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El PP, abierto a ofrecer a Ciudadanos la presidencia del Congreso a cambio de un 'sí' en la investidura
El PP sigue en su estrategia de seducción a Ciudadanos para que cambie su anunciada abstención ante la investidura de Mariano Rajoy por un 'sí' y, en este contexto, estaría abierto a aupar a un miembro del partido naranja a la Presidencia del Congreso si finalmente los de Albert Rivera se avienen a apoyar que el ahora presidente del Gobierno en funciones siga en La Moncloa.
Ciudadanos anunció oficialmente el miércoles, antes incluso de recibir el documento que el PP ha enviado a los partidos para negociar los apoyos a Rajoy, que votará 'no' al candidato 'popular' en una primera votación de investidura, pero se abstendrá en la segunda.
Pero la primera votación a la que tienen que hacer frente los grupos es la de la Mesa del Congreso, que consta de nueve asientos: Presidencia, cuatro Vicepresidencias y cuatro Secretarías. El órgano rector de la Cámara en la XII Legislatura se elige el próximo martes y por eso los cuatro principales partidos negocian a contrarreloj su composición.
El respaldo de Ciudadanos es la pieza más codiciada en esas conversaciones, ya que tanto PP como PSOE quieren la Presidencia del Congreso, pero requieren de pactos para conseguirla. Además, los de Rivera no pueden entrar en la Mesa sólo con sus votos, con lo que requieren que alguno de los mayoritarios les haga hueco cediéndoles puestos.
Un partido distinto al del Gobierno
El planteamiento inicial del PP, que sin pactos tiene garantizadas dos Vicepresidencias y dos Secretarías, era ceder uno de estos cuatro asientos a Ciudadanos a cambio de su apoyo para colocar a un 'popular' en la Presidencia.
Pero fuentes 'populares' han explicado que no descartan otra baza: ofrecer a los de Rivera la Presidencia del Congreso siempre que ellos se comprometieran a dar un 'sí' a Rajoy en la investidura. Si finalmente Ciudadanos acabase aceptando, habrían virado del voto negativo al positivo a Rajoy en el plazo de una semana. Eso sí, cumplirían su tesis de que la Presidencia del Congreso debe recaer en un partido distinto al del Gobierno.
En ese caso Ciudadanos y PP seguirían sumando mayoría en el órgano rector, como en la anterior legislatura, ya que coparían cinco de sus nueve puestos. Los otros cuatro se los repartirían entre el PSOE y Unidos Podemos a razón de dos cada uno, sin necesidad de acuerdos previos.
Los socialistas también buscan los votos naranjas
Pero los socialistas también quieren atraerse a Ciudadanos para garantizarse, con sus votos y los de Unidos Podemos, que Patxi López, al que volverán a proponer como candidato, revalida como tercera autoridad del Estado. Como contrapartida, el PSOE dejaría a C's una Vicepresidencia o una Secretaría y los de Sánchez se quedarían la Presidencia y otro puesto. Es decir, Ciudadanos seguiría teniendo mayoría con el PP.
Pero para esa operación es necesario también el concurso de los 71 diputados de Unidos Podemos que no se cierran a respaldar a López, pero no quieren que PP y Ciudadanos tengan “la llave para cerrar el candado” de la Mesa, según su portavoz, Iñigo Errejón. El órgano de gobierno del Congreso tendrá que decidir, entre otras cosas, si permite que las confluencias territoriales de Podemos (En Comú Podem, A la Valenciana y En Marea) puedan constituir sus propios grupos parlamentarios.
Si Unidos Podemos se descuelga y se niega a un pacto con el PSOE que incluya a Ciudadanos para mantener la Presidencia a los de Pedro Sánchez no les quedaría más remedio que recurrir a los votos de los partidos nacionalistas o independentistas, pero fuentes socialistas han explicado a Europa Press que, en principio, no piensan explorar esa vía.
PSOE, Unidos Podemos, ERC y PNV suman 170 votos, uno más que los 169 de PP y Ciudadanos. La suma de izquierda y nacionalistas llegaría a 178 si incorporase también a Convergència, que está pendiente de que le aseguren que podrá contar con un grupo propio en el Congreso, pese a que no cumple todos los requisitos que fija para ello el Reglamento del Congreso.