El Gobierno justifica el alquiler de camiones que dificultaron grabar la llegada de Rajoy a la Audiencia Nacional
El Gobierno justifica el alquiler de dos camiones que dificultaron a los periodistas grabar y fotografiar la llegada de Mariano Rajoy a la Audiencia Nacional el día que declaró como testigo en el juicio del caso Gürtel. Agentes de la Policía guiaron y colocaron los tráilers en la entrada de los coches de la sede judicial en San Fernando de Henares, en un lugar estratégico, en el que no había más vehículos, y en el que dificultaban a los reporteros gráficos tomar imágenes de la llegada y la salida del presidente del Gobierno.
En una respuesta por escrito al senador de Bildu Jon Iñarritu, el Ejecutivo justifica la colocación de los camiones y la enmarca dentro del dispositivo de seguridad que conllevó el desplazamiento de Rajoy a la Audiencia que siguió “los protocolos habituales de seguridad con el fin de garantizar la misma en el entorno donde debía desarrollarse la intervención del presidente”.
A pesar de que el parlamentario preguntó específicamente si esos camiones habían sido alquilados el pasado 26 de julio por las Fuerzas de Seguridad así como por su coste, el Gobierno elude responder y se limita a justificar su presencia –sin citarla– en el sistema de seguridad de Rajoy.
Fuentes policiales confirmaron ese mismo día a eldiario.es que esos camiones fueron alquilados por las Fuerzas de Seguridad, dependientes del Ministerio del Interior.
La colocación de esos vehículos dificultaron a los reporteros gráficos tener buen tiro de cámara ya que impedían que, salvo las personas que trabajaban en las unidades móviles que estaban en el camino de entrada, nadie más pudiera apostarse para tomar fotos: había que salir del perímetro que montó la policía. Aquel día no había más vehículos en el perímetro que rodea el edificio de la Audiencia Nacional.
El despliegue de medidas de seguridad fue inusual en la jornada de la declaración de Rajoy, incluso para tratarse de un acto en el que participa el presidente del Gobierno. Los agentes montaron un primer control de seguridad a 300 metros de la puerta de la Audiencia Nacional, donde se registraba las mochilas de los periodistas acreditados. Ya a la entrada de la sede había que atravesar otro control, el habitual para entrar al tribunal, donde las mochilas pasan por un escáner y hay que atravesar un arco detector de metales.
El PP alegó, en su intento de que Rajoy declarase por videoconferencia, que su desplazamiento necesitaba de unas medidas de seguridad extraordinarias. El tribunal se sorprendió de esa afirmación por ser la sede de la Audiencia Nacional un lugar más seguro que los “mercados” a los que Rajoy acude habitualmente durante las campañas electorales.