El banco Lazard ingresó 6,1 millones a Rato en una cuenta de un paraíso fiscal
La declaración de Rodrigo Rato este jueves en la Audiencia Nacional deparó una sorpresa a casi todos los presentes en la sala de vistas. Preguntaba el fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón y, justo antes de terminar su interrogatorio sobre las tarjetas 'black', se interesó por el motivo de una transferencia recibida en 2011 en una cuenta a nombre de Rato, por valor de 6 millones de euros, procedente del banco de inversión Lazard. El imputado, que trabajó en ese banco entre 2007 y 2010, respondió que se trataba de la ejecución de un canje de acciones con las que la entidad le había retribuido en 2008 y cuya fecha de vencimiento era el año declarado. Según ha podido saber eldiario.es, se trata de algo más de 6,1 millones de euros ingresados por Lazard en una cuenta abierta por Rato en un banco radicado en un paraíso fiscal del territorio europeo.
La pregunta sorprendió a todos, excepto al juez Fernando Andreu. El instructor del ‘caso Bankia’ conocía el dato, que llegó recientemente a la Fiscalía Anticorrupción en el marco de otras pesquisas que no se centran en Rodrigo Rato. Antes de la declaración de este jueves, los investigadores tuvieron tiempo de comprobar que el exvicepresidente del Gobierno declaró ese ingreso en su declaración del año 2011 y que Lazard hizo lo propio, precisaron las fuentes consultadas. Por eso, los próximos movimientos de Anticorrupción se centrarán en comprobar la coartada de Rato acerca de un pago en diferido a través de ‘stock options’. El hecho de tener dinero en el extranjero, aun en un país considerado paraíso fiscal, no es delito si se declara a Hacienda.
El interés de Andreu y Anticorrupción por la relación de Rato con Lazard y del banco con la salida a bolsa de Bankia no es nuevo. Con Rato de presidente, la entidad española pagó 2 millones de euros al banco con sede en Londres para que le buscara inversores internacionales para su salida a bolsa, que finalmente tuvo lugar en julio de 2011. Lazard se llevó otro millón y medio por asesoramiento y, finalmente, en marzo de 2012 alcanzó un acuerdo con Bankia por 10,6 millones de euros por estudiar posibles fusiones con Banca Cívica, Unicaja y Liberbank. Ninguna de ellas se terminó llevando a cabo. En total, Lazard obtuvo 14,1 millones de euros con Rodrigo Rato de presidente de la entidad, rescatada en mayo de 2012 con 23.500 millones de dinero público.
El interés de Andreu y Anticorrupción creció aún más cuando constataron que Rato había mentido en su primera declaración como imputado del ‘caso Bankia’. Cuando Andreu le interrogó el 20 de diciembre de 2013 por la fusión de las siete cajas y la salida a bolsa de Bankia, Rato negó cualquier vínculo comercial con el presidente de Lazard, Jaime Castellanos. Después de eso, la acusación popular, ejercida por UPyD, presentó documentación que desmentía a Rato. Los abogados del exvicepresidente del Gobierno reaccionaron trasladando un escrito en el Juzgado en el que su cliente se desdecía.
Cuando Rato recurrió a Lazard, el banco de inversión no era ningún desconocido para el presidente de Bankia. Rodrigo Rato había fichado por la entidad en 2007, después de su precipitada salida del Fondo Monetario Internacional. Y en el banco de inversión trabajó como director gerente de Inversiones Bancarias hasta Mariano Rajoy se impuso a Esperanza Aguirre en la guerra por la sucesión de Blesa en Caja Madrid, resultando Rato nuevo presidente en detrimento de Ignacio González. Rato cobró un millón de dólares anuales durante su etapa en Lazard, más una variable en función de resultados. Durante aquella etapa, el exvicepresidente económico de Aznar simultaneó ese trabajo con la asesoría internacional del Banco de Santander y distintas colaboraciones para Criteria, el holding industrial de La Caixa. En la época se barajó por fuentes del mercado que su sueldo en Lazard rondaba los tres millones de euros.
Además, el presidente de Lazard, con el que Rato negó primero y admitió después relación comercial, es amigo del aún militante del PP desde hace muchos años. UPyD pensó que eran argumentos más que suficientes para que Castellanos declarara como testigo en el caso Bankia. Y así ocurrió el 19 de febrero de 2013.
De notario, el primo de Gallardón
Durante esa declaración, Castellanos confirmó que había creado en 2009 junto a Rato la sociedad Paracuga SL, dedicada a inversiones inmobiliarias, pero que no había tenido ninguna actividad y que en el momento de la declaración se encontraba en fase de liquidación. Además, ambos formaban parte de una comunidad de bienes propietaria de un local en un centro comercial de Alcorcón que tienen arrendado a Mercadona. Según documentación incorporada a la causa, a la que ha tenido acceso esta redacción, el notario que certificó la creación de la sociedad en 2009 fue Miguel Ruiz Gallardón, primo del exministro de Justicia.
Se da la circunstancia que Paracuga tenía su domicilio social en la residencia de Miguel Temboury, actual subsecretario de Economía, en el centro de Madrid. Miguel Temboury tiene reservado cierto protagonismo en el caso Bankia. Se trata de la persona elegida por el Gobierno para negociar el denominado Plan Rato 2, cuyo rechazo por parte de Luis de Guindos terminó provocando el rescate de la entidad financiera. Temboury declaró ante el juez Andreu como testigo el pasado julio dentro de la pieza separada de las preferentes.
Se da la circunstancia de que Temboury es yerno de Miguel Corsini, expresidente de Renfe y exconsejero de Caja Madrid. Corsini está en la relación de usuarios de las tarjetas black y según informó El País, fue uno de los consejeros que devolvió el dinero motu proprio antes de que la investigación saliera a la luz, lo que alimenta las sospechas de que alguien le filtrara la noticia.