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Webs de ultraderecha reavivan el chantaje de Manos Limpias contra el Santander con el bulo del asesinato de Botín

Luis Pineda, presidente de Ausbanc.

José Precedo

El pseudosindicato Manos Limpias intentó extorsionar al Banco Santander usando una denuncia de un particular que acusaba a Ana Patricia Botín, a su madre, Paloma O'Shea y a personal de seguridad de la entidad, de urdir el asesinato de Emilio Botín que según el escrito habría sido ejecutado por un narco colombiano llamado Jesús Samper Gaviria. La querella fue rápidamente archivada en la Audiencia Nacional en 2015 por falta de pruebas pero Manos Limpias intentó aprovechar la judicialización de la muerte de Botín para extorsionar al banco a cambio de no personarse y ejercer de acusación en el caso.

Todo arranca en la primavera de 2015, con una denuncia del empresario Juan Muñoz Bloise –con intereses en el sector de la comunicación y varios diarios confidenciales– que trataba de demostrar que la muerte del presidente del Banco Santander el 10 de septiembre de 2014 fue en realidad un asesinato planificado por sus familiares más directos y por el personal de seguridad del banco.

Juan Muñoz Bloise –administrador único en sociedades vinculadas al sector de la información como Euro 2000 Press Diario Digital, SL, Pentágono Comunicaciones SL, Confidencial Press SL y presidente de la sociedad Ediciones del Eterno Retorno SA– presentó a través de un notario primero ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y después directamente ante la Audiencia Nacional un abracadabrante relato de dos folios en los que señalaba que tres individuos habían suministrado una dosis mortal de penicilina que le causó la muerte al banquero, enfermo de diabetes.

“El banquero cántabro no murió de un infarto legal [sic] tal y como se ha querido hacer ver a la opinión pública sino que fue vilmente asesinado en su despacho de la ciudad financiera del Santander, situada en el municipio de Boadilla del Monte”, arranca la denuncia, a la que ha tenido acceso eldiario.es y que no ha tenido más recorrido en los tribunales que un par de diligencias de trámite ordenadas por el juez Santiago Pedraz. Luego cerró definitivamente la causa por falta de pruebas. 

Tanto el acta de defunción como las diligencias judiciales señalaron que Botín murió por causas naturales: un infarto. Esa misma semana, antes de su muerte, había cancelado gran parte de su agenda porque se encontraba enfermo.

Según fuentes de aquella investigación nunca hubo caso, puesto que el denunciante no aportó ningún indicio de sus gravísimas acusaciones. Pero la judicialización de la muerte del banquero sirvió al pseudosindicato Manos Limpias para chantajear al Santander. Lo apunta el propio juez Pedraz en un auto del pasado 30 de octubre sobre la investigación que ha llevado a prisión a Luis Pineda, presidente de la supuesta entidad sin ánimo de lucro Ausbanc, y a Miguel Bernad, secretario general de Manos Limpias, por sus maniobras de extorsión.

Ambos están procesados por los delitos de estafa, extorsión, amenazas, administración desleal, fraude en subvenciones y pertenencia a organización criminal.

A la hora de enumerar los distintos episodios en los que Manos Limpias trató de chantajear a empresas y entidades bancarias a cambio de no acusarles en los tribunales, el juez de la Audiencia Nacional señala el caso del Santander: “Luis Pineda empleó su influencia y peso en Manos Limpias para que por parte del sindicato no se continuasen las acciones que se tenían previstas en relación a la denuncia por el presunto asesinato de Emilio Botín, y así de aprovechar la petición de financiación vía convenio publicitario con el Banco de Santander”. 

El auto de Pedraz se apoya sobre la documentación recabada por la Policía durante los registros informáticos en las sedes de Ausbanc y Manos Limpias en los que apareció la denuncia sobre el supuesto crimen. Fuentes de la investigación sostienen además que fue el propio Miguel Bernard, el secretario general de Manos Limpias, quien dejó en una sucursal del Santander la querella con una nota suya para que fuese enviada a la dirección de la entidad. 

La historia del supuesto asesinato de Botín ha revivido esta semana en las redes a través de varios diarios digitales de corte ultraconservador. El pasado 31 de octubre, solo un día después del auto de Pedraz acusando a Manos Limpias de intentar sacar tajada de la denuncia, La Tribuna de Cartagena ha recuperado la historia que otras webs como Rambla Libre, que dirige Enrique de Diego, o la web del locutor César Vidal han amplificado durante los últimos días.

Judicialmente, el caso está cerrado, tal y como admitió este miércoles a eldiario.es Carlos Javier Sánchez-Seco Vivar, que representa al empresario autor de la denuncia. Según el abogado es el “delicado estado de salud” de Juan Muñoz Bloise, su cliente, el que impide presentar de nuevo la denuncia en un juzgado de Móstoles, tal y como tenían previsto.

Fuentes cercanas al empresario reconocen que su querella fue empleada por Ausbanc y Manos Limpias para extorsionar al Santander pero niegan que ambas acciones estuviesen coordinadas. Juan Muñoz Bloise ya fue condenado el pasado marzo, según adelantó vozpopuli, a cinco meses de prisión por un intento de extorsión a los empresarios Juan Abelló y Ana Gamazo, dos de las personas más acaudaladas de España. En este caso la amenaza consistía en revelar sus supuestas implicaciones en un fraude de paraísos fiscales.

Ni el Banco Santander ni la familia Botín han querido hacer declaraciones sobre este caso.

Mientras tanto, un puñado de webs vinculadas a la ultraderecha acusan a medios de comunicación, jueces e instituciones de ocultar el asesinato del primer banquero español y el insólito thriller  en el que un supuesto narco colombiano acabó con la vida de Botín por encargo de su hija y su esposa en medio de una guerra familiar por el control del Santander.

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