El PSOE ultima el apoyo de Ciudadanos y Compromís para la investidura de Pedro Sánchez
Todo suma. Es la máxima que mantiene la dirección del PSOE en el camino para que Pedro Sánchez acabe en La Moncloa. Los socialistas cuentan cada voto que pueden conseguir a favor de la investidura. De ahí la importancia de negociar con todas las fuerzas, por poca representación que tengan, incluida Coalición Canaria, que solo tiene un escaño. Ferraz considera que las negociaciones van dando sus frutos y confía en que pueda llegar a un pacto con Ciudadanos en los próximos días, contar con los votos de los dos diputados de IU-Unidad Popular y de los cuatro de Compromís. Con la coalición valenciana pretenden tener cerrado un acuerdo el próximo lunes.
El PSOE ha puesto especial empeño en la negociación con Ciudadanos -el partido más numeroso en escaños con el que se ha sentado-. Socialistas y el partido de Albert Rivera se han reunido con frecuencia y han desarrollado una actividad privada importante en los últimos días en reuniones “sectoriales” en las que han tratado temáticas concretas con el objetivo de “constituir un programa de gobierno”. Antonio Hernando, que pilota el equipo negociador del PSOE, llamó a su homólogo en Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, para preparar el terreno de la reunión que celebrarán ambas delegaciones esta tarde, informa Carmen Moraga.
Los equipos negociadores de ambas formaciones pretenden poner en común el trabajo que han ido desarrollando a través de esos encuentros “sectoriales” que han mantenido para avanzar en la negociación. Tanto los de Sánchez como los de Albert Rivera admiten que el trabajo ha dado sus frutos y pretenden que termine en un pacto plasmado por escrito, aunque todavía quedan asuntos por cerrar.
En las medidas contra la corrupción y sobre regeneración es en las que Ciudadanos y PSOE están más cerca (eliminación de los aforamientos o reformar la ley del indulto). También están de acuerdo en la necesidad de llegar a un pacto de Estado por la educación, fomentar la investigación o en pedir a Bruselas flexibilizar los objetivos del déficit. Sin embargo, hay más dificultades en materia económica y laboral.
Sánchez agradeció este martes a Rivera la “buena disposición” que ha mantenido desde que el candidato socialista recibió el encargo del rey de formar Gobierno para facilitar el entendimiento. Por su parte, la formación naranja ha abierto la puerta a dar el 'sí' a la investidura: “Es un escenario posible si los espacios comunes son lo bastante comunes”, expresó el portavoz parlamentario, Juan Carlos Girauta, en una entrevista en eldiario.es.
En cuanto a Compromís, el PSOE pretende llegar a un acuerdo el próximo lunes. Así se lo ha trasladado el portavoz parlamentario, Antonio Hernando, a los diputados de su grupo en una reunión mantenida en la tarde de este martes en la que ha dado cuenta de la marcha de las negociaciones que está pilotando para conseguir que Sánchez saque adelante la investidura. Según han confirmado a eldiario.es fuentes socialistas, Hernando ha expresado que las conversaciones avanzan y que pretende “cerrar” un acuerdo a principios de la semana que viene con el partido de Mónica Oltra.
Compromís, con quien el PSOE comparte Gobierno en la Comunidad Valenciana, se ha desmarcado de Pablo Iglesias en las negociaciones para la investidura pese a haber concurrido en la misma lista en las elecciones del 20D. Los cuatro diputados de la coalición valenciana decidieron ir al Grupo Mixto tras el rechazo de la Mesa del Congreso a darle un grupo parlamentario propio.
Compromís mira al PSOE y a Podemos
La vicepresidenta valenciana y el portavoz de la formación en el Congreso, Joan Baldoví, se reunieron con Sánchez en la ronda de contactos que mantuvo con los grupos tras recibir el encargo del rey de intentar formar Gobierno y expresaron su intención de llegar a un acuerdo a partir de un programa común.
Las conversaciones han continuado con discreción y Compromís ha planteado al PSOE un documento que recoge sus planteamientos “para dar apoyo a un futuro Gobierno de cambio”. Esa propuesta, que abordarán en una próxima reunión de los equipos negociadores, está al margen de la que ha realizado Podemos, del que el PSOE desconfía al entender que no tiene voluntad de llegar a un acuerdo sino de forzar unas nuevas elecciones. Su principal argumento es que Pablo Iglesias pone como condición imprescindible la celebración de un referéndum en Cataluña. Esa es la “línea roja” para el PSOE.
