“A las prostitutas hay que ayudarlas, a la prostitución machacarla”
Estamos en verano, pero “trabajar la conciencia social no tiene fecha en el calendario”, afirma Aritz Rodríguez, miembro de Gazte Komunistak de Vitoria que ha organizado las jornadas de cine y debate feminista en la capital vasca. En un pequeño local del Casco Viejo de la ciudad, se han tratado asuntos sobre el “papel secundario” que, a juicio de Rodríguez, ejercen las féminas en la sociedad: “parece que los temas que afectan a las mujeres dejamos que los defiendan solo el movimiento feminista, pero debemos reflexionar todos sobre ello”, denuncia el joven.
De hecho, Rodríguez aspira a un futuro en el que el movimiento feminista no exista. “Entonces todos seremos iguales”, afirma. Cree que “sobre el papel estamos en igualdad, pero cuando analizamos la realidad sigue habiendo desigualdad”.
La prostitución, a debate
El tema de la prostitución ha sido el eje central de la tercera y última jornada de proyecciones y charlas. Paula Madinabeitia, una de las participantes, abría el debate planteando la regulación, abolición o prohibición de la prostitución, cuando otro joven, Carlos Tejerizo, defendió que “no se puede pretender reformar la humillación. A las prostitutas hay que ayudarlas y a la prostitución machacarla”. Beñat Barrutia, otro de los integrantes de la charla, dio un giro al debate y sostuvo la idea de que “se debería preguntar a las prostitutas para saber su opinión y considerarla como una profesión”.
Gazte Komunistak siente que tiene un deber de conciencia en la sociedad, que debe “caminar para superar los obstáculos de las desigualdades”. Creen necesario incidir y desmentir la idea de que “la sociedad vive en igualdad, pero sigue habiendo denuncias por acoso laboral y la brecha salarial sigue existiendo”, defiende Aritz Rodríguez.
Precisamente la cuestión de las condiciones laborales de las mujeres también ha tenido cabida en las jornadas. Tras la proyección de la película ‘En tierra de hombres’, se trataron asuntos acerca de las diferencias entre hombres y mujeres en lo laboral, y que estas eran “abismales”.