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El PP defiende que el Tribunal Constitucional castigue a Mas por tener “el desacato como conducta”

El PP justifica la reforma exprés del TC por la "deslealtad" y el "desacato" de la Generalitat

Luz Sanchis

El PP ha tratado de convencer al Congreso de que la reforma de la ley del Tribunal Constitucional para castigar a quien incumpla sus sentencias no es una amenaza contra Artur Mas ni una estrategia electoral ante el 27S. Ha sido en balde. Desde la oposición se le ha acusado de utilizar la proposición de ley registrada hace 15 días y su trámite exprés para utilizarlo como un acto de campaña más. La mayoría absoluta del partido de Mariano Rajoy ha bastado para sacarla adelante en un tiempo récord, ya que se registró en el Congreso hace solo 15 días. La proposición de ley ha contado con 183 síes contra 144 noes.

El debate entre Rafael Hernando, el portavoz del PP, y Antonio Hernando, del PSOE, ha sido contundente y vivo. El rifirrafe entre ambos ha provocado después las protestas del conservador, que desde el escaño ha insistido en que el socialista había hecho “alusiones políticas”. Jesús Posada, presidente de la Cámara, ha tenido que cortarlo con el argumento de que en estos debates “siempre hay alusiones políticas”. Visiblemente enfadado, Posada ha llegado a gritar “cállese” a varios diputados ante la bronca.

Los argumentos del PP han consistido en que esta modificación “no es una amenaza contra nadie” sino una forma de reforzar el Estado de Derecho, el Tribunal Constitucional y la propia Carta Magna. “El grado de incumplimiento y desacato ha ido paulatinamente en aumento, paralelamente al desarrollo del independentismo”, ha asegurado Hernando. Pese a negar que tenga a Artur Mas como destinatario claro, el conservador ha acabado reconociéndolo: “La Generalitat ha tenido una única actitud: el incumplimiento como respuesta, el desacato como conducta y la deslealtad institucional como bandera”. Hernando ha defendido también que el trámite se haga por la vía más rápida, la de lectura única, “por la sencillez”.

La sombra de Garcia Albiol

La frase de “se ha acabado la broma” pronunciada por el candidato del PP, Xavier Garcia Albiol, ha sido citada en multitud de ocasión por la oposición. Varios portavoces la han utilizado para apoyar la tesis del electoralismo del PP de permitirle presentar la iniciativa junto a la dirección del grupo parlamentario. El portavoz socialista se ha burlado de la frase, “reflexión de hondo calado más propia de un salón del oeste”.

“Se acabó con esta reforma envolverse en banderas con actitudes sibilinas para no afrontar las responsabilidades”, ha clamado para elogiar que las multas permitirán que a “nadie le salga gratis el desacato al TC” y la suspensión temporal de las autoridades responsables.

En el turno en contra, Antonio Hernando, ha sentenciado que el Parlamento ha sido puesto “al servicio de la campaña del PP” por su mayoría absoluta y la connivencia de la presidencia de la Cámara: ¿Por qué estamos aquí a 11 días de las elecciones en Cataluña? Porque el PP ha decidido instrumentalizar sin complejos“.

Sin consultar a los magistrados

Hernando se ha preguntado por qué lo que no se ha hecho en 30 años se ha querido hacer en un mes. Y también por el interés del PP en sacarlo adelante sin intentar buscar consenso. Entre sus críticas, la falta de quejas pese al alto número de autos emitidos por el tribunal: “Ningún constitucionalista ha echado en falta en 35 años lo que hoy proponen”.

El socialista ha pedido al PP que “no someta al tribunal a una presión insoportable” y le ha acusado de no consultar a los magistrados que lo integran: “¿No les da vergüenza ningunear así a las instituciones?”. El socialista ha pronosticado los problemas que provocará una reformar que a partir de ahora “permitiría suspender las funciones de un presidente autonómico o del Gobierno.

“¿Quieren dar al TC el poder de suspender al presidente sin ”impeachment“ ni censura previa de las Cortes generales? Con nosotros no cuenten, en este salto al vacío se van a meter ustedes solos. No esperamos que reconsideren su decisión. Lo que deseamos es que la solución venga de un nuevo gobierno en la Generalitat y en la Moncloa”.

Los grupos catalanes también descalificaron con dureza la proposición del PP. Joan Tardà, de ERC, repitió varias veces “No els tenim por” (No les tenemos miedo) y auguró que los independentistas conseguirían su objetivo “a la catalana, pacíficamente y democráticamente con manifestaciones de civismo”. Tardà recordó, por ejemplo, “la catalanofobia de Javier Arenas” o la frase de Alfonso Guerra sobre el “cepillado del Estatut”. También aprovechó para aludir, sin nombrar, a Pablo Iglesias cuando habló de “algunos nuevos políticos que apelan a los orígenes de los padres andaluces o extremeños”. “No lo entienden. El debate no va de identidades, va de soberanía”.

El diputado Sabino Cuadra, de Amaiur, protagonizó el incidente más tenso cuando arrancó dos páginas de la Constitución para simbolizar su oposición a la unidad de España. Posada le señaló que ese gesto vulneraba el reglamento del Congreso, mientras muchos diputados gritaban: “Échalo”. El incidente quedó ahí, aunque algunos diputados del PP protestaron también porque vestía una camiseta con la senyera estelada. Cuadra habló de “pucherazo” del PP y de Estado de secho y no de derecho.

Por parte de ICV, Joan Coscubiela acusó al PP de “ir tan sobrado que se había olvidado los argumentos” y repitió las palabras de Francisco Rubio Llorente, expresidente del Consejo de Estado, que la iniciativa “aplastará al Tribunal Constitucional”. El diputado dijo que es una “barbaridad” pretender que un tribunal haga “de policía” y pueda suspender a las autoridades elegidas democráticamente. “Así es imposible”, lamentó, antes de terminar equiparando a Mas y Rajoy con las protagonistas de Thelma y Louise, “por ir hacia el abismo”.

Pere Macias, de Convergència, acusó al PP de haber impulsado el “hecho vergonzoso de utilizar a los catalanes y a cataluña como argumento electoral” y recordó varios episodios en los que el PP atizó el anticatalanismo. “Fracasaron estrepitosamente”, recordó. “¿Cuál va a ser su estrategia para las elecciones? La de siempre, vamos a echar mano de Cataluña”. Van a volver a fracasar.

“Ustedes tienen un único alcalde en Cataluña, en Pontons. Y así se van a quedar”, vaticinó el convergente, quien se quejó de que el portavoz del PP se refiriera como “tribu” a los partidarios de la independencia. “Usted me ha insultado a mí, a mi esposa y a mis hijos. Y a los que salieron a la calle”. Macias recordó que la ley es “antipersona” como se hizo con el lehendakari Ibarretxe, pero recordó que el PP no puede llevar ante el Constitucional a “los 85.000 candidatos” de las listas del bloque independentista.

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