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Pablo Iglesias apela a los orígenes de Podemos y se compromete con el proyecto: “Me voy a jugar la piel y la salud hasta el final”

Pablo Iglesias, escoltado por Irene Montero y Pablo Echenique, antes del Consejo Ciudadano de Podemos.

Aitor Riveiro

2017 no fue bueno para Podemos ni para Unidos Podemos. Hacia dentro ni hacia fuera. Pese a buenos momentos puntuales, el duro enfrentamiento antes y después de Vistalegre 2 y el aciago final con el decepcionante resultado en Catalunya marcaron el año. Pablo Iglesias, en su primer mensaje interno de 2018, ha asumido esta realidad y los errores cometidos, pero ha apelado a que su partido recupere “la épica” con la que nació hace ahora cuatro años y ha agitado a la dirección estatal de su partido para ponerse a trabajar desde ya. Con él en primera línea, por si alguien (en el partido o en otra parte) tenía dudas: “Me voy a jugar la piel y la salud hasta el final para ser presidente del Gobierno”.

El secretario general de Podemos ha expuesto ante el Consejo Ciudadano Estatal del partido, en un largo informe de más de 50 minutos, las líneas generales de su estrategia para 2018. Pero buena parte de su discurso ha estado centrado en una revisión crítica de la labor de la organización y de sus aliados durante 2017. Iglesias ha señalado algunos de los principales problemas que ha detectado: debatir en público los problemas internos; no lograr que las clases populares se referencien en Podemos, especialmente en Catalunya; centrarse mucho en lo institucional y dejar de lado el conflicto en la calle y los centros de trabajo; y no mejorar la coordinación dentro de Unidos Podemos.

Iglesias ha hecho especial hincapié en el fiasco de las elecciones del 21 de diciembre, que dejaron a Catalunya en Comú-Podem como quinta fuerza del Parlament. Un resultado muy malo para el líder de Podemos. “Si en 2015 dijimos que era muy malo ahora ha sido peor”, ha zanjado.

“Las clases populares no se han identificado con nosotros. Es algo a tener muy en cuenta”, ha señalado ante el CCE. “No hemos sido capaces de impedir que los temas sociales no desaparezcan. No hemos sido capaces de impedir que se atenúe en la prensa lo que significa la corrupción”, lo que ha permitido que “las fuerzas políticas que prometían que jamás pactarían con Mariano Rajoy se han visto cómodos para 'echar una mano' al Gobierno de la corrupción”.

El secretario general de Podemos ha pedido a su dirección estatal que pase página sobre lo ocurrido en 2017, sin olvidar los errores, y que se pongan ya a trabajar en 2018 para lograr los objetivos estratégicos aprobados en Vistalegre 2 por las bases: revalidar y ampliar el poder municipal y regional en 2019 para llegar en condiciones de disputar las elecciones generales previstas para 2020.

Iglesias ha respondido a las críticas sobre su supuesta “desaparición” durante las vacaciones navideñas y el arranque del año y ha apelado a los orígenes de Podemos y al discurso de radicalidad social con el que irrumpió el 17 de enero de 2014. “Estos días he hablado con muchos de vosotros y he leído mucho”, ha señalado en el inicio de su intervención. “Tengo la sensación de que en España se está produciendo un giro reaccionario. Nosotros somos hijos del 15M. Se puede hablar, se podía hablar y se puede seguir hablando de una crisis social. El 15M señaló un horizonte democrático que tuvo en Podemos su expresión electoral más clara”.

Hablar del día a día de “millones de compatriotas”

Pese al fiasco catalán Iglesias ha insistido en que su oferta de solución a través de un referéndum pactado es la única que puede resolver el conflicto y que “la crisis de régimen tiene una dimensión territorial” que se constata “en el agotamiento del Estado de las Autonomías”.

Eso sí, el líder de Podemos ha reconocido que el discurso les ha separado de las clases populares, cuya politización y movilización fue uno de los ejes de la propuesta con la que se impuso en Vistalegre 2.

“Parecía que estábamos hablando a otros partidos”, ha señalado. “No hablábamos del día a día que afecta a millones de compatriotas”, ha lamentado. Esta autocrítica no es nueva en Podemos, que ya modificó su discurso en plena crisis catalana cuando se cerró la opción del diálogo y algunos referentes del partido, con Carolina Bescansa a la cabeza, salieron a los medios a mostrar su desacuerdo con la línea marcada por la dirección.

Iglesias ha considerado que “la estrategia procesista se ha agotado” y que los discursos que eran “efectivos hace años hoy no operan”. “Nuestro papel, el que nos ha dado el electorado, es modesto”, ha reconocido. Pero ha apostado por “recordar qué significa la plurinacionalidad”. “Ha aparecido la nación española en Catalunya”, ha apuntado. Una idea que ya desgranó el pasado mes de noviembre y que hoy ha considerado algo “fundamental para tejer soluciones de fraternidad y democráticas que permitan que el conjunto de los catalanes decidan su futuro pero asumiendo que Catalunya también es plurinacional”.

“Debemos ser coherentes en nuestra defensa de la democracia y la fraternidad para coser un nuevo acuerdo territorial”, ha apuntado. Y ha concluido: “Pero debemos hacer visible que la vivienda, la salud, la educación, los derechos sociales, y la emancipación de la mujer son nuestra razón de ser y los ejes del cambio político en España”.

Iglesias se cansa del PSOE: “No podemos esperar más”

El secretario general de Podemos ha señalado al PSOE de Pedro Sánchez como uno de los protagonistas de ese “giro reaccionario” que, en su opinión, ha tenido como precursor al jefe del Estado.

Iglesias, muy crítico con Felipe de Borbón desde su discurso ante las Cortes en la apertura de la legislatura tras las elecciones generales de 2016, ha lanzado este sábado una “pregunta laica” a “los jóvenes del siglo XXI”: “¿Para qué sirve la monarquía? ¿No sería mejor elegir jefa o jefe del Estado?”.

El líder de Podemos ha dedicado menos espacio del que viene siendo habitual en sus últimas intervenciones a criticar la Monarquía y ha optado por centrarse en la crítica política a su principal rival electoral, Pedro Sánchez.

Ante el “giro derechista” que se ha producido en España, ha señalado, “se ha estrechado la posibilidad de entendimiento con el PSOE”. “Nos hemos hecho escépticos. El PSOE no quiere hacer una moción de censura. El PSOE no quiere echar a Mariano Rajoy”, ha lamentado.

“No podemos esperar a un PSOE que hace lo mismo que Susana Díaz”, ha concluido.

Íñigo Errejón: trabajar para ganar Madrid

Pablo Iglesias ha dedicado la última parte de su intervención a señalar de forma concreta los retos de su partido para este 2018. Y ha puesto nombres y apellidos a los encargados de ejecutarlos.

Aunque ha reiterado su disposición a un entendimiento con el PSOE, la certeza explícita de que los socialistas no van a colaborar en derrocar a Rajoy desde el Congreso empuja a Podemos a adelantar algunas de las prioridades marcadas para la última parte de 2018 y 2019, con las municipales y autonómicas como prioridad absoluta.

“Hay que trabajar para ganar revalidar los ayuntamientos y ganar otros”, ha apuntado, para añadir: “Y ganar en comunidades autónomas”. En este sentido, ha oficializado el acuerdo al que llegó con Íñigo Errejón tras Vistalegre 2: “Pido a Íñigo que se ponga a trabajar desde ya para ganar en la Comunidad de Madrid”.

Iglesias, eso sí, ha dejado una frase que puede suponerle algún problema. Especialmente en Madrid, tanto con Errejón como, mucho, con Manuela Carmena: “Se tienen que producir procesos de primarias”.

Esta es una de las peticiones expresas que le ha hecho a Iglesias el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, en el informe que ha presentado también este sábado ante los órganos de dirección de la coalición de izquierdas. Al líder de IU, sin mencionarlo, y a los suyos les ha pedido que no lleven las discrepancias a los medios, sino a los órganos. Y, en otro mensaje velado hacia dentro y hacia afuera, ha reiterado una reflexión sobre el liderazgo que ya ha señalado en otros momentos críticos: “A los que cuestionan el poder se les va a atacar siempre. A los que no lideran se les tratará bien si eso sirve para desgastar a los que lideran”.

Impuesto a la banca, estado de la nación y calle

Iglesias ha planteado al final de su largo informe los trabajos que ha encargado a los miembros de su ejecutiva. Con nombres y apellidos.

A los responsables parlamentarios, con Irene Montero y Ione Belarra a la cabeza, les ha pedido “que estudien y busquen los mecanismos para que el Gobierno asuma que en 2018 debe haber un debate sobre el estado de la nación”.

Iglesias ha recordado que la última vez que se produjo fue en 2015. Las investiduras y mociones de censura han servido de excusa a Rajoy para no convocarlo desde entonces, pero en Podemos creen que, sí o sí, en 2018 tiene que producirse.

El secretario general también ha apostado por redoblar la labor de oposición al Gobierno con “iniciativas que demuestren que hay alternativas viables y eficientes” que sirvan para “pasar de la palabras a los hechos”, en clara referencia a Pedro Sánchez, Iglesias ha anunciado que la próxima semana registrarán en el Congreso una proposición de ley para un impuesto a la banca. “Hay que pasar del desayuno informativo a la ley”, ha señalado en clara referencia a Sánchez. Iglesias se ha mostrado abierto a “hablarla con otras formaciones para que sea de todos y nos enfrentemos al intento de veto del PP”.

En cuanto a la labor fuera del Congreso Iglesias ha pedido a Rafael Mayoral y Noelia Vera un “plan de trabajo para estar donde están los conflictos” porque “España necesita movilizaciones y trabajo político para defender los derechos de las personas.

De forma específica también ha exigido a Sofía Castañón y Beatriz Gimeno “multiplicar” la presencia de Podemos “en la revolución de las mujeres” que, en su opinión, ha brotado en 2017 en todo el mundo y también en España. “Se nos tiene que ver más y ser más útiles”.

En el plano orgánico, Iglesias ha pedido a Pablo Echenique que organice “un gran evento con presencia de militantes y cargos de todo el Estado” donde se establezcan “mecanismos de trabajo para que se nos vea y se nos sienta”.

Pablo Iglesias ha cerrado su informe con un mensaje de optimismo para sus dirigentes y militantes y apelando al espíritu de 2015, cuando Podemos centraba la información política, marcaba los discursos y parecía que podía “asaltar los cielos”.

“No podemos perder la épica de nuestro pueblo, que lo pasa mal para llegar a fin de mes”, ha señalado. “Somos los únicos que no tienen miedo, que no se venden a la hora de señalar a los enemigos del pueblo. Es una de las ventajas de no tener políticos en los consejos de administración”, ha añadido.

Iglesias ha asegurado que tiene “la voluntad de ganar intacta”. “Sabíamos que no iba a ser fácil. En los momentos difíciles algunos piensan en tirar la toalla. Yo estoy dispuesto a dar la batalla por la gente que quiere un país mejor. Millones de personas dispuestas a dar la batalla. Debemos estar con ellos. Sí se puede”.

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