El Ministerio de Industria maniobra para evitar el cierre definitivo de Garoña
Tras una nueva maratoniana reunión, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), organismo que vela por la seguridad de las centrales atómicas, ha decidido votar este viernes, a las 11,30 de la mañana, si la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) se mantiene un año más en ‘parada fría’ – es decir, sin operar ni producir electricidad, a baja temperatura-, como ha pedido la empresa propietaria, Nuclenor, o echa el cierre definitivo a primeros de julio, como estaba previsto.
El asunto se ha enconado de tal manera que después de varias reuniones, no exentas de tensión, los cinco miembros del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) han vuelto este jueves a aplazar la decisión final ante la falta de consenso. Durante la reunión, que se prolongó más de cinco horas, ha habido “mucha discusión”, según fuentes del Consejo. Pero el hecho de que se haya tenido que llegar a una votación hace sospechar que la decisión que se va a tomar va a ser más ‘política’ que técnica.
La polémica comenzó hace menos de una semana, el 16 de mayo, cuando Nuclenor, la empresa propietaria de Garoña en la que participan Endesa e Iberdrola, solicitó por carta al ministerio de Industria que dirige José Manuel Soria, la ampliación del permiso de explotación de la central nuclear para que pueda mantenerse en situación de parada fría otro año más. Esta central tiene fecha de cierre para el 6 de julio de 2013 y se encuentra en parada de producción desde diciembre de 2012.
Para sorpresa de muchos, el ministerio tardó menos de veinticuatro horas en trasladar la petición al CSN. Pero después de varias reuniones no ha habido manera de que haya ‘fumata blanca’. Con todo, la actitud del ministerio posicionándose veladamente del lado de Nuclenor ha dejado patente al menos el interés que tiene el Gobierno en que se prorrogue la vida de la central nuclear más antigua de España tras el cierre de la de Zorita.
Por su parte, los grupos ecologistas creen que lo único que pretende Nuclenor es ganar tiempo a la espera de que se apruebe la reforma energética que prepara Soria y que podría aparejar un cambio de legislación que permita alargar la vida de las nucleares.
Sin embargo, hay muchos obstáculos para que Nuclenor se salga finalmente con la suya. Para empezar, el informe los técnicos que llevan trabajando más de un año en el plan de desmantelamiento de la central y estudiando la ubicación del combustible gastado ante la saturación de la piscina. Otra razón de peso es la importante inversión que requería la actualización de sus instalaciones para mantenerla abierta y garantizar su seguridad. Pero esto no quiere decir que no lo consiga, sobre todo después de ver que no ha habido consenso interno en el propio CSN.
