Igualdad evita condenar a León de la Riva y deriva la responsabilidad al PP
Toda la reacción oficial del ministerio de Ana Mato sobre la polémica levantada por las palabras de Javier Léon de la Riva acerca de las violaciones falsas es una condena a la violencia de género, pero sin ninguna referencia concreta al alcalde de Valladolid. Un portavoz de Igualdad ha explicado a eldiario.es que la “postura oficial del ministerio es querer aunar esfuerzos para que toda la sociedad condene los actos de violencia de género y trabaje por una sociedad más igualitaria”. ¿El argumento? Que es una cuestión del partido y que desautorizar a León de la Riva por su machismo no entra dentro de las competencias de la ministra de Igualdad.
Las declaraciones de De la Riva que han provocado el escándalo se enmarcan en una entrevista sobre la presunta violación múltiple a una joven en Málaga. En ese momento, el alcalde de Valladolid confesó que vive con “reparos” la situación de compartir ascensor con una mujer por si ésta quiere “buscarle las vueltas” y decide “arrancarse el sujetador o la falda y salir dando gritos” para culparle de intento de agresión“.
Hasta ahora, la única reacción oficial ha sido la de la Secretaria de Estado de Igualdad, Susana Camarero, que llamó la atención desde su cuenta de Twitter sobre la necesidad de que todos los cargos públicos “den ejemplo” con sus declaraciones y añadió “de todos los partidos”. Camarero difundió su tuit, un cuarto de hora después de haber censurado de forma mucho más clara al socialista Emiliano García-Page, a quien llamó “machista” por decir que Mª Dolores de Cospedal “no sabe pasar la aspiradora” en referencia a la limpieza del PP en el caso Bárcenas.
“La postura del ministerio es muy clara, eso hay que hablarlo con el partido”, expresó un miembro del equipo de comunicación de Mato. De esta forma, la ministra no difundirá ningún tipo de comunicado en el que critique a De la Riva por sus declaraciones. Según su equipo, si este episodio se hubiera producido en un mes en el que hubiera actividad en el Congreso y los periodistas preguntaran su opinión a la ministra, ella la diría y lo censuraría.
