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Ciudadanos, el voto de protesta que no cuestiona el sistema

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, durante un acto en Andalucía.

Luz Sanchis / Mario Pais Beiro

El partido de Albert Rivera ha triplicado su estimación de voto en los últimos seis meses y ha pasado de un 0,9% en julio a un 3,1% en enero de este año, según el CIS. El crecimiento de Ciudadanos, conocido ya como “el Podemos de la derecha”, asusta a UPyD, pero también al PP por los votos conservadores que puede llevarse en las próximas elecciones. Mucho más halagüeños son los resultados que anticipan otros sondeos, que lo sitúan entre el 12,2% de estimación de voto del estudio de Metroscopia para El País y un 13,4%, que es el dato indicado por el de MyWord para la SER.

¿Puede tener un crecimiento tan rápido o es la novedad? ¿Va a irrumpir en el Congreso y adelantar a UPyD? Los expertos en consultoría no se ponen de acuerdo. Los hay que creen que de un 3,1% en el CIS hace un mes no puede lograr ahora cifras por encima del 10%. “Creo que se está inflando un poquito, incluso en intención de voto”, opina Javier Sánchez, politólogo y consultor en comunicación política. “Nuestros datos indican que podría entrar en el Congreso como tercera fuerza y que en algunos sitios es opción de gobierno. Salimos a ganar”, indican fuentes del partido.

Dominio del marketing político

marketingEntre una y otra visión, el partido que lidera Rivera busca al votante desencantado con la política tradicional de los grandes partidos y huye, como Podemos, de la división entre izquierda y derecha que consideran caduca. Para Sánchez, “son muy hábiles en el manejo del marketing político” y en su exposición mediática en tertulias, donde Rivera se ha bregado desde hace años.

También han sabido venderse como un partido nuevo y de moda destinado a los más jóvenes, lo que este consultor define como un “producto cool y nice”, con una imagen “novedosa”, que provoca la simpatía en el electorado potencial y “cae bien” aunque muchos no conozcan su programa.

Frente a las acusaciones de superficialidad, en Ciudadanos sostienen que son mucho más que eso. “Puede existir el riesgo de que algunos lo consideren marketing, pero no es solo eso”. Este martes, Rivera y los economistas Luis Garicano y Manuel Conthe presentarán su programa económico. “Ahí se verá que no es solo marketing sino también conocimiento y propuestas estudiadas”, emplazan desde el partido.

El partido de la gente “que se cuida”

Esas etiquetas no sientan mal dentro del partido, donde llegan a definir a Ciudadanos como la formación “de una gente joven, preparada y que se cuida” y apuntan que entrará en el Congreso en las próximas generales directamente con grupo propio, como tercera fuerza en toda España. Fuentes de la formación defienden que, “aunque en un año con tanta incertidumbre” hay que tomar las encuestas con mucha prevención, “hoy votarían a Ciudadanos entre 3 y 3,5 millones de personas”. Otra cosa, reconocen, es que esta ascensión se mantenga hasta las elecciones.

Hinchados o no los datos, la transferencia de votos de otras formaciones a la que lidera Rivera parece clara. Del PP y de UPyD y, en menor medida, del PSOE. El último sondeo del CIS indicaba el mes pasado que un 3,6% de sus votos venían de personas que votaron al PP en las generales de 2011. Del partido de Rosa Díez, la proporción era mayor, un 4,3%. De los socialistas, la transferencia es mucho menor, un 0,9%. Por último, un 2,7% de los que votaron en blanco en 2011 y un 2,2% de los que se quedaron en casa.

“Igual que Podemos ocupa el lugar de IU, Ciudadanos lo hace con UPyD, y en Madrid puede acabar borrándolos del mapa”, subraya Sánchez, que también apunta que en Cataluña puede convertir al PP en un partido “residual” porque “tiene pinta de comérselo”. Los expertos coinciden en que los planes fallidos de coalición entre el partido de Rivera y el de Díez ya están pasando factura a la segunda mientras que el primero recoge beneficios.

Rivera es el preferido de algunos votantes que optaban incluso por Podemos como una forma de castigar al PP y al PSOE. Según fuentes internas, la subida de Ciudadanos en las encuestas detecta que plantea “lo mismo que Podemos pero de forma más sensata y con menos incógnitas” y con un discurso menos agresivo “a la hora de señalar al enemigo”.

Fran Carrillo, director de La Fábrica de Discursos y asesor del partido de Rivera, explica que su habilidad consiste en plantear la política también como una lucha contra la casta, un concepto que su líder utilizó antes que Pablo Iglesias pero que en Ciudadanos no se ha usado tanto como elemento arrojadizo con el que descalificar a cualquier rival. En cuanto a su ideario, se definen como “liberales con sensibilidad social”, una forma de explicar el capitalismo como sistema para conseguir recursos que sostengan servicios básicos como la educación y la sanidad.

Entrevistado por Ana Pastor el domingo en La Sexta, Rivera se mostró de acuerdo con el Gobierno en que los inmigrantes sin papeles solo deben aspirar a “un paquete básico de atención médica” por falta de tarjeta sanitaria. Sánchez detectó en su respuesta una “falta de valores que queda al aire en los que dicen no tener ideología”, como hace Rivera.

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