Los sindicatos reiteran sus críticas al programa de aprendizaje de inglés tras la marcha de parte de su equipo
Preocupación, cuando menos, y una señal de derrota, cuando más. Los sindicatos UGT y ELA han valorado de esta forma la marcha de parte del equipo directivo encargado de promover, desde el Departamento navarro de Educación, el Programa de Aprendizaje en Inglés (PAI), que ha generado controversia por, entre otras cuestiones, el impulso que supone para el inglés por delante del euskera o la falta de previsión ante la implantación del modelo y de personal con la calidad suficiente para llevarlo a cabo. La pelota ahora está en el tejado del consejero de Educación, José Iribas.
El Diario de Noticias ha anunciado este miércoles la marcha de parte del equipo encargado del proyecto para regresar a sus puestos docentes. El periódico menciona a Elena Valles, antigua jefa de sección de Inglés y otras lenguas extranjeras, y a Marcelino Arrosagaray, director del Servicio.
ELA ha valorado, a través de un comunicado, que esta renuncia, por las razones que tenga cada integrante del equipo, sí evidencia que “el esfuerzo por imponer el PAI está fracasando”. Es más, la central, que en julio presentó un recurso judicial contra el programa, ha asegurado que Iribas “se ha quedado solo” y que, en este momento, “no le queda otra salida que paralizar la imposición del PAI”.
Desde UGT, por su parte, han mostrado su “preocupación” por estos cambios en el equipo y han exigido al consejero que presente informes sobre el desarrollo del PAI. La Federación de Enseñanza del sindicato ha manifestado, mediante una nota, que hasta el momento desde el departamento no se le han facilitado estas explicaciones sobre la implantación del programa, por lo que “sin conocer los datos, poseemos pocos argumentos para afirmar que se está llevando a cabo con la calidad de enseñanza necesaria y exigible”.
Un impacto negativo
El sindicato ya había mostrado en anteriores ocasiones su disconformidad con el decreto foral que regula la provisión de puestos de trabajo correspondientes a los Cuerpos de personal docente no universitario, y se ha negado a apoyarlo “por la falta de exigencia en poseer la especialidad docente de la etapa en la que se va a realizar la enseñanza. Se está focalizando en el idioma y se está dejando de lado a la especialidad”.
Por diferentes razones, pero con la misma conclusión, ELA y UGT consideran que la marcha de cargos y técnicos puede tener un impacto negativo en el proyecto.