La ambulancia de los Bomberos de Trinitarios, un “parche” contra las cuerdas
“Nosotros hacemos lo máximo posible y, cuando estás así, no puedes conseguir más”. Óscar Pérez, representante del transporte sanitario de UGT, resume de esta forma la situación del sector en Navarra. Y, por ello, pide al Gobierno Foral que se ponga manos a la obra para solventar este tema, una necesidad ahora presionada por la reciente sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº 2 de Pamplona, que considera ilegal (aunque es recurrible) que el servicio de Bomberos del parque de Trinitarios, uno de los dos de la capital navarra, preste servicios de ambulancia. La razón principal es que carecen de la formación necesaria. ¿La consecuencia? Que, si finalmente se paraliza ese vehículo, con un servicio que según los y las profesionales del transporte sanitario ya está bajo mínimos (UGT, ELA, CCOO y LAB han mostrado sintonía en las reivindicaciones), habrá que replantearse con urgencia cómo se solventa esta situación. Y Pérez advierte: “No queremos más parches como este, que al final ha sido una chapuza, sino un plan de fondo”.
Estas son las primeras reacciones tras conocerse esa sentencia del Juzgado de lo Contencioso que, según ha adelantado Diario de Noticias, considera que los bomberos de Trinitarios carecen de cobertura legal por no contar con la titulación necesaria para realizar estas labores, más vinculadas con las necesidades sanitarias que con las de apoyo al propio cuerpo de Bomberos, que era para lo que originalmente se contaba con este tipo de ambulancias. Tanto los Bomberos de Trinitarios como la Unión de Técnicos de Emergencias Sanitarios de Navarra (Utesna) habían denunciado esta situación, aunque por ejemplo la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Navarra archivó la denuncia de la asociación profesional por competencia desleal de los Bomberos y le encomendó acudir al contencioso-administrativo.
En este caso, la sentencia da la razón a los 32 bomberos de Trinitarios que presentaron el caso contra la Agencia Navarra de Emergencias. Fuentes de la plantilla insisten en que, con esta decisión, se respalda “la lucha que hemos venido manteniendo durante los últimos dos años. Nosotros siempre hemos insistido en que no teníamos la titulación necesaria para hacer este trabajo”. Este conflicto surge a raíz de las diferencias entre la Ley de Protección Civil de Navarra y la norma estatal posterior (de 2012), que exige que el personal del transporte sanitario cuente con una formación (similar, por así decirlo, a una FP) específica, el título de Técnico en Emergencias Sanitarias. Un título que, por cierto, es diferente al necesario para ser bombero.
El choque entre estas normativas sí reconoce algunos supuestos en los que personas que venían ejerciendo esas labores antes del Real Decreto pudieran seguir haciéndolo. Pero en el texto de la sentencia, el magistrado recuerda que cuando entró en vigor el Real Decreto no estaba en activo la ambulancia de Trinitarios y, por tanto, no se cumplen los supuestos para que personas que venían ejerciendo estas labores antes de la medida del Gobierno central puedan seguir haciéndolo. El Gobierno Foral estudia ahora el contenido de la sentencia para decidir si la recurre o no.
Recurso a la OPE
Esta situación, además, también afecta a la oferta de empleo público anunciada por el actual Ejecutivo foral, que incluye diez plazas de bombero (la Comisión de Personal de la Agencia Navarra de Emergencias ya criticó, por otro lado, que solo fueran diez plazas). Pero, según apuntan desde los sindicatos, la convocatoria será recurrida porque no se exige la titulación adecuada a los aspirantes. “Han metido la pata”, apunta Pérez.
Y, mientras, tanto, desde el sector del transporte sanitario, un servicio que está subcontratado, se exige al Ejecutivo que estudie soluciones más definitivas para esta problemática. Profesionales de este ámbito ya recordaron a las llamadas fuerzas del cambio que esperaban un debate al respecto, y más ahora si Pamplona y comarca se queda, si finalmente se paraliza la ambulancia de Trinitarios, con únicamente dos unidades de soporte vital básico (es decir, sin personal médico y de Enfermería). “Al final, con una situación así, somos nosotros los que aguantamos las quejas por los tiempos de espera, pero quien pierde sobre todo es la ciudadanía”, lamenta.