El líder de JNC apuesta por definir CDC como “independentista, sin matices”

El secretario general de la Joventut Nacionalista de Catalunya (JNC), Sergi Miquel, ha apostado hoy por definir la nueva Convergència como un partido “independentista, sin matices”, y se ha mostrado en contra de abrir “debates extraños” sobre si hay que “recular” en este asunto.

En una entrevista con Efe, Miquel ha recalcado que en su defensa de la independencia Convergència no puede ser “ambigua” y, por eso, se ha mostrado tajante a la hora de pronunciarse sobre si el nuevo partido que surja del proceso de refundación debe definirse como independentista: “Sí, clarísimo, al 500 por ciento, sin matices. Este es un debate superado”.

Miquel, que como líder de las juventudes de CDC participa en los órganos de dirección convergentes, ha negado que su partido pueda ser considerado menos independentista que ERC o la CUP.

“Somos un partido claramente independentista, que se diferencia de otros partidos independentistas porque ideológicamente estamos ubicados en otro espacio, pero en ningún caso nos diferenciamos de ellos por ser ambiguos en este sentido”, ha subrayado.

Según Miquel, Convergència es “clara” en su posicionamiento en favor de la independencia y no tiene que “vacilar” por si esto le da “más o menos votos”.

Después de que el expresidente de la Generalitat Artur Mas asegurara que CDC no debe ser considerado un partido “estrictamente independentista”, Miquel ha lamentado que se “malinterpretaran” sus palabras como si los convergentes estuviesen dando marcha atrás y se ha felicitado por el hecho de que el propio Mas lo “desmintiera”.

También cree que fueron “malinterpretadas” las palabras del conseller Josep Rull cuando dijo que en CDC cabían los partidarios del 'no' a la independencia: lo que a su juicio quiso decir es que, en una Cataluña independiente, Convergencia debería ser “atractiva” también para quienes hoy se oponen a esta opción.

“A Rull no se le puede cuestionar su independentismo ni se le puede imputar un giro del partido hacia un espacio que no sea el independentismo”, ha remarcado Miquel, que ha indicado que a la JNC “le toca velar” por evitar que el partido haga “movimientos extraños en contra de la voluntad de la militancia” en este sentido.

Sobre el nombre del nuevo partido refundado, ha opinado que lo importante no es el debate sobre las siglas, una cuestión ligada “estrictamente al marketing”, sino la renovación de sus estructuras.

“El debate no debe ser sobre el nombre, porque al final si cambiamos el nombre pero las personas acaban siendo las mismas seguramente habremos hecho un ejercicio estético pero no de transformación del instrumento, que es lo que deberíamos estar discutiendo ahora”, ha destacado.

En cuanto a quién debería liderar el futuro partido, además de apostar firmemente por las primarias, ha asegurado que la JNC se mantendrá “neutral” en este pulso.

“De la misma manera que creo que es un error que los territorios se organicen para dar apoyo a determinados candidatos, creo que sería un error que la JNC ejerciera de 'lobby' en este sentido”, ha reflexionado Miquel, que ha argumentado que cada militante de las juventudes del partido ya sabrá discernir cuál de los candidatos en liza se aproxima más a las propuestas de la JNC.

El pasado 5 de marzo, la JNC trasladó a Mas un documento de propuestas para la refundación del partido titulado “Rompiendo el hielo. Bases para la construcción de un nuevo instrumento político del siglo XXI”, que sugiere por ejemplo “consultas vinculantes a toda la militancia” para tomar “grandes decisiones” como coaliciones electorales o apoyo a leyes trascendentes.

También plantea elegir a través de primarias a todos los cargos ejecutivos del partido y Miquel también vería con buenos ojos esta fórmula para escoger al candidato a la Generalitat.

Ante casos de corrupción que salpiquen a cargos del partido, la JNC propone “apartarlos temporalmente”, una medida “tan injusta como necesaria”, según Miquel, pero que permitiría a Convergència “curarse en salud” en situaciones con “impacto mediático”.