La Guardia Civil asegura que las Diadas alimentaron el “odio hacia el Estado español”
La Guardia Civil dedica un apartado del último informe entregado en el Tribunal Supremo a las distintas movilizaciones ciudadanas que han apoyado en la calle el avance del procés. En ellas, y en especial en las Diadas de los últimos años, “se inculcó un peligroso germen de sentimiento de rechazo, cuando no odio, hacia el Estado español y las instituciones que lo representan”, escriben los agentes.
Ese informe, entregado al juez del Supremo Pablo Llarena, que instruye la causa por rebelión contra los líderes del independentismo, la Guardia Civil señala a Marta Rovira, Artus Mas o Anna Gabriel como algunas de las personas que “diseñaron, orientaron, dirigieron y controlaron” los planes para la independencia“. En esa hoja de ruta, han insistido los agentes y la Fiscalía durante la investigación, fue crucial la movilización en las calles.
“A pesar de las decisiones del Tribunal Constitucional, los actores independentistas continuaron con su hoja de ruta hacia la independencia respaldado con movilizaciones, movimientos y manifestaciones ciudadanas”, escriben los agentes al inicio del epígrafe dedicado a las “movilizaciones sociales”.
En esas demostraciones de apoyo ciudadano al proceso independentista, además de alimentarse “el odio” hacia España, se hicieron llamamientos “para ejecutar una permanente estrategia de desobediencia debidamente planificada”. “Todo ello dibujado bajo la estela de una pseudolegalidad que supuestamente amparaba el derecho de autodeterminación”, añaden los investigadores.
De nuevo, como en anteriores informes, apuntan a la responsabilidad de ANC, Òmnium y la AMI (Asociación de Municipios por la Independencia), que se dedicaron a organizar movilizaciones “que incrementaban el ánimo de los ciudadanos independentistas persiguiendo con las mismas lograr internacionalizar lo que entienden que es un conflicto con el Estado español”.
Los agentes se detienen en las Diadas -que se celebran cada 11 de septiembre- de los dos últimos años, en las que “los ahora encarcelados” Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, líderes de ANC y Òmnium, junto con otros parlamentarios “alentaron a las masas contra lo que entendían que era la figurada opresión de la justicia española”.
Los agentes hace una relación de las distintas movilizaciones en las que, apuntan, en el desarrollo de la investigación se podría determinar que “tenían por finalidad intimidar, menoscabar, amedrentar e incluso violentar derechos y libertades constitucionales”.
El repaso comienza por la Diada de 2013 y menciona también otras movilizaciones como las que se convocaron en respuesta a decisiones judiciales contra el proceso independentista. En todas ellas se reseñan algunas intervenciones de los líderes ahora investigados.
Los agentes enmarcan dentro de esas concentraciones los sucesos frente a la Consejería de Economía del pasado mes de septiembre, cuando se desarrollaba una operación policial contra la celebración del referéndum. La manifestación, que incluyó el destrozo de vehículos de la Guardia Civil y dificultó el trabajo de la comisión judicial, motivó la primera denuncia de la Fiscalía por sedición.
Los agentes también incluyen en sus lista de movilizaciones las huelgas de estudiantes, el propio referéndum del 1-O, los actos de escrache a agentes de Policía y Guardia Civil en algunas localidades catalanas, las manifestaciones para pedir la libertad de los presos y hasta la reciente concentración en Bruselas en la que participó Carles Puigdemont.