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El PP condiciona su apoyo a la moción de censura de Ciudadanos contra Puigdemont a que sea tras el 1-O

La líder de Ciudadanos en Catalunya, Inés Arrimadas, durante su entrevista con Xavier García Albiol, portavoz del PPC.

Carmen Moraga / Rodrigo Ponce de León

La dirección nacional del Partido Popular condiciona el apoyo de su formación en Catalunya a la moción de censura anunciada por la presidenta de Ciudadanos en el Parlament catalán, Inés Arrimadas, contra el presidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, a que pase la fecha del referéndum del 1-O.

Hasta ahora los populares han tratado de convencer a Ciudadanos de que no presente la moción por dos motivos. Por un lado, para no romper la unidad del bloque constitucionalista, dado que el PSC ha adelantado que no tiene intención de apoyar esa iniciativa. Por otro lado, ante la evidencia de que la medida está condenada al fracaso ya que, aunque respaldarán la moción el PSC y Catalunya Sí Que Es Pot, la suma de votos no superaría a los 72 diputados de Junts pel Sí y la CUP. 

Una recomendación que el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, no se ha aplicado ya que ha presentado una moción en el Congreso sobre Cataluña, que será debatida la semana que viene, para que “los partidos se retraten” y digan si dan apoyo al Gobierno, a la legalidad y a la Justicia. Dicha proposición de ley cuenta ya con rechazos y reticencias de algunos grupos.

Falta de diputados

Arrimadas sigue intentando buscar apoyos a su iniciativa, aun a sabiendas de que no puede prosperar. La semana pasada constató que ni el líder del PSC, Miquel Iceta, ni el del PPC, Xavier García Albiol, estaban por la labor de darle en estos momentos el apoyo de sus respectivos grupos para que pueda siquiera registrar la iniciativa en el Parlament. A Ciudadanos le faltan dos diputados para cumplir con el requisito que exige el Reglamento: 27 firmas, o la de dos grupos parlamentarios.

Arrimadas ha seguido esta semana tanteando el terreno para ver si puede presentar la iniciativa cuya finalidad ya ha anticipado que es “forzar unas elecciones autonómicas que acaben con todo este despropósito”. El pasado miércoles se reunió finalmente con el líder de Catalunya Sí Que Es Pot, Lluís Rabell, tras el primer portazo que le había dado la coalición poco después de anunciar la moción de censura.

Fuentes del equipo de Arrimadas aseguran que la conversación se desarrolló en “un tono cordial” pero que Rabell le dijo “que veía complicado darle su apoyo”. En todo caso, “se emplazaron a seguir hablando”, según estas fuentes. La portavoz de Ciudadanos insiste en que “no se ha cerrado ninguna puerta”.

La líder catalana de la oposición ha presentado también una moción sobre el referéndum para el pleno del 20 de septiembre para reclamar al Govern que paralice inmediatamente los preparativos de la consulta. Junts pel Sí pretende que ese mismo día la Mesa de la Cámara, donde los independentistas tienen mayoría, apruebe no celebrar más plenos hasta después del 1 de octubre. 

En esa pugna está también el PP, que no quiere perder su hueco. El presidente del PP catalán, Xavier García Albiol, ha anunciado que su grupo va a pedir que la semana que viene haya un Pleno en el Parlament de política general con el fin de “poder debatir de los problemas reales” de los catalanes.

“No soportan que Inés sea la portavoz de la oposición”, aseguraba en el pasillo del Congreso el martes pasado un dirigente de la formación de Rivera.

La lectura en el Partido Popular es diferente. “Al igual que nos pareció una pérdida de tiempo la moción de censura que presentó Pablo Iglesias al presidente del Gobierno, no tiene sentido presentar una moción que todos sabemos que no va a fructificar. Antes se puede dar la batalla política de otras maneras”, añade un miembro de la dirección del partido.

En el Partido Popular se han tomado muy en serio que hay que mantener la imagen de unidad de los constitucionalistas ante el desafío independentista, de manera que no entran a comentar las críticas y ataques de los dirigentes de Ciudadanos. Sin embargo, en este caso los populares deslizan que el empuje de Arrimadas por la moción de censura solo responde a un interés electoralista con vistas a posicionarse para las próximas elecciones autonómicas.   

Elecciones anticipadas

El empeño de que haya ahora unas elecciones anticipadas, sin embargo, es visto con cierta preocupación por algunos dirigentes de la formación de Rivera. “Mantener allí los 25 escaños que tenemos sería todo un logro”, reconocen en la dirección nacional.

El objetivo de Ciudadanos es arañar votos al PP, partido al que ven cada vez “con menos fuelle” en Catalunya, mientras que esperan que lo que llaman “equidistancia” del PSC en el proceso independentista les pase factura.

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