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Los pagos a Arenas indican que el PP usó dinero B para completar el salario a sus ministros

Los pagos a Javier Arenas. Gráfico: Belén Picazo

Gonzalo Cortizo

Alta remuneración constante en modo de tarifa plana. Ese parece el símil más visual para describir la fotografía laboral de quien dirigió el Ministerio de Trabajo y lo ha sido casi todo en el Partido Popular. El caso de Javier Arenas parece un paradigma de un PP en el que muchos cobraban casi siempre lo mismo, con independencia de los cargos que ocupasen: cuando estaban en el Gobierno, el dinero llegaba de fondos públicos; cuando no, Bárcenas se encargaba de redondear las nóminas con la caja B.

A esta polémica cuestión deberá contestar Rajoy este viernes en su forzada comparecencia parlamentaria. El presidente del Gobierno tendrá que explicar cuánto hay de verdad en las acusaciones de su extesorero quien, tras entrar en prisión, ha decidido poner al descubierto los mecanismos contables de un grupo de privilegiados de la política a los que el servicio público les ha salido muy rentable hasta la fecha. Entre ellos, Arenas o el propio Rajoy.

El estudio de las retribuciones de Javier Arenas permite evidenciar el uso dado por el PP a las cajas A y B del partido para retribuir a sus máximos dirigentes, echando mano de una u otra en función de la asunción o abandono de responsabilidades parlamentarias o gubernamentales.

A modo de resumen y según la documentación oficial y la aportada por Bárcenas al juez Ruz, el Partido Popular utilizaba los pagos en B para sortear la ley que prohíbe a un ministro cobrar más de un salario. El objetivo, según el análisis de esa documentación, parece evidente: cobrar siempre grandes cantidades solo reservadas para un selecto club de elegidos. En ese modus operandi se incluye, como informó eldiario.es, el pago de remuneraciones en especie: pisos pagados, comidas en restaurantes de lujo, viajes, etc.

El análisis de las cuentas de Arenas arranca en 1991, ante la inexistencia de datos previos sobre la contabilidad popular en ejercicios anteriores. A partir de ese año puede observarse cómo se sistematizan los pagos de sobresueldos, en principio por distintos conceptos (años 1991 y 1992, en los que se perciben pagos por dietas o trabajos de colaboración) y a partir de mediados de 1992 en concepto de gastos de representación. En los años 1992 y 1993, Arenas también percibe retribuciones en especie por utilización de vivienda, 2,8 y 3,4 millones de pesetas respectivamente, pagos que también pueden rastrearse en el año 2000 (5,3 millones de pesetas).

En ese período inicial, hasta enero de 1996, Arenas ocupa una vicesecretaría general del PP. Además, será diputado en el Congreso hasta junio de 1994, cuando lo deja para presentarse como candidato en las Autonómicas de Andalucía de ese mes. Desde entonces y hasta su entrada en el Gobierno ejercerá como diputado autonómico y senador.

La contabilidad B de Luis Bárcenas únicamente refleja dos pagos a Arenas en ese período: uno de 600.000 pesetas en septiembre de 1993 y otro de 700.000 pesetas en junio de 1994, dirigidos a compensar la campaña de la renta.

1996: Año clave

En 1996 el Partido Popular le paga a Javier Arenas gastos de representación hasta el 17 de mayo por importe total de 2.143.420 pesetas. Ese ingreso constituye una irregularidad en sí mismo dado que el último pago es posterior a su fecha de nombramiento como ministro de Trabajo, el 5 de mayo.

En la medida en que la entrada de Arenas en el Gobierno supone una reducción de sus ingresos, en 1997 comienzan a funcionar los pagos en B de Bárcenas, según la documentación aportada por el extesorero. Bárcenas apunta en enero de 1997 un pago de 3,2 millones de pesetas referente al período mayo-diciembre del año anterior, justo el período de gobierno en el que ya no se podían hacer transferencias desde la contabilidad oficial por gastos de representación por los impedimentos legales ya señalados.

En segundo lugar, y por el resto de 1997, Bárcenas abona a Arenas un total de 4,8 millones de pesetas, misma cantidad que percibe en 1998 y que habría percibido en 1999 si no hubiese cesado como ministro en enero para asumir la Secretaría General del PP. Ese año 1999 sólo percibe de la contabilidad B 2,7 millones de pesetas por el primer semestre, dado que desde enero el PP ya puede volver a pagarle directamente desde la contabilidad oficial: en concreto 32 millones de pesetas.

En marzo del año 2000 Arenas es elegido diputado en el Congreso. Al contar con una nueva fuente de ingresos, los pagos procedentes de la contabilidad oficial del PP se reducen a 17,8 millones de pesetas. Y Bárcenas deja de usar la caja B para redondear la nómina de Arenas. En el año 2001 se reproduce el mismo patrón.

Todo vuelve a cambiar en 2002. En junio de ese año Arenas es nombrado ministro de Administraciones Públicas, con lo que vuelven a entrar en juego los sobresueldos en negro para compensar la caída de ingresos que lleva aparejada la asunción del cargo público. Así queda de nuevo reflejado en los datos aportados por Bárcenas al juez Pablo Ruz. A partir de julio de ese año, los pagos en negro sumarán 43.250 euros hasta final de año, lo que permitirá, junto al resto de fuentes de ingresos legales, mantener un nivel de ingresos muy similar del año 2001.

En 2003 sucede lo mismo: los sobresueldos en negro ascienden a 40.300 euros, que permiten mantener los ingresos de Arenas por encima de los 135.000 euros de los últimos años.

Sin embargo, en el año 2004 su salida de la cúpula de poder del PP en el congreso que el PP celebró en octubre llevará aparejada la pérdida de los sobresueldos en negro. En concreto, sólo percibirá los relativos a los dos primeros trimestres del año: en total, 19.800 euros.

En la medida en que las retribuciones como parlamentario, las indemnizaciones por incompatibilidades y los propios pagos desde la contabilidad oficial del PP permiten mantener un alto nivel de ingresos a Arenas, los años 2005 y 2006 no registran entradas de dinero procedentes de la contabilidad B.

Sin embargo, en 2007, es significativo que una vez agotados los ingresos derivados de la ley de incompatibilidades en el mes de mayo, la contabilidad B de Bárcenas vuelve a ponerse en marcha y, así, en el mes de junio registra un pago de 30.000 euros para Arenas. Es el último apunte de la contabilidad B referente a Javier Arenas, lo que no significa una reducción de ingresos para el político andaluz: la falta de esos ingresos en B se compensarán en los tres años siguientes con subidas de lo que percibe directamente del partido hasta alcanzar un tope de 106.000 euros en 2009.

El análisis de estos datos revela la existencia de vasos comunicantes en los pagos que el PP realiza a sus altos cargos en A o en B. La conclusiones extraídas en los párrafos anteriores corresponden a la observancia de las cuentas oficiales del PP y a sus cotejos con lo que Bárcenas dijo haber pagado a los altos cargos del partido en metálico con dinero que, en ocasiones, escondían en cajas de puros vacías.

El PP ha establecido un perfecto sistema de retribución para sus altos cargos que le permite garantizarles un nivel alto de emolumentos independientemente de las responsabilidades que estos vayan adquiriendo y de los vaivenes que este hecho supone en sus percepciones, mediante el uso de sus cajas A y B y en función de las imposiciones legales. De todo ello tendrá que dar expliaciones Mariano Rajoy en la sesión plenaria que en esta ocasión se celebrará en el Senado.

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