La dirección del PSOE considera que la “agenda valenciana” que plantea Compromís es asumible y que no difiere de lo que defienden los socialistas valencianos, según fuentes presentes en la reunión del grupo. Además, desde el partido de Sánchez insisten en que la experiencia de Gobierno de Ximo Puig con la formación de Oltra es positiva y que el “pacto del Botánico” puede reeditarse para el Estado. Precisamente Compromís sostiene que es necesario un Gobierno de cambio en España “que traslade el pacto conseguido en la Generalitat Valenciana al Estado”.
Compromís no ha roto definitivamente con Podemos. Mónica Oltra se reunirá este viernes con Pablo Iglesias para analizar el documento que ha planteado para un posible acuerdo de gobierno en coalición presidido por Sánchez y en el que él se reserva la Vicepresidencia.
Oltra ha sido la gran valedora del acuerdo entre Compromís y Podemos que convirtió la candidatura en la segunda más votada en la Comunitat Valenciana en las elecciones generales y mantiene una muy buena relación personal con Pablo Iglesias.
Avances con IU
Aunque están a la espera de nuevas “reuniones técnicas” con IU-Unidad Popular, los socialistas consideran que han logrado “avances” con los de Alberto Garzón que les permiten hablar de “preacuerdo”. Este lunes PSOE e IU-Unidad Popular informaron a través de un comunicado conjunto de que han alcanzado puntos de conexión en doce materias concretas, aunque desde el partido de Garzón insistieron que aún quedaban por cerrar algunos aspectos para dar el 'sí' definitivo de sus dos diputados a Sánchez.
Cerrar un acuerdo con Compromís e IU-Unidad Popular tendría un especial valor simbólico para los socialistas en el pulso que mantienen con Podemos. Entienden que les serviría para evidenciar que han sido capaces de entenderse con quien fue su aliado en las listas del 20D y con Garzón, a quien intentaron sumar al proyecto, mientras que Pablo Iglesias les ha dado a elegir entre su “órdago” y la negociación con el resto de fuerzas del cambio, entre las que el PSOE incluye al partido de Albert Rivera.
Cálculos y plazos
Ferraz piensa que logrará tener el voto a favor de Ciudadanos (40), Compromís (4), PNV (6) e IU-Unidad Popular (2) y Coalición Canaria (1) que sumarían un total de 143 con los del PSOE frente a los 142 que esperan tener en contra (PP, ERC, Democracia y Libertad y Bildu). La investidura de Sánchez saldría adelante en la segunda votación si obtiene mayoría simple, es decir, más síes que noes. Para eso necesitaría la abstención de los 65 diputados de Podemos y las confluencias.
Sin embargo, en algunos sectores del PSOE no son tan optimistas como en la dirección y piensan que los de Pablo Iglesias no se abstendrán sino que votarán en contra, como el PP. En el PSOE se ha instalado la idea de que los movimientos de Podemos persiguen que se repitan las elecciones y no llegar a un acuerdo de gobierno. En ese caso, Ferraz ya tiene el mensaje preparado: los de Iglesias tendrán que explicar por qué han “boicoteado” un gobierno “progresista y reformista”. Además, los socialistas consideran que los resultados no serían muy distintos en unos nuevos comicios y temen que puedan beneficiar al PP.
El PSOE entra ya en la cuenta atrás para la investidura de Sánchez, que arrancará el miércoles 2 de marzo. Con las fechas que maneja Ferraz para la consulta a la militancia -que será previsiblemente el 27 de febrero-, el candidato debe tener cerrado el acuerdo el 24 de febrero puesto que los afiliados pueden votar dos días antes de la votación presencial a través de Internet, es decir, desde el día 25.
La dirección del PSOE sostiene que se someterá al referéndum entre los militantes cualquier pacto que se alcance, aunque los números en el Congreso a priori no den para sacarlo adelante. Confían en que el sentido del voto de los grupos pueda cambiar en cualquier momento antes de pulsar los botones. Aunque públicamente no se ha alzando ninguna voz en contra de la decisión de Sánchez de someter el pacto a una consulta, sí hay dirigentes que expresan sus dudas sobre el procedimiento. “Mi duda es qué se va a preguntar a los militantes porque lo que parece es que va a haber tres pactos distintos”, reflexiona un destacado diputado. Por el momento, Ferraz espera tenerlos cerrados a comienzos de la semana que viene.