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Diputados socialistas piden a la dirección de Pedro Sánchez que se abra una reflexión tras el fracaso de Rajoy

Pedro Sánchez durante la rueda de prensa ofrecida tras reunirse con Rajoy.

Irene Castro

Lo que iba a ser una reunión de trámite del Grupo Parlamentario Socialista para tratar cuestiones técnicas se alargó más de lo previsto. El debate soterrado sobre qué debe hacer el PSOE para evitar terceras elecciones se trasladó a la reunión, en la que no estaba Pedro Sánchez, que no desvela cuáles son sus planes a partir del viernes. En la bancada que dirige están de acuerdo en que deben votar no en esta sesión de investidura de Mariano Rajoy, pero existe desconcierto sobre qué hacer una vez sea fallida. Diputados socialistas trasladaron a la dirección la necesidad de abrir una reflexión a partir del 2 de septiembre.

Siete diputados -Odón Elorza, Soraya Rodríguez, José María Barreda, Antonio Trevín, Ignacio Sánchez-Amor, Ciprià Císcar y Pere Joan Pons- tomaron la palabra para trasladar, en buena medida, que el PSOE debe tomar alguna iniciativa tras este proceso de investidura. La división palpada hasta ahora entre los barones socialistas que abogan por que Sánchez intente llegar a Moncloa y quienes creen que debe quedarse en la oposición y replantearse el rechazo inicial a Rajoy se vislumbra en el grupo.

Odón Elorza y el diputado balear apostaron claramente por que el PSOE intente “una alternativa programática reformista que pueda conducir a un gobierno”, según fuentes presentes en el encuentro. Ambos consideran que los socialistas deben eliminar las “líneas rojas” y dialogar con las fuerzas nacionalistas. Esa posibilidad preocupa en el sector más crítico con Sánchez, en el que consideran que -tras encadenar los dos peores resultados de la historia del partido- debe, como mínimo, quedarse en la oposición. “Con 85 diputados no se gobierna nada, se dimite”, coincidían varios dirigentes tras el 26J.

Otros parlamentarios apuestan por abrir la reflexión para replantearse en no a Rajoy y permitir que gobierne -como más claramente ha reconocido el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara-. El expresidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, se ha pronunciado tanto ante las cámaras como a puerta cerrada en esa misma línea. “Ahora tenemos claro que tenemos que votar que no”, ha asegurado el diputado, que ha matizado después que será necesario replantearse esa posición: “Dependerá de la coyuntura. No podemos estar en la cerrazón del no ya para siempre”.

El debate disgustó a la dirección parlamentaria, cuyo portavoz, Antonio Hernando, agradeció las intervenciones, pero contestó que los diputados no se encontraban en el Comité Federal, que es el órgano en el que se dirimen decisiones como las alianzas postelectorales. Es precisamente ese organismo el que algunos barones consideran que se debe celebrar una vez Rajoy haya fracasado. Será en ese cónclave, que Sánchez no ha descartado convocar, en el que se debatiría el posible cambio de posición del PSOE.

Barones y dirigentes, como José Luis Rodríguez Zapatero o los presidentes autonómicos Ximo Puig, Javier Lambán y Emiliano García-Page, han defendido públicamente la necesidad de convocar ese órgano para fijar el rumbo de la organización. Es la primera vez que ese debate se traslada directamente a la reunión de grupo parlamentario. De ahí que algunos de los intervinientes afearan la ausencia del secretario general. Hernando la excusó argumentando que estaba trabajando en su intervención del próximo miércoles para responder a Rajoy en su investidura.

“Hay un no que no cuadra, que es mentira: no intentarlo, no votar y no a terceras elecciones”, reflexiona un diputado que prefiere mantener el anonimato. “Hay que hacer el diagnóstico de que el PP nos cada 52 escaños y doce puntos o asumir que PNV y Convergència son de izquierdas y que la corrupción de Convergència es mejor que la del PP”, expresa: “Hay que abrir el debate de si el PSOE quiere hacer una oposición útil o inútil: útil permitiendo que haya gobierno y condicionando las políticas cada día o inútil yendo a elecciones y que Rajoy gane con mayoría absoluta”.

Sin embargo, en Ferraz han perdido el miedo a las terceras elecciones. “Es mejor elecciones que votar a Rajoy”, aseguran en el equipo de Sánchez en el que consideran, además, que el mantenimiento del rechazo les reforzaría en el electorado de izquierdas que en las últimas contiendas electorales se ha ido a Podemos.

Además, sostienen que los barones no forzarán un cambio de posición porque limitarían sus posibilidades de desbancar a Sánchez de la secretaría general: “Saben que la militancia está con el no”, dicen fuentes de la dirección. “Quien hace la abstención, la paga”, admitía a mediados de julio un presidente autonómico socialista. Más de un mes después el debate continúa y si Sánchez no desoye las peticiones que han realizado ahora algunos parlamentarios, se incrementará tras la investidura fallida de Rajoy,

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