El juez Alba, al mes de afirmar que no tiene “animadversión” a Rosell: “Esta es una cabrona, una hija de puta”
El juez Salvador Alba es explícito en la conversación que mantiene el 16 de marzo de 2016 con el empresario Miguel Ángel Ramírez respecto a su relación con Victoria Rosell. En un momento del audio difundido por eldiario.es, Alba asegura: “Sé que ésta es una cabrona, una hija de puta, pero que me da lo mismo”. Un mes antes, en una entrevista en la cadena Cope, Alba había afirmado: “Insisto, no me une amistad con ningún político y, en cuanto a la señora Victoria Rosell, no tengo animadversión por ningún compañero”.
El político por el que preguntaban a Alba es José Manuel Soria, exministro dimitido a raíz de su implicación en los Papeles de Panamá, y hombre fuerte del PP en Canarias. Soria es el firmante de la querella contra Victoria Rosell ante el Tribunal Supremo, en el marco de la cual Alba envió su informe contra la exdiputada de Podemos. Salvador Alba reconoce en la entrevista telefónica conocer a Soria, pero niega amistad con él. El exministro, que renunció por su vinculación a los Papeles de Panamá, ejerce la acusación popular y, por tanto, la defensa de los intereses generales.
Salvador Alba, cuyas afirmaciones en la grabación han supuesto la apertura de una investigación por el Poder Judicial, le dice a Ramírez en la grabación: “Los jueces estamos aquí para controlar esto (en referencia a supuestas irregularidades de Rosell), que no pasen estas cosas. Porque oye, aquí hay que ir con igualdad de armas. Si a ti te han estado jodiendo durante dos años, tres años, profesional y personalmente, que sea por algo, pero no porque aquí yo tengo esto… No, hombre, no”.
Ramírez fue imputado por Rosell en mayo de 2014 a raíz de una querella de la Fiscalía por delito fiscal. En el transcurso de la investigación, la jueza sumó dos delitos a la acusación, contra el derecho de los trabajadores y fraude a la seguridad social. El Consejo General del Poder Judicial archivó una denuncia contra Rosell por haber dilatado la investigación durante un año. Alba tomó el relevo temporalmente y el 4 de mayo pasado dejó el Juzgado número 8. Ramírez sigue imputado y la instrucción abierta.
En otro punto de la conversación, el juez y el empresario abundan en la estrategia contra Rosell. Se trata de buscar supuestos indicios de que la jueza dilató la investigación porque su pareja, el periodista Carlos Sosa, tiene negocios con Ramírez, y exponerlos en una declaración judicial que todavía no se había producido.
Empresario: ¿Y tú me puedes preguntar claramente por los contratos con relación con esta persona?
Juez: Efectivamente.
Empresario: Me tienen que dejar tranquilo.
Juez: Porque es así.
Empresario: Porque es de perogrullo.
La política está presente en la conversación. El empresario le pregunta si hay posibilidades de que Rosell, en el caso de que fuera ministra de Justicia, pudiera “ir a por” él. En el momento de la conversación aún había tiempo para un acuerdo de gobierno.
Empresario: “De todas formas, yo dudo muchísimo de que esto se vaya a…
Juez: Dudo muchísimo…
Empresario: Yo creo que vamos a unas elecciones.
Juez: Muchísimo de que ésta vaya a ser ministra de Justicia, porque de ir en un pacto PSOE-Podemos, el ministro de Justicia o la ministra de Justicia tiene nombre y apellidos.
Empresario: ¿Del PSOE?
Juez: Sí, sí, que se llama Gabriela Bravo, que en su día vocal del Consejo y que ahora está de consejera de Justicia en Valencia. O Podemos que están también ahí tal… ésta es la que sería ministra de Justicia, esa. Y no Victoria Rosell. Yo creo que a Victoria Rosell, la metieron ahí, y fíjate lo que lo que te digo, si hay elecciones, yo dudo mucho que la metan, que cuenten con ella, si es que yo estoy convencido de que ese procedimiento se ha manejado para bien o para mal. Me da lo mismo“.