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Fallece Islam Karímov, presidente de Uzbekistán, tras varios días de rumores sobre su muerte
El Gobierno y el Parlamento de Uzbekistán han anunciado el fallecimiento del presidente del país, Islam Karímov, en un comunicado oficial conjunto. “El 2 de septiembre, después de una grave enfermedad, ha fallecido el destacado líder político, el presidente de Uzbekistán Islam Karímov”, señala el comunicado, que añade que el entierro tendrá lugar mañana en su ciudad natal, Samarkanda. El comunicado termina así con varios días de rumores sobre la muerte del dirigente.
Karímov, de 78 años, estaba hospitalizado desde el sábado pasado tras padecer un accidente cerebrovascular, y el Gobierno de Taskent, en un comunicado difundido, informó de que su estado era “crítico” tras haber sufrido un “grave deterioro” en su estado de salud en las últimas horas.
El dirigente, que ganó en 2015 sus cuartas elecciones presidenciales con más del 90 por ciento de los votos, como en las anteriores ocasiones, y que aplastó a la oposición, no deja nombrado a un sucesor, aunque el más probable candidato a retomar las riendas es el primer ministro Mirziyoyev, según los analistas. Karímov hizo de la lucha contra el integrismo islámico su bandera, y por ese objetivo sacrificó los derechos humanos más básicos de su pueblo.
La ONG Human Rights Watch ha afirmado que Karímov “deja un legado de represión política y religiosa” y señala que “su muerte representa una oportunidad para que los gobiernos afectados hagan presión por derechos humanos concretos y reformas democráticas”.
Recuerda que “durante los más de 26 años que Karimov gobernó en Uzbekistán fueron detenidas miles de personas por motivos políticos, se torturó rutinariamente a los detenidos y se obligó a millones de ciudadanos, niños incluidos, a cosechar algodón en condiciones abusivas”.