Pablo Iglesias se reivindica como líder de “la oposición real”
“La oposición real a su Gobierno no está en el Congreso. El debate [del estado de la nación] debía contar con la fuerza que más opciones tiene de ganarle las elecciones. Ojalá debatamos pronto cara a cara en televisión porque España se merece un debate entre usted y yo. Cuando quiera y donde quiera”. El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se ha reivindicado hoy en un mitin como el líder de la “oposición real”.
Pablo Iglesias ha entrado entre gritos de “presidente” a un recinto lleno que albergaba a 500 personas. Otras tantas han seguido el discurso desde la recepción del Círculo de Bellas Artes de Madrid. El líder de Podemos ha estado arropado por algunos de sus colaboradores más cercanos. Entre ellos no estaba Juan Carlos Monedero, aunque un portavoz de la formación ha asegurado que “estaba invitado”.
Iglesias ha rechazado que España haya “salido de la pesadilla”, como aseguró el martes el presidente del Gobierno, y le ha recordado las promesas que hizo cuando estaba en la oposición. “¿Cree usted que podría ir el próximo lunes a hacerse una foto a la cola del paro?”, le ha retado, recordando la imagen que protagonizó Rajoy en la campaña electoral de 2011.
El líder de Podemos ha aprovechado “el otro estado de la nación” para desgranar las medidas económicas contenidas en el documento de Navarro y Torres y que aplicará, ha prometido, cuando llegue al Gobierno. Iglesias, que no ha mencionado ni una vez a otros partidos, ha apelado a “reindustrializar España” para huir de la “inversión en el ladrillo” que ha llevado al país a ser de los menos productivos de Europa.
“El mercado no crea trabajo por sí mismo”, ha señalado Iglesias. “Ni rebajando cotizaciones ni facilitando el despido. Hay que aumentar la productividad, impedir los contratos temporales injustificados, que el despido sea la última opción”. El líder de Podemos ha acusado a Rajoy de poner en marcha “medidas propias de fanáticos”. “Un verdadero patriota defiende la industria nacional, lo contrario que han hecho ustedes”, ha zanjado.
Iglesias ha concretado en su discurso una de las figuras que recogía el documento de los economistas en el que se basa su programa económico: un impuesto para la riqueza “como el de Francia, donde recauda, ha asegurado, un 0,23% del PIB. ”Es más eficiente que subir el IRPF, porque la renta puede esconderse. Pero es más complicado llevarse la mansión a Suiza, se lo puede preguntar a sus tesoreros“.
El líder de Podemos ha enmarcado este nuevo impuesto en una reforma tributaria más amplia que llevaría a España a recaudar “lo mismo que la media de Europa” y que en España supondría, según los datos ofrecidos por Iglesias, 92.000 millones extras para las arcas del Estado. “Están robando a los ciudadanos de mi país y no lo vamos a consentir”, ha espetado, para zanjar: “Amar a tu país es tributar en tu país. Vamos a investigar a las grandes fortunas”.
Reestructuración de la deuda
Pablo Iglesias ha retomado una de las ideas fuerza con las que nació Podemos a principios de 2014: paliar el problema de la deuda. “Los patriotas no queremos ser una colonia de nadie, queremos soberanía”, ha señalado en referencia a Alemania. Iglesias ha defendido, sin citarlo, el acuerdo alcanzado por Syriza y la UE y ha criticado la postura de España desde el inicio de la crisis: “A veces los acuerdos son difíciles y complicados. Pero para lograrlos hay que negociarlos. Cuando se obedece, no se logran acuerdos presentables”.
El líder de Podemos ha asegurado que “hacen falta presidentes que digan que el BCE debe trabajar para los ciudadanos europeos, no para los bancos. Y si hay que poner mala cara, se pone”. En opinión de Iglesias, “la austeridad no solo provoca dolor, es ineficaz. No funciona. Y cuando en democracia no funciona algo, se puede cambiar”.
Iglesias ha comprometido un plan de rescate ciudadano que entraría en marcha nada más tomar el poder, en caso de ganar las elecciones: “Que nadie pase frío y nadie tenga que dormir sin un techo”. El secretario general de Podemos ha prometido una “sanidad y educación pública, universal y de calidad” y “proponer medidas que avancen hacia una Renta de Garantía de Ingresos”, una “ayuda que podrían cobrar las personas sin recