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Mindfulness, calmar la mente para ver con claridad
Sólo con la mente calmada es posible ver cómo son las cosas en realidad y es esa visión clara la que nos va a permitir transformar el presente y encontrar la solución adecuada al problema que tengamos en cada momento.
En tiempos de crisis, es especialmente importante contar con una herramienta que nos ayude a afrontar el día a día con serenidad y lucidez.
Y ese instrumento se denomina Mindfulness, una técnica de meditación enraizada en el budismo, muy extendida en Estados Unidos pero relativamente reciente en España.
“Cultivar la atención para vivir la experiencia presente de una manera lúcida y serena” es lo que pretende su práctica, ha explicado a Efe el doctor Santiago Segovia, catedrático de Psicobiología.
Aunque se han empleado varias acepciones para traducir este vocablo al español, las más frecuentes son las de “atención plena” y “conciencia plena”.
“La atención es un proceso psicológico básico que tenemos todos y lo único que hay que hacer es domesticarla”.
Ahí está el objetivo de esta técnica: entrenar la atención mediante un aprendizaje.
“Se trata de aceptar la realidad tal como es pero sin resignación; implica una comprensión serena y clara de lo que está ocurriendo para, a partir de ahí, poder elaborar una estrategia realista que sea coherente para transformar la realidad”.
Como cualquier aprendizaje, está sujeto a dificultades, por lo que lo ideal sería, según el doctor Segovia, dejarse guiar por un profesional que ayude a resolver los obstáculos que puedan surgir.
La práctica de Mindfulness se basa en emplear la respiración como soporte.
“El primer problema aparece cuando llegan pensamientos que intentan secuestrar esa atención”. Hay que liberarse de ellos para volver a centrarse en la respiración.
En el ámbito del crecimiento personal, la técnica ayuda a cualquier persona a gestionar su vida (emociones, relaciones con los demás, trabajo, etc) desde un estado de calma y serenidad, señala este doctor en Psicología, coordinador de los cursos de Mindfulness en el Centro Abierto (Fundación Tomillo).
“En definitiva, es un procedimiento encaminado a liberarnos de los condicionamientos que nos entorpecen y a generarnos bienestar psicológico o felicidad si se quiere llamar así, pero que no depende de los estímulos externos sino de uno mismo y se fundamenta en el desarrollo de las propias capacidades o fortalezas”.
Con frecuencia, las experiencias desagradables son un obstáculo para nuestro bienestar, pero esta técnica permite gestionar esas vivencias de una manera más óptima para que nos obstaculicen lo menos posible e incluso lleguemos a su comprensión y disolución.
Está científicamente probado que el empleo de este método produce cambios en la estructura cerebral, optimiza potencialidades que el ser humano tiene pero que no usa o lo hace de manera ineficaz.
También se han demostrado sus resultados en el tratamiento de la ansiedad, el estrés, la depresión (sobre todo para evitar las recaídas), el trastorno de la personalidad y el dolor crónico.
Últimamente, además, se está estudiando la posibilidad de su aplicación en pacientes esquizofrénicos.
El doctor Segovia incide en la importancia de perseverar. El Mindfulness se debería practicar todos los días, entre 20 y 25 minutos, aunque se puede empezar con unos minutos e ir incrementando el tiempo paulatinamente.
Cuanto se tarda en lograr mantener esa atención?. “Lleva tiempo, no es una cosa sencilla”, pero normalmente a los tres meses de realizar la práctica ya se empiezan a notar resultados: la gente se siente más calmada, más serena y con una predisposición diferente a la hora de afrontar su propia realidad.
La postura no es algo sustancial en el Mindfulness, pero sí es importante mantener la espalda erguida porque facilita el intercambio de gases, la respiración, explica este catedrático.
Si estamos inclinados hacia adelante se comprimen el diafragma y los pulmones y no respiramos correctamente y ocurre lo mismo si estamos demasiado tensos, envarados.
Se puede hacer en casa sin ningún problema y es indiferente estar sentado en una silla, en un cojín en el suelo o en una banqueta.
La técnica en España se está generalizando entre los psicólogos y se está intentando estandarizar un procedimiento de enseñanza para los profesionales. Teresa Díaz
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