sean) con edades que van desde un año y medio a los 12 o 14 años.

“La situación sigue enquistada”

Esta nueva estancia del cirujano navarro se prolongará del 4 al 25 de octubre. El objetivo es, ante todo, ser “rápidos y efectivos”. Ayala volverá al hospital de campaña Nasser, en Khan Yunis, una ciudad situada al sur de Gaza. Se trata de un recinto que cuenta incluso con un quirófano aséptico, con unas condiciones humildes pero con “todo lo necesario” para intervenir.

Que se trate de un hospital de campaña, no obstante, sirve de recuerdo de la realidad de la zona. Porque, en la actualidad, continúan las polémicas abiertas y los “rifirrafes” esporádicos (Israel, por ejemplo, como se recoge en este artículo del Heraldo de Aragón, reforzó en julio la seguridad de Jerusalén y cerró el acceso a la explanada de las mezquitas tras la muerte de un bebé palestino y el llamamiento de Hamás a represalias), y sin una aparente solución, como ha ocurrido durante décadas. Ayala lamenta que “nadie mueve ficha y la situación siga enquistada”, en lo que describe como un “eterno conflicto” cuyas secuelas siguen exigiendo una reconstrucción. Y no solo la sanitaria.

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