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El pacto del PP con los nacionalistas alivia la presión sobre el PSOE ante la investidura de Rajoy

Pedro Sánchez habla con su número dos, César Luena, durante la sesión de constitución del Congreso

Irene Castro

“A partir de ahora, sin presión”, comentaba un destacado dirigente del PSOE tras la sesión de constitución de las Cortes. Los socialistas creen que tras el intercambio de cromos que han protagonizado PP, Ciudadanos y las fuerzas nacionalistas ya no se les puede trasladar ningún tipo de responsabilidad en la investidura de Mariano Rajoy. La vía 179 –PP, Ciudadanos y nacionalistas–, que es la que apuntan en Ferraz desde hace casi un mes, la ven hoy más factible. Los acuerdos para los asientos en el Congreso y el Senado hacen a los de Pedro Sánchez respirar con cierto alivio.

Las calculadoras volvieron a utilizarse a fondo tras las elecciones del 26J. Mariano Rajoy –e incluso algunos barones socialistas– no veían más salida que la abstención del PSOE para permitir que el Gobierno echara a andar. Pero el partido de Sánchez ha reiterado su “no” por activa y por pasiva. “Ni gran coalición, ni apoyo al Gobierno desde fuera”, dijo Sánchez ante el Comité Federal. En el “no” por ahora coincidían todas las facciones socialistas.

Sánchez marcó a Rajoy el camino de sus “afines ideológicos”, es decir, los partidos de la derecha parlamentaria para intentar formar Gobierno. El entendimiento entre PP y los independentistas catalanes se daba casi por imposible en las filas socialistas, donde también había dudas de que los conservadores pudieran llegar a algún acuerdo con PNV y más con la cercanía de las elecciones vascas.

Sin embargo, la cesión de un puesto del PP en la Mesa del Senado para los nacionalistas vascos se interpreta en las filas socialistas como un gesto inequívoco de acercamiento. Los socialistas acusan a PNV y CDC –ahora Partit Demòcrata Català– de haber prestado sus votos para la vicepresidencia del Congreso al pacto PP-Ciudadanos que ha aupado a Ignacio Prendes. De hecho, en la dirección sospechan que ese apoyo estaba “atado” antes incluso que el de Albert Rivera.

En el PSOE, donde respiraron con alivio después de que Ciudadanos anunciara su abstención en la segunda votación de investidura del PP, creen que la presión ahora se relaja mucho más porque no se les puede exigir su voto en blanco tras haber logrado entenderse con aquellas fuerzas nacionalistas.

“Ha inaugurado una senda que esperemos que se consolide en las próximas semanas”, ha expresado el portavoz parlamentario, Antonio Hernando, que ha emplazado a Rajoy a “trabajar para consolidar esos 179 votos” que ha recabado para los puestos en las Cortes.

Aunque en la dirección del PSOE creen que lo sucedido en el Congreso y en el Senado despeja el camino de Rajoy para mantenerse en Moncloa, algunos dirigentes consideran que contar con el 'sí' de PNV y Convergència para el PP es impensable, pero que pueden facilitar su investidura mediante la abstención.

“De cara a la investidura se van a abstener seguro. Ya no son los que rompen España”, reflexionaba una destacada dirigente andaluza. “Es sintomático lo que ha pasado”, agregaba una miembro de la Ejecutiva de Sánchez al acabar la sesión de este martes dando también por hecho que el apoyo de los nacionalistas lleva implícitas más contrapartidas además del grupo propio en el Congreso para Convergència y un puesto en la Mesa del Senado para PNV.

El PSOE cree que Ciudadanos votará 'sí'

No obstante, la abstención de los 13 diputados de PNV y CDC es insuficiente para Rajoy, que requeriría entonces o el voto positivo de los de Albert Rivera. En el PSOE dan por hecho que en un primer intento la investidura saldría fallida pero que entonces se abriría un proceso de “reflexión” en el que el PP lograría sacar el “sí” a Ciudadanos para una segunda investidura más adelante. Fuentes socialistas dudan de que Rivera consiga aguantar la “presión”.

Es precisamente esa presión la que creen haberse quitado de encima con las maniobras de Rajoy. El PSOE ya respiró con alivio tras la decisión de Ciudadanos de abstenerse. La incapacidad del PP para recabar más apoyos permitía a los de Sánchez mantenerse en el no con mayor facilidad, tal y como reconocieron fuentes oficiales de Ferraz. Los barones que son más proclives a facilitar el Gobierno a través de una abstención admiten que la frontera está en los 170 votos a favor –PP, Ciudadanos y Coalición Canaria–. De ahí la celebración en Ferraz.

Pero ahora consideran que si Ciudadanos no ha tenido problema en intercambiar sillones gracias a los independentistas ni los independentistas de maniobrar con Rajoy, no deberían tenerlo para facilitar su Gobierno. Por el momento, el PSOE usará ese relato y emplazarán a esas fuerzas de derechas a permitir que siga Rajoy.

“Si somos nosotros nos matan”

La estupefacción en la bancada socialista ante los diez votos adicionales que ha logrado el binomio PP-Ciudadanos se ha mezclado con la indignación por que los de Rajoy se hayan apoyado en los independentistas. “Si nosotros hacemos eso, nos matan”, repetían varios diputados al terminar la sesión.

También recordaban las críticas que recibieron del PP después de prestar senadores socialistas a ERC y Democracia y Libertad (Convergència) tras el 20D. En aquel momento el PSOE lo justificó como una “cortesía parlamentaria” que se había producido en anteriores legislaturas. En el PP tacharon aquella decisión de “inadmisible” y la vincularon con el intento de Sánchez de llegar a Moncloa.

En las filas socialistas también criticaron el gesto, pero la lectura era interna puesto que los más críticos con Sánchez pusieron como líneas rojas cualquier apoyo por activa o pasiva de los independentistas que pudiera darle la presidencia del Gobierno. La pugna por el liderazgo estaba detrás de la decisión.

El acercamiento de Rajoy a la derecha parlamentaria aleja aún más la aspiración de Sánchez de llegar a Moncloa, aunque ni él ni su equipo la descartan por completo todavía. De hecho, muchos diputados interpretaron este lunes en la reunión del Grupo Socialista que las palabras de Sánchez –que aseguró que hay que “sacar del limbo” a los 17 diputados independentistas para la gobernabilidad de España– llevaban implícito un mensaje de que, llegado el caso, él lo haría pese a la prohibición explícita del Comité Federal.

“Es una interpretación que hicieron algunos pero fíjese si no tiene base que no lo hemos intentado ni para la Mesa”, ha respondido Hernando en una rueda de prensa. En el entorno del secretario general insisten en que se refería a que Rajoy tiene que mirar a la derecha parlamentaria en la que está incluida CDC.

Hoy el presidente en funciones lo ha hecho y la confluencia de intereses de unos y otros permite respirar con alivio a todos en el PSOE porque descarga la presión sobre Ferraz para que los diputados socialistas se abstengan para evitar unas terceras elecciones y también a los críticos que ven alejarse la posibilidad de que Sánchez vuelva a intentarlo, que hasta hace poco era su principal temor.

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