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El PP quiere inaugurar el nuevo aeropuerto de Murcia sin los permisos necesarios

Aeropuerto de Corvera, en Murcia / FOTO: AIRM

Pedro Serrano Solana

El consejero de Obras Públicas de Murcia, Ángel Campos, ha afirmado que una vez que el nuevo aeropuerto de Corvera esté inaugurado, “el resto caerá por su propio peso”, en referencia a los asuntos pendientes que a día de hoy hacen imposible el comienzo de sus actividades. En declaraciones a Radio Murcia-Cadena SER, Campos también ha constatado que el hecho de que se celebre un acto de inauguración en diciembre “no quiere decir que los aviones vayan a volar necesariamente en diciembre, salvo que cerrara el aeródromo de San Javier antes de la fecha prevista y se pudiera producir un trasvase de vuelos de San Javier a Corvera”.

Para que el aeropuerto pueda entrar en funcionamiento aún deben resolverse varias cuestiones: que el propio aeropuerto y su torre de control reciban la certificación de la Agencia Española de Seguridad Aérea; que Bruselas apruebe un crédito participativo de más de 180 millones de euros, cantidad por la que el Gobierno de Murcia está respondiendo en la actualidad tras avalar a la empresa concesionaria; y que AENA decida cerrar el aeropuerto de Murcia-San Javier para que la actividad se traslade al nuevo aeropuerto.

Campos ha añadido que la comunidad autónoma está trabajando en distintas líneas de actuación con el fin de que San Javier adelante el cierre. Sin embargo, para el consejero “lo importante es poner el aeropuerto en marcha” porque entonces “las compañías querrán volar desde Corvera”.

La intención del Gobierno regional de inaugurar el aeropuerto pocos meses antes de las elecciones autonómicas y sin tener los papeles el regla ha soliviantado a todos los partidos de la oposición. El secretario general del Partido Socialista de la Región de Murcia, Rafael González Tovar, ha expresado que “es una aberración más de este desgobierno que sigue vendiéndonos humo”. Para el PSRM, se trata de “una estrategia electoral por parte del PP, que ve acercarse las elecciones sin haber cumplido su compromiso de tener Corvera operativo”.

Izquierda Unida ya denunció que el aeropuerto de Corvera va a dejar una losa en forma de 180 millones de deuda por el “sinsentido de un presidente”, Ramón Luis Valcárcel, “que en lugar de dar explicaciones huye a Bruselas”. No menos contundente es la postura de UPyD: en declaraciones a eldiario.es, su portavoz, Fuensanta Máximo, ha afirmado que estamos ante un “capricho inservible de Valcárcel que está costando dinero a todos los murcianos”. Para UPyD, “Valcárcel es el responsable del desastre económico y de la tomadura de pelo constante a los ciudadanos”.

Sin embargo, el portavoz del PP murciano, Víctor Martínez, ha mostrado su enfado con el resto de partidos: “Sorprende que cuando más cerca nos encontramos de la apertura del aeropuerto de Corvera, arrecien los ataques desde la oposición y cuestionen un procedimiento impecable hasta la fecha”.

Tres aeropuertos y un destino

Para contar la historia del todavía aeropuerto nonato de Corvera, primero se debe hablar del aeropuerto de Murcia-San Javier, que vivió un gran desarrollo durante la década pasada: sus características y su ubicación lo convirtieron en un objetivo preferente para las aerolíneas de bajo coste, y a pesar de compartir uso comercial y militar, se consolidó como uno de los 20 aeropuertos con mayor tráfico de España superando holgadamente los 1,5 millones de pasajeros anuales. Su crecimiento fue constante hasta alcanzar los dos millones de pasajeros en 2007; sumados a los 9 millones del vecino aeropuerto de El Altet, aquel año las provincias de Alicante y Murcia juntas sólo se vieron superadas por Madrid, Barcelona, Mallorca y Málaga.

Desde 2004 hasta 2011 el Ministerio de Fomento invirtió 70 millones de euros en Murcia-San Javier para mejorar sus instalaciones y construir una segunda pista, al mismo tiempo que comenzaba la inversión de 628 millones de euros para la ampliación de Alicante-El Altet con una nueva terminal.

En 2007, el año en que San Javier alcanzó su récord de pasajeros, el Gobierno regional concedió las obras de un nuevo aeropuerto y su gestión durante 40 años al consorcio liderado por Sacyr, empresa que por entonces presidía el murciano Luis del Rivero –cuyo nombre figura en los famosos papeles de Bárcenas–, frente a la otra candidata, el grupo de Mediterráneo Hispagroup y Acciona, que terminaron denunciando el proceso por considerar que su proyecto era el mejor.

La ubicación elegida para la nueva infraestructura fue la pedanía murciana de Corvera, a 35 kilómetros de San Javier y 70 de El Altet. A partir de 2008, las cifras de pasajeros de San Javier y El Altet comenzaron un paulatino descenso.

El aeropuerto de nunca volar

Las obras comenzaron en julio de 2008. Se fijó 2010 como año de finalización y se hizo una estimación inicial de cinco millones de pasajeros. Poco después cayó la financiación bancaria y se bloquearon las negociaciones con las entidades financieras. Tal y como explicó el director general de Transportes de Murcia, Antonio Sánchez-Solís, en El País en febrero del año pasado, ante esos hechos “la comunidad autónoma lógicamente acudió en auxilio del concesionario avalándole”.

Un grupo de entidades, entre las que se encontraban Caixabanc y Espirito Santo, puso como condiciones para exigir el pago del aval que el aeropuerto no hubiera entrado en funcionamiento en 2012, y que dos agencias de 'rating' rebajaran la clasificación de la deuda regional respecto a la que tenía en 2008. Ambos hechos ya se han producido.

Las obras del aeropuerto terminaron en enero de 2012 y desde entonces está cerrado a cal y canto. La situación se complicó aún más en el verano de 2013: la decisión de la comunidad autónoma de tomar las instalaciones con ayuda de la Guardia Civil, mientras en su interior se atrincheraban los empleados de Sacyr, y el posterior intento de rescisión del contrato para sacar de nuevo a concurso la gestión del aeropuerto trajeron como consecuencia la denuncia de la empresa concesionaria ante la justicia. Desde ese momento el aval comenzó a ejecutarse: los 180 millones de euros contabilizan en la deuda pública de la región y está costando unos 22.000 euros al día correspondientes al pago de los intereses, hasta que Bruselas no dé luz verde al crédito participativo.

Según fuentes políticas consultadas por eldiario.es, es difícil que Europa conceda el crédito hasta que no se garantice el cierre del aeropuerto de Murcia-San Javier. Y es difícil que San Javier cierre sin que Fomento haya amortizado –o se le abonen- los 70 millones de euros que invirtió en su mejora. Con inauguración o sin ella, el despegue del aeropuerto de Corvera aún no tiene fecha.

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