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Herrera trata de rebajar la división en el PP de Castilla y León tras las primarias que conducen a la bicefalia

Herrera quiere una candidatura de integración para el PP CyL y destaca que tanto Mañueco como Silván son "ganadores"

Rodrigo Ponce de León

El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha tratado de rebajar la división que se impone el el Partido Popular de Castilla y León tras la derrota de su candidato, Antonio Silván, en las primarias por la presidencia del Partido Popular de Castilla y León. Herrera ha rehusado criticar el proceso de primarias pero ha recordado que “como un hijo del dedazo. Soy un producto del dedazo que no ha salido del todo mal”.

El alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, se ha convertido en candidato único a la Presidencia del PP de Castilla y León para suceder a Juan Vicente Herrera desde el pasado viernes. Mañueco ganó las primarias con el 67,59% de los votos, frente al 31,50% cosechado por el alcalde de León, Antonio Silván, candidato del presidente de la Junta.

Fernández Mañueco es el candidato designado por el vicesecretario de organización del PP, Fernando Martínez Maillo, enemigo declarado de Herrera en las pugnas internas del partido en Castilla y León.

“Creo que es bastante peor los partidos que no tienen ninguna cabeza, lo que se plantea es que pueden coexistir dos cabezas, dos responsables, uno al frente del partido y otro al frente del Gobierno regional”, ha insistido Herrera al llegar al Congreso Regional del PP de Madrid, en el que participa para arropar a la que será la presidenta del partido en esta región, Cristina Cifuentes.

Sin embargo, desde el partido se intentó desde el primer momento que se volviera a presentar Juan Vicente Herrera para que no se diera la bicefalia. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, trató de convencer sin éxito al presidente de la Junta de Castilla y León para que repitiera al frente del partido. Las desavenencias entre Herrera y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pesaron demasiado.

Ahora, Herrera busca que el próximo 1 de abril el cónclave del PP de Castilla y León se convierta en “un congreso de unidad y que el partido salga fortalecido” a través de “la constitución de una candidatura de integración”. Un objetivo difícil cuando el partido está tan dividido.

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