Los servicios públicos navarros, de pioneros a “dormirse en los laureles”
Casi cuatro años sin una Oferta Pública de Empleo. Solo, eso sí, con una excepción: la de Enfermería, y porque sus bases se publicaron un día antes de que el Gobierno de Navarra anunciara que cerraba el grifo, que no habría más convocatorias de empleo público. Parece ser que en próximas fechas tampoco la habrá en Educación, que era uno de los pocos sectores en los que había esperanzas. Porque desde el sindicato de trabajadores de las administraciones públicas, Afapna, auguran que al menos en los próximos ejercicios “no vemos fácil” que haya en la Comunidad Foral nuevas convocatorias. De hecho, en su página web, anuncian los exámenes de comunidades como Aragón. Una situación que, en opinión de su presidente, Juan Carlos Laboreo, se nota en la calidad de la atención navarra.
“Sin OPE, el personal se jubila y se cubre esa vacante con personal contratado temporalmente. Es una precariedad que debe superarse cuanto antes”, lamenta este portavoz, quien asegura que, de un tiempo a esta parte, Navarra ha pasado de ser pionera en la calidad de la atención pública a “dormirse en los laureles”. Eso no quiere decir que el nivel no sea, en general, “bueno”, pero “desde hace años se ha notado más que en otras comunidades han hecho un esfuerzo, y la calidad se ha ido asemejando”. En opinión de Afapna, esta situación seguirá así si Navarra sigue perdiendo autonomía en sus servicios y “su foralidad”, en clara referencia a las últimas sentencias del Tribunal Constitucional, que han provocado el debate sobre el autogobierno.
La asociación surgió hace 30 años al agrupar a diversos colectivos de funcionarios. Ahora ese término se ha quedado antiguo, y es mejor hablar de trabajadores públicos. Agrupan a unos 2.500 trabajadores (el 60% de ellos, funcionarios) de Sanidad, Educación, la Policía Foral, las diversas administraciones… Y, en todos estos sectores, la central cree que se notan los efectos de la crisis y los ajustes de las instituciones. En su opinión, porque desde el primer día se vendió una imagen de que “en España había que adelgazar las administraciones, como si estuvieran infladas”.
¿Se ha utilizado, por tanto, esta situación para reducir personal público? Desde Afapna tienen claro que “sí, es evidente”. Y, de paso, Laboreo cree que ha aumentado la imagen de que estos trabajadores públicos, básicamente, viven muy bien, por lo que “nos pusieron a los pies de los caballos”. Preguntado, de hecho, sobre por qué no han sido los funcionarios los que han encabezaran antes las movilizaciones por estos recortes, al menos en Navarra, Laboreo asegura que no parecía el momento adecuado protestar cuando había miles de despidos en el mercado laboral.
Y, ahora, cuando ya se puede hacer balance, el presidente de Afapna cree que las medidas implantadas, como la apuesta por las privatizaciones, ha demostrado que no es la vía a seguir. Y pone un ejemplo muy claro en la Comunidad Foral: la cocina del Complejo Hospitalario y el informe de la Cámara de Comptos, el órgano que fiscaliza en Navarra las cuentas públicas, que determinó que esa subcontratación no había supuesto un ahorro.
“Una atención adecuada e inmediata”
“Si preguntas a un ciudadano, verás cómo todos queremos tener una atención pública adecuada e inmediata. Y eso debe traducirse en tener unas plantillas adecuadas. Si reduces médicos, las listas de espera se alargan; y, si no hay un equipo de bomberos suficiente, los incendios tardarán más en apagarse”, ejemplifica.
¿En cuánto se ha reducido esa dotación de personal? Desde el sindicato denuncian que no está claro. Para empezar, porque el Gobierno de Navarra no cuenta con un plan de recursos humanos. “Nunca se han preocupado por hacerlo. Hay una opacidad total”, lamentan desde Afapna. Y de ahí que resulte difícil saber el número de personal por áreas, dónde sobra, dónde hay que reforzar y, por tanto, para cuándo se deberían convocar las nuevas OPE, una reivindicación sin visos de ser escuchada.
