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El Gobierno libanés decide exportar la basura para poner fin a larga crisis
El Gobierno libanés ha decidido exportar la basura producida en el país, que será transportada por compañías extranjeras, para poner fin a la crisis que comenzó el pasado verano cuando se cerró el principal vertedero de la capital.
La medida fue adoptada anoche, después de varias horas de debate, como una solución “temporal” y, a pesar de la oposición de la Corriente Patriótica Libre, del general Michel Aun, y del Partido Kataeb, de Sami Gemayel.
“Ante la imposibilidad de encontrar soluciones en el interior del Líbano, se decidió adoptar el plan temporal (elaborado por) del ministro de Agricultura, Akram Chehayeb, y exportar la basura”, anunció el primer ministro, Tamam Salam.
Por su parte, Chehayeb explicó que el Gobierno encargó al Consejo para el Desarrollo y la Reconstrucción (CDR) adjudicar los contratos de este servicio a dos empresas extranjeras, las cuales deberán presentar una garantía bancaria y cumplir con la legislación internacional.
Referente al costo, precisó que será de 125 dólares cada tonelada de basura, pero que este se elevará hasta 212 dólares debido a que los residuos deben ser preparados en el Líbano para su exportación, y los gastos correrán por cuenta de la Caja Autónoma de los municipios.
Chehayeb informó de que los desechos acumulados desde el 17 de julio, cuando fue clausurado el vertedero de Naame, serán sacados del país, aunque no dijo cuándo.
Reveló que ingenieros británicos se encuentran actualmente en el Líbano, con la misión de inspeccionar los centros de recogida de Karantine y Amrusieh, donde serán seleccionados y preparados los residuos para su transporte.
El Gobierno no desveló cuáles son los empresas que se encargarán de esta misión, pero medios locales señalaron que entre ellas está la británica Chinook Urban Mining.
Al plan se opusieron los ministros de los dos principales partidos cristianos, así como los sectores de la sociedad civil, entre ellos los ecologistas, que consideran que existen soluciones locales para el problema de la basura.
Los grupos civiles siguieron anoche la reunión del Consejo de Ministros desde la Plaza Riad el Solh, en el centro de Beirut, y algunos de ellos aseguraron que continuarán su movimiento de protesta conocido como “Apestan”, que ha galvanizado el descontento social en torno a la crisis de la basura.
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