Recarte se interesó en Caja Madrid por una operación denegada a unos socios suyos de Libertad Digital
“Alberto Recarte ha venido a verme porque 'he' denegado dos promociones a Polaris World a 22 km de la playa [en Murcia] con el suelo financiado por la CAM [Caja de Ahorros del Mediterráneo] y con 50% comercializado pero ventas estancadas... Son socios suyos en Libertad Digital”. Así relataba la conversación con el entonces consejero de Caja Madrid el exdirector financiero de la entidad, Ildefonso Sánchez Barcoj, a Miguel Blesa, en un correo electrónico del 9 de enero de 2008 al que ha tenido acceso eldiario.es. “Predicar y dar trigo”, respondió Blesa a Sánchez Barcoj.
¿Por qué respondió Blesa “predicar y dar trigo” después de saber que Recarte se había interesado por la financiación de una operación inmobiliaria? Porque los mensajes que se intercambió con Barcoj fueron a continuación de uno que había mandado Recarte en el que incluía su último artículo publicado en Libertad Digital, Hacia la recesión.
En él, Recarte analizaba la economía española: “Las perspectivas, ahora confirmadas, apuntan a peor: Ajuste brusco. Caída de la actividad estrepitosa. Problemas en el sector promotor, generalizados a partir del segundo semestre de 2008, y afectación, también posterior, de los ingresos y beneficios de constructoras, e industrias auxiliares. Y bancos y cajas afectados en sus resultados en la última parte del año. Y menor crecimiento del crédito. Y crédito más caro”.
Alberto Recarte, abogado y economista, consejero delegado de Centunion (empresa dedicada al diseño y construcción de plantas industriales), vicepresidente de la Fundación Hispano-Cubana, fue consejero de Fenosa, Endesa y Caja Madrid a propuesta del PP desde 2003. En aquella época, era presidente de Libertad Digital –desde este verano no es consejero del medio, ahora presidido por Federico Jiménez Losantos– y patrono de FAES, de donde salió a finales de 2010. Por deseo de Blesa, llegó a ser consejero de Iberia en 2007, empresa participada por Caja Madrid, cargo del que dimitió una vez que cesó en la caja de ahorros en 2009.
“Recuerdo que hice una gestión que me pidió Pedro García Meroño [accionista principal de Polaris y consejero de Libertad Digital]”, explica Recarte en una conversación con eldiario.es. “Quise aclarar mi relación con Meroño para evitar malentendidos y que nadie pudiera pensar que podía tener o no intereses. Los servicios de Caja Madrid debieron de llegar a la conclusión de que la operación no era interesante y no se aprobó”.
Casi seis años después de que Caja Madrid rechazara la operación de Polaris World, El Confidencial ha publicado que el grupo inmobiliario ha tenido que cerrar su joya de la corona, el hotel Intercontinental del Mar Menor en el que tocó Woody Allen en la Nochevieja de 2008. Polaris evitó en 2010 el concurso de acreedores tras pagar con activos inmobiliarios sus deudas con Bancaja, CAM, Popular y Caja Murcia.
Según explica El Confidencial, “la operación costó a Bancaja, CAM y Popular, principales acreedores, un total de unos 1.170 millones de euros en activos que tuvieron que asumir por impago de créditos del grupo Polaris, según un informe del Banco de España de febrero de 2012”.
Buena sintonía
Lo que evidencian los correos electrónicos es que la sintonía entre Blesa y Recarte era buena. Por ejemplo, el hecho de ser íntimo suyo era una referencia importante a la hora de acceder a un cargo, como ocurrió en mayo de 2004 con la presidencia del Parque Warner de Madrid.
“Jesús Sainz está muy ligado a Manuel Prado y Colón de Carvajal [administrador privado del rey durante 20 años, fallecido en 2009] y a Livinio Stuyck (y es íntimo amigo de A. Recarte)”. En efecto, Sainz acabó presidiendo PTM (Parque Temático Madrid), la sociedad del Parque Warner, en la que estaba Caja Madrid. “Lo conozco de hace más de 30 años”, relata Recarte, quien también apoyó la compra del City National Bank of Florida (CNBF), por la que el juez Elpidio Silva envió a la cárcel a Miguel Blesa.
Recarte fue nombrado consejero de Iberia en 2007. Incluso recibió la propuesta de la presidencia de la compañía aérea, que finalmente recayó en Antonio Vázquez. Fue en junio de 2009, año y medio después del episodio de Polaris World: “Alberto dijo”, explica en un correo electrónico a Blesa Rafael Sánchez-Lozano, entonces consejero de Iberia –llegó a consejero delegado de la aerolínea– y directivo de Cibeles, “que [José Manuel Fernández] Norniella [consejero de Caja Madrid e Iberia] le había preguntado si quería ser presidente [de Iberia], lo que contestó negativamente”.
¿Por qué? “Porque no sentía que tuviera apoyos suficientes”, argumenta Recarte.
En junio de 2009, Caja Madrid era un verdadero campo de batalla político: Blesa intentaba mantenerse en el cargo, pese a que había cumplido su mandato, el Gobierno regional de Esperanza Aguirre quería colocar de presidente a una persona afín –pactó con PSM e IU en la Asamblea que fuera Ignacio González– y el Ayuntamiento de Alberto Ruiz-Gallardón se oponía a la solución Aguirre, en lo que encontraba la complicidad de Ferraz (y del consejero socialista Antonio Romero).
Conclusión: el PP estaba dividido, y el PSOE y CCOO también –CCOO Madrid, opuesto a Blesa; Comfia CCOO, más afín–, mientras el representante de IU, José Antonio Moral Santín, fue basculando y pasó de “aliado” de Blesa a terminar despegado de él y continuar en la entidad, ya convertida en Bankia, hasta 2012.
Y, entre tanto, ¿compró Caja Madrid acciones de Libertad Digital? Esto preguntó el fiscal a Blesa durante el juicio contra el juez Silva por prevaricación en relación con el auto de prisión de Blesa, según informa este lunes El País: “¿Adquirió Caja Madrid acciones de medios de comunicación como Libertad Digital u otros con el fin de poder realizar una campaña encaminada a transmitir una visión irreal de la situación de la caja?'. 'Señoría, solicitamos el amparo del tribunal ante los gestos que está realizando el representante del ministerio fiscal, que a este letrado le ha hecho gestos como si estuviera loco', replicó el abogado”.
Los lazos entre Libertad Digital y el PP y sus aledaños no acaban aquí. Según recoge la contabilidad manuscrita de Luis Bárcenas de 2004, el PP inyectó a Libertad Digital más de 400.000 euros procedentes de su contabilidad en B. La propia esposa de Bárcenas, Rosalía Iglesias, participó en la operación de compra de acciones con los fondos del partido.