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La esposa del exconsejero delegado de Telefónica Julio Linares ocultó 1,2 millones de euros en Bahamas

Furia Investments fue el nombre elegido para la offshore de Maria Jesús Romaña Pescado

Belén Carreño / Raúl Sánchez

Una sociedad radicada en Bahamas valorada en 1.187.749 euros. Esto es lo que afloró en 2013 María Jesús Romaña Pescador, esposa de Julio Linares, actual vicepresidente no ejecutivo de Telefónica y consejero delegado de la principal operadora europea entre 2007 y 2012. Tal y como reconoce la propia Romaña, la sociedad había estado oculta para el fisco hasta 2013, cuando decidió legalizarla fuera del programa de la amnistía fiscal.

La legalización de la sociedad se realizó en abril de 2013 mediante la presentación de declaraciones complementarias del IRPF de los ejercicios 2008, 2009, 2010 y 2011, según consta en la documentación remitida al buzón seguro filtrala.org en el que participan eldiario.es, La Marea y Diagonal en la investigación conjunta Los Papeles de la Castellana.

La esposa de Linares, que no declara rentas del trabajo y está casada en régimen de gananciales con el exconsejero delegado de Telefónica, se acogió así a la fórmula más favorable para legalizar su patrimonio opaco. La mala evolución de sus inversiones desde Bahamas hizo que en las declaraciones complementarias del IRPF de 2008 y 2009 el resultado le saliera a devolver. En 2008, el Fisco le tuvo que pagar a Romaña 1.933 euros por legalizar estas inversiones y en 2009 le salió a devolver 8.265 euros.

En las complementarias de 2010 le salió a pagar 14.381 euros y por la de 2011 pagó 3.161 euros. En total, el balance de los cuatro ejercicios es de 7.342 euros a favor de las arcas públicas por regularizar este patrimonio opaco de más de un millón de euros. Es un 0,6% de lo que declaró tener en la sociedad de Bahamas, denominada Furia Investments.

La escasa cuantía de esta factura fiscal se explica por el criterio en el que se basó la Agencia Tributaria para que tributara la amnistía y que los inspectores de Hacienda han llamado “la amnistía dentro de la amnistía” o la “segunda amnistía de Montoro”. Así, en lugar de pagar por el 10% de todo el capital aflorado, Hacienda solo exigía el pago del 10% de los rendimientos del capital opaco en los ejercicios no prescritos (entre 2007 y 2010).

La única barrera que Hacienda puso en la amnistía era que el resultado no podía salir a devolver. Esto llevó a que algunos contribuyentes optaran por regularizar de forma “ordinaria” pero acogiéndose al mismo criterio de Hacienda de pagar solo por los últimos cuatro ejercicios no prescritos y tomando como base el rendimiento de los bienes. Si, como en el caso de Romaña, las inversiones habían dado cuantiosas pérdidas, sacar a la luz patrimonio opaco hace que Hacienda tenga que pagar al contribuyente por legalizar estas sociedades. Así sucedió al menos en dos ejercicios en el caso de la esposa de Julio Linares. Según fuentes tributarias, lo mismo ocurrió en muchas otras ocasiones.

eldiario.es se ha puesto en contacto con Telefónica y también con la propia Romaña para recabar su versión sobre este patrimonio opaco. Según Romaña, el origen es una herencia de un tío político que salió de España con la Guerra Civil y murió sin descendencia tras haber hecho fortuna en Latinoamérica. Romaña defiende el carácter privativo de la herencia e insiste en que su marido no tiene nada que ver en su gestión. “Lo regularicé cuando me dijeron que se podía hacer y he cumplido con Hacienda”, asegura.

Según fuentes de Telefónica, la herencia ya fue legada a Romaña como un patrimonio en el extranjero. El gestor inicial habría sido BBV Privanza Jersey y esta sería una de las muchas sociedades opacas que abrió en su día la entidad (como la que recientemente le ha costado el cargo al exministro de Industria José Manuel Soria) y que dieron lugar al escándalo de las “cuentas secretas” de la entidad financiera.

Romaña habría trasladado la gestión de estos activos a la filial suiza de Credit Suisse, tal y como acredita la documentación a la que ha tenido acceso eldiario.es. Romaña Pescador aparece como apoderada de Furia Investments Inc desde la fecha de constitución de esa sociedad, el 28 de septiembre de 2005, según figura en el registro mercantil de Bahamas, un paraíso fiscal sin acuerdo de intercambio de información con España.

A 31 de diciembre de 2012, la sociedad estaba valorada en 1,18 millones de euros, tal y como se declara en el primer modelo 720 presentado en 2013. Este modelo se lanzó después de la amnistía fiscal como última oportunidad para declarar bienes en el exterior. Ocultar bienes en el extranjero en este modelo puede suponer una sanción económica equivalente al 150% del bien escondido. El modelo se presentó en abril de 2013, un mes después de remitir las declaraciones complementarias a Hacienda.

Según el registro mercantil de Bahamas, la sociedad se disolvió en junio de 2013. Los activos, ya declarados ante Hacienda, pasaron entonces a una cuenta de valores en la filial suiza de Credit Suisse.

Una parte de las inversiones ocultas para el fisco español en Bahamas estaba en acciones de cuatro empresas españolas cotizadas en bolsa: las inmobiliarias Fergo Aisa y Colonial, la química Ercros y la eléctrica Iberdrola. La mala marcha en bolsa de estas empresas, una de ellas en liquidación, explica el resultado de la regularización de estas inversiones. Entre 2007 y 2012, la valoración de estas acciones en poder de Romaña (sin tener en cuenta el efecto de las posibles ampliaciones de capital) había caído de 362.000 euros a 31.477 euros declarados en 2012. También aparece una inversión en 170.000 valores emitidos por Lehman Brothers, valorada a fecha de 2013 en cero euros. El resto de inversiones, que forman el grueso de la cartera aflorada –en gran medida, fondos de inversión–, suman 1.156.272 euros.

La familia tiene una sicav para administrar parte de su patrimonio, Judbem Inversiones. El consejo de administración está presidido por Romaña y tiene un patrimonio de 11 millones de euros, según consta en el registro de la CNMV.

Julio Linares ha desarrollado toda su carrera en Telefónica. Empezó a trabajar en la operadora en 1970, cuando era una empresa pública. En el año 2005, el primer ejercicio en el que su esposa aparece como apoderada de la sociedad offshore, ya era miembro del consejo de administración de Telefónica. Entre 2007 y 2012 fue consejero delegado. Hoy continúa en el consejo y es uno de los tres vicepresidentes no ejecutivos de Telefónica. Linares también forma parte de la Junta Directiva de la patronal CEOE.

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