Fernández Díaz ata el relevo por jubilación del comisario responsable de las maniobras contra Podemos
El mandato de Jorge Fernández Díaz en el Ministerio del Interior va a provocar convulsiones en la Policía hasta prácticamente el último día. Este lunes, contra todo pronóstico interno, ha salido a concurso la plaza del director adjunto operativo, esto es, de número dos del Cuerpo, ocupada estos cuatro últimos años por Eugenio Pino. El comisario se jubila el próximo 23 de junio, después de haber sido el responsable de la estrategia de investigar posibles delitos de la oposición política, tanto de los nacionalistas catalanes como de Podemos, sin control judicial.
La convocatoria de la plaza al frente de la Dirección Adjunta Operativa (DAO) no era la única opción para este gobierno en funciones. Para las semanas que restan hasta la formación de un nuevo gobierno, Interior podría haber dejado ejercer en funciones al subdirector de Recursos Humanos, al que corresponde el relevo por aparecer justo debajo del DAO en Boletín Oficinal del Estado.
Por ley, todas los cargos de la cúpula policial deben ser ofertados en concurso, excepto el de director general. La resolución publicada este lunes es por el método de “celeridad”: da siete días naturales a los aspirantes para que presenten su curriculum y, si lo desean, un escrito “alegando los méritos que consideren oportunos”. El puesto es de libre designación por lo que, de entre los comisarios principales que se presenten, el Ministerio del Interior elegirá a quien tenga decidido de antemano, reconocen fuentes policiales.
Con este movimiento, el ministro del Interior asegura la continuidad en su modo de entender la Policía y su utilización política, aunque él no repita en el puesto, algo que se da por seguro en el Departamento incluso si el PP lograr formar gobierno. Si así ocurre, un nuevo ministro del Interior se encontraría con que el comisario elegido para un puesto tan sensible ha sido elegido por su antecesor.
La otra opción posible, que el subdirector de Recursos Humanos actuara estos dos o tres meses como DAO en funciones, ya se utilizó al término de la pasada legislatura, cuando el hombre fuerte de la Policía con el PSOE, Miguel Ángel Fernández Chico, cayó gravemente enfermo. En esta ocasión, ha sido el ministro Fernández Díaz en persona quien ha ordenado convocar la plaza de un puesto tan relevante, precisan las fuentes consultadas.
El actual subdirector de Recursos Humanos, Antonio Rodríguez, se ha significado por desempeñar su puesto con independencia y eso no ha gustado a Eugenio Pino, con quien ha mantenido algunos enfrentamientos al negarse a adoptar decisiones impuestas en su ámbito que consideraba no se ajustaban a la norma, explican las citadas fuentes. Como viene ocurriendo en esta legislatura, el criterio del comisario Pino para que Rodríguez no le sustituyera en funciones ha sido adoptado fiinalmente por el ministro del Interior.
El comisario principal que resulte finalmente elegido DAO sucederá al hombre que ha dirigido la Policía con mano de hierro estos cuatro años, directamente enfrentado al director general, Ignacio Cosidó. Eugenio Pino colaboraba con el PP cuando estaba en la oposición y fue finalmente el señalado para enfrentar una legislatura que se prevía caliente en la calle. No en vano, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en las Unidades de Intervención Policial (UIP), que dirigió en el Gobierno de José María Aznar.
La “policía política” como legado
Sin embargo, el legado que deja es la utilización de la Policía para mermar a la oposición política. Pino creó una estructura secreta en el seno de la Dirección Adjunta Operativa (DAO) de la Policía que ha excedido las funciones que la ley atribuye al Cuerpo como policía judicial, esto es, a las órdenes de un juez. Con Pino al frente se han publicado informes sin firma, ni sello, procedentes de la DAO, con datos sin contrastar de supuesta corrupción de políticos separatistas que nunca llegaban al juzagado. Determinados medios de comunicación publicaban esos informes fantasma coincidiendo con fechas álgidas del proceso soberanista en Cataluña.
La estrategia se ha repetido en el último tramo de la legislatura contra Podemos. El conocido como Informe Pisa, despreciado por el Tribunal Supremo, o el testimonio de un confidente de la DEA, antiguo miembro del Gobierno venezolano, sobre la supuesta financiación del partido por parte de Caracas, son dos de los últimos episodios de lo que la oposición ha bautizado como “policía política” del PP.
El futuro de Pino también puede incurrir en la excepcionalidad. Fernández Díaz ha ofrecido al policía, que cumple 65 años en dos semanas y debe abandonar la Policía, un puesto como asesor en el Ministerio del Interior.
La sustitución de Pino a la carrera no es el único movimiento de Interior para condicionar el futuro de la Policía. El departamento de Jorge Fernández Díaz convocó un concurso para ascender a comisario principal, el rango más alto, que concluyó el mismo día de las anteriores elecciones generales. Esa convocatoria aludía a una inexistente carencia de policías de ese escalafón e incluía un nuevo criterio de selección que ha actuado de agujero para ubicar a los comisarios políticamente afines.