Luis Alegre: “El reto es dotar de mecanismos democráticos y transparentes a esta ola de entusiasmo”
Luis Alegre tiene un trabajo ingente por delante. Desde hoy tiene el cometido de coordinar el equipo de trabajo que organice la asamblea fundacional de Podemos, prevista para otoño. Alegre cuenta con la legitimidad de la votación que ha dado a su lista, auspiciada por el propio Pablo Iglesias, un 86% de los más de 55.000 sufragios emitidos. Atiende a eldiario.es mientras se desarrolla el primer encuentro de todos los círculos del partido, que se celebra en Madrid.
La lista auspiciada por Pablo Iglesias y en la que está usted ha ganado la elección para organizar la asamblea de otoño. ¿Cómo valora el proceso?ha ganado la elección para organizar la asamblea
Muestra una vez más el anhelo de participación de la gente y el entusiasmo que se ha generado y eso nos enorgullece. Es sorprendente que para una cuestión que tiene que ver con la elección de un equipo de trabajo cuya misión es convocar a una asamblea ciudadana constituyente hayan participado 55.000 personas.
55.000 personas son aproximadamente una cuarta parte de los militantes llamados a participar en el congreso que elegirá al futuro secretario general del PSOE. ¿Supone esta cifra un salto cualitativo para Podemos?
Lo que marca la diferencia es el método. Sean grandes o pequeñas, las organizaciones viejas tienen sus inercias: luchas territoriales y de familia y peleas sobre el control de los censos. Para nosotros la clave es que todo quede refrendado en una convocatoria ciudadana y amplia y abierta.
En la última semana también han surgido algunos problemas en Podemos con el sistema de elección del equipo de trabajo y por el poco tiempo que ha habido para prepararlo. ¿Se enfrenta Podemos a un problema de magnitud por el éxito que ha tenido?
Es verdad que somos un movimiento de reciente creación que ha despertado una ola de entusiasmo inmensa. Se han creado cientos de círculos nuevos, se ha multiplicado el número de gente que participa y nos llegan miles de propuestas de colaboración. Ahora el gran reto es componer todo esto y dotarlo de mecanismos democráticos y transparentes. Ese es el gran reto que tenemos para la asamblea de otoño.
Ese es precisamente la misión que tiene que hacer el equipo presentado hoy y del que usted es coordinador. ¿Cuál va a ser a grandes rasgos su labor?
Garantizar las cuestiones logísticas necesarias para convocar un evento de esta magnitud. Por otro lado, con carácter fundamental, establecer los mecanismos de comunicación para recibir propuestas y someterlas a votación tanto con los círculos como con la gente que esté dispuesta a colaborar. Debemos conseguir que para la asamblea de otoño las discusiones lleguen ya maduras y se convierta en un espacio donde se pueda deliberar y decidir.
¿Cómo fue el proceso de confección de la lista?
La iniciativa fue del comité de campaña. El objetivo era buscar perfiles técnicos imprescindibles y cierta diversidad territorial. La intención es montar equipos de trabajo homogéneos; los miembros del equipo son personas que han colaborado ya juntas y tienen dinámicas de trabajo previas. No se trata de un órgano de dirección ni de representación, sino puramente ejecutivo cuyo cometido es convocar la asamblea de otoño.
Para esa asamblea de otoño no hay fecha concreta, ¿no cree que a Podemos le puede pillar el toro de cara a las municipales y autonómicas de mayo del año que viene?
Intentaremos hacerlo todo lo antes posible asumiendo que se ha condensado el tiempo histórico por los acontecimientos. La crisis de legitimidad de las instituciones se está acrecentando, por lo que asumimos que los ritmos con los que vamos a trabajar son vertiginosos. Vamos a intentar hacer todo lo más rápido posible para estar a la altura de los retos con los que nos enfrentamos.
Desde el 25M uno de los asuntos que está sobre la mesa es la confluencia de los partidos y movimientos que abogan por un proceso constituyente. ¿Han empezado ya en el grupo promotor a hablar de este proceso?
Lo que le da miedo a la casta no es la izquierda, sino la gente. Podemos surge como una herramienta de empoderamiento popular y ciudadano y en ese sentido tendemos la mano a todas las organizaciones y movimientos que estén en esta misma clave de recuperar la soberanía por parte de los ciudadanos. Ahora bien, hay cosas que forman parte de nuestro ADN y a las que no podemos renunciar. Cualquier cosa que se pueda proponer tendrá que tener siempre el perfil de una convocatoria abierta y con participación ciudadana: con primarias y programas participativos. El único escenario imposible es presentarnos con listas o candidaturas que se hayan cerrado entre cúpulas.
Sin embargo, cuando lleguen a las instituciones tendrán que tomar decisiones más allá de la confección de una lista. En un ayuntamiento o asamblea regional habrá sesiones de investidura y Podemos tendrá que decidir si con su voto o su abstención da una alcaldía o presidencia de comunidad autónoma a un partido u otro. ¿Existe alguna línea roja en este sentido?
Las líneas rojas son la democracia y la participación ciudadana. Yo, como coordinador del equipo que se constituye hoy, no soy voz autorizada para marcar ninguna línea sobre eso. Cuando estemos en ese escenario tendremos una organización constituida, con órganos representativos y ejecutivos, pero está por construir. Todo eso se discutirá en la asamblea de otoño.