Beiras opina que AGE está en situación “crítica” y Anova “no exenta de morir”

El portavoz parlamentario de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), Xosé Manuel Beiras, opina que esta coalición con Esquerda Unida (EU) y otros grupos de menor peso “está en una situación crítica”, aunque piensa que se va a “salvar”; pero Anova, una de sus patas, “no está exenta de morir”.

En una entrevista que hoy publica el periódico La Voz de Galicia, el veterano político nacionalista cuenta que AGE se ve en estas circunstancias “no por causas internas, sino por un problema con el escaño de una militante de EU”, Carmen Iglesias, que “violó” los estatutos de su organización y los acuerdos de la coalición, “pero tiene la ley de su parte para reclamar un escaño”.

Esta diputada tiene abierto un expediente de expulsión en su formación, Esquerda Unida, por negarse a que corriera la lista electoral y que accediese al Parlamento otra compañera, Iolanda Pérez Docampo, en este caso de Anova, para sustituir a David Fernández Calviño, también de Anova, que renunció a su acta para incorporarse a un puesto de investigador en Dinamarca.

Beiras insiste en que él, como portavoz, si Iglesias solicitaba la adscripción al grupo, “no podía decirle que no” y “firmo diciendo que acepto, entendiendo que debe respetar las normas. De momento, esa crisis está resuelta”.

De Anova, el movimiento que fundó tras su marcha del BNG, cuenta que “no se puede desatender el trabajo de Anova en AGE, pero se tiende a desplazar el centro de gravedad al Parlamento, por eso se reproducen 'tics' de la forma de funcionar de aparatos de partido”.

“Eso -prosigue- quema, y más a los que tienen asumido genuinamente una nueva cultura política”.

Consultado por si es el caso del alcalde de Teo, Martiño Noriega, que ha renunciado a ser el coordinador nacional de Anova, partido que se ha encontrado con otras cuatro dimisiones en la comisión permanente, Beiras dice que no se busquen frases “lapidarias” y que la realidad es que “Martiño está pasándolo muy mal”, “le pasa como a mí. Es la cara de un proyecto”.

Pero como Noriega, también Luis Eyré, un miembro de la dirección, porque “la falta de inteligencia colectiva es entrar en la confrontación y que un órgano de garantías de los principios éticos se convierta en un órgano que actúa represivamente”.

“Anova no está exenta de morir de una dolencia infantil”, apostilla.

El impulsor de Anova y de AGE remarca que en su caso está en un epílogo, confiesa que no puede evitar pensar si se ha equivocado y apunta que “si AGE reventase, dado que fui el que lanzó la propuesta, sería el último fracaso de Beiras. Y si fracasa Anova, la parte del colectivo, es un último fracaso personal de Beiras. Lo tengo muy claro”.

Preguntado por qué no frenó la marcha de Martiño Noriega, alega que “mi 'autoritas' no me permite moralmente decirle 'sigue' a alguien que dice estar en una situación límite y que no resiste más”.

De cómo se ha encontrado el Parlamento, Beiras asegura que se encontró una Cámara muy deteriorada respecto a su etapa anterior, en las últimas legislaturas del fallecido presidente de la Xunta Manuel Fraga: “La mayoría del PP impide aprobar las iniciativas de la oposición. Lo que se consigue es borrar a los representantes de la ciudadanía que no votaron al PP”.

De Fraga, considera que quería pasar a la historia en su última etapa como un hombre que se redimió a sí mismo y reconoce que tenía talento “de hombre de Estado” y una “experiencia enorme”, mientras que el actual jefe del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, es “un apéndice de una trama mafiosa del PP a nivel gallego. No tiene proyecto de país. Asume la demolición que le encomendaron”.