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Griñán asegura que las advertencias del interventor sobre los ERE nunca llegaron hasta él

José Antonio Griñán, a su llegada al Tribunal Supremo para declarar.

Pedro Águeda

El expresidente de la Junta de Andalucía y previamente consejero de Economía y Hacienda, José Antonio Griñán, aseguró este jueves en el Tribunal Supremo que nunca recibió los informes de la Intervención de la Junta advirtiendo de irregularidades en las transferencias de financiación que dan lugar al caso de los ERE. Según la explicación de Griñán, los informes no le llegaron mientras era consejero porque el interventor no les dio el carácter “de actuación”, lo que hubiera obligado a que fueran puestos en conocimiento del máximo responsable de la Consejería.

José Antonio Griñán fue consejero de Economía y Hacienda entre 2004 y 2009, en plena efervescencia del caso de los ERE. La trama se sirvió presuntamente de unas transferencias de financiación ordenadas desde la Consejería de Economía a las de Innovación y Empleo y que son los fondos que se utilizaron de forma irregular en el pago de los ERE.

El método, cuestionado por la jueza Mercedes Alaya, es perfectamente legal y lo utilizan todas las administraciones, según defendió Griñán esta mañana ante el instructor Alberto Jorge Barreiro. Según la exposición razonada que envió Alaya al Supremo, la Intervención de la Junta advirtió “hasta la saciedad” de las irregularidades del sistema. Al término de su declaración, Griñán declaró a los medios: “Yo no creo hubiera un gran plan, hubo un gran fraude y eso significa que algunos controles pudieron fallar, pero al final los cambios que se intgrodujeron cambiaron ambién las reglas de ejecución del gasto”.

Fuentes presentes en la declaración aseguraron que la de Griñán fue declaración muy técnica, en la que el imputado entró al detalle en los trámites de la Administración. Aun así, el expresidente de la Junta dejó claro que la gestión de los fondos que después se malversaron presuntamente no correspondía a su Consejería. La de Economía y Hacienda recaudaba y realizaba los presupuestos, pero no fiscalizaba a otros departamentos, explicó Griñán al salir del Supremo.

El caso de los ERE provocó la dimisión de Griñán como presidente de la Junta de Andalucía, aunque en ese momento el político socialista evitó reconocerlo. Ante Barreiro, Griñán confirmó lo que ya había dicho en una entrevista posterior a su dimisión, que se marchó por el caso de los ERE y porque no quería perjudicar la imagen del Gobierno andaluz y de su partido.

Según la jueza Alaya, la falta de controles en el seno de la Junta dio pie a que se concedieran ayudas por más dinero del que había disponible, generando un déficit presupuestario de 38,3 millones de euros en 2003, 93,6 millones en 2004 y 95,5 millones en 2006. Al respecto, Griñán declaró en el Supremo que el déficit que les preocupaba era el de la Consejería de Sanidad. Antes de subierse a un coche, el expresidente de la Junta apostilló: “El daño ya está hecho, todo ha sido una situación mala para mí y mi familia. Asumo mi responsabilidad política, ya la asumí en su momento, ha sido un calvario”.

La declaración de Griñán es la segunda que se produce en el Supremo por el caso de los ERE. Abrió la ronda de imputados el exconsejero de Empleo José Antonio Viera el pasado martes. Hasta el 21 de abril prestarán declaración, también por su condición de aforados, el expresidente Manuel Chaves y los exconsejeros de Presidencia Gaspar Zarrías y Mar Moreno. Aún resta también que la Guardia Civil entregue el informe que le ha reclamado el juez Alberto Jorge Barreiro.

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