Rita Maestre, ante el tribunal: “Defiendo aquello que se hizo”
La portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, ha admitido esta mañana, ante el tribunal que la juzga, que participó en una protesta en la capilla católica de la facultad de Políticas hace cinco años, cuando tenía 22. Y defendió que se trató de una protesta “pacífica y legítima” que no tenía por objeto ofender a los católicos sino protestar contra la dedicación de un espacio público a una confesión religiosa, así como contra la actitud machista y homófoba de los “jerarcas” de dicha confesión. Ante la insistencia de la fiscal Marisa Marondo, Maestre afirmó: “Defiendo aquello que se hizo”.
La fiscal preguntó a Maestre si, con 22 años y estudiando Ciencias Políticas, conocía los derechos fundamentales, entre ellos la libertad religiosa. “Claro -respondió la acusada-, pero no estábamos hablando de la libertad religiosa sino de que una facultad pública, con una histórica carencia de espacio, dedicara uno a una capilla católica o de cualquier otra confesión”.
Maestre fue interrogada por el Ministerio Público acerca de qué le parecería que un tipo de protesta así se volviera a repetir hoy. “Vistas las consecuencias, no creo que nadie hiciera una cosa así. Cinco años después nos estamos enfrentando a un proceso penal”. El Ministerio Público solicita un año de prisión para Maestre por un “acto de profanación en ofensa de los sentimientos religiosos”, recogido en el artículo 524 del Código Penal.
“¿No le parece ofensivo que haya personas que se desnuden donde hay algunas personas orando?”, inquirió la fiscal. Y Maestre contestó: “A mi me parece que un torso desnudo no tiene por qué ser ofensivo”. “¿Recuerda que dos señoras se besaron, alardeando de que eran bisexuales?”, ha insistido la fiscal. Maestre ha asegurado no recordar este extremo, ni el contenido de las consignas leídas en el interior de la capilla que, en cualquier caso, ella no reprodujo, afirmó.
Según el testimonio de Maestre, aquella mañana del 10 de marzo de 2011, se dirigía a la cafetería de la facultad, desde clase, cuando se encontró con compañeros que se dirigían a protestar a la capilla. Fue entonces cuando, según ha dicho, supo del motivo y objeto de la protesta. También reconoció que al llegar, rodeó el altar -“no había otro sitio”- junto a otros estudiantes y se desprendió de una parte de su vestimenta. La protesta duró entre 5 y 8 minutos, ha creído recordar.
“Iba la primera o la segunda”
El capellán de la facultad, Rafael Hernando de Larmendi, compañero de clase en aquellos momentos de Maestre, contradijo su relato. Aseguró que ella llegó a la puerta de la capilla en primer o segundo lugar y que “lideraba” el grupo. Añadió que fue empujado cuando intentó impedirles el paso y que, entonces, se retiró al pasillo de la facultad.
Maestre negó haber gritado consignas en el interior de la capilla mientras que una de las feligresas que rezaba en el interior, Gema Sánchez, lo negó: “Se situó por la zona del Sagrario. Tuvo un papel activo, gritó como todas las demás”. Esta testigo no reconoció en su momento, en sede policial, a Maestre, sino que se percató de quién era con la eclosión del 15-M, a posteriori, ha declarado esta mañana. Maestre asegura que ella y Héctor Meleiro, y no otros, se sientan en el banquillo de los acusados por haberse significado políticamente con intensidad.
Otra de las personas que rezaba en el momento de la protesta, Javier Diaz Sanz, aseguró al tribunal que algunos de los manifestantes formaron “un círculo bien organizado alrededor del altar”, pero que no puede identificar a Maestre porque no la conocía. Esas consignas -“El Papa no nos deja comernos la almeja”, “Arderéis como en el 36” o “Menos rosarios y más bolas chinas”- “las decían todos, sobre todo al salir. La capilla tronaba”, relató.
Cuando Díaz Sanz fue preguntado por la fiscal si se sintió ofendido, el testigo afirmó: “La ofensa es al Dios en el que creemos los católicos. En la medida en que se ofende a ese Dios, que es bueno con todos, uno se ofende mucho. Desde fuera de la fe, a lo mejor esto no se entiende. Pero para los que tenemos fe, probablemente es el mayor dolor”.
Encuentro con el obispo
El abogado de la defensa de Maestre le preguntó si había tomado alguna iniciativa para pedir disculpas a quien se sintiera ofendido, como había dicho durante su declaración. Fue entonces cuando Maestre se refirió a la petición de disculpas que ha realizado recientemente al arzobispo de Madrid y que adelantó eldiario.es. “Entendió el sentido” de sus palabras, añadió. “También me dijo que era muy importante que desde las instituciones, que yo ahora ocupo pero entonces no, se señalara la importancia de la libertad religiosa, que yo no he puesto en duda”, dijo Maestre.
El abogado de la defensa preguntó a la testigo que identificó a Maestre si le ofendía una de las citas que leyeron dentro de la capilla los manifestantes, concretamente una del obispo de Tenerife Bernardo Álvarez, y que dice: “Creo que el fenómeno de la homosexualidad es algo que perjudica a las personas y a la sociedad”. Las acusaciones se indignaron y el letrado Martínez Fresneda replicó que las organizaciones ultras y la fiscal habían estado repitiendo otras frases de los manifestantes, las que constituyen la supuesta ofensa, una y otra vez. La juez terció para conceder improcedente la cuestión y el letrado advirtió que recuperaría el argumento en su alegato final.
La acusación popular intentó introducir en el juicio el testimonio de un perito fisionómico de parte para determinar la intención de Rita Maestre cuando participó en la protesta. El abogado de Maestre, Gonzalo Martínez Fresneda, calificó de “esotérica” la petición de prueba, con la única intención, dijo, de “marear la perdiz”. “Es la primera vez que lo veo en mi vida (...) es más propio de los juicios de la Stasi”, afirmó el veterano abogado, defensor en el pasado de Baltasar Garzón. La jueza Esther Arranz Cuesta denegó la petición de la organización ultra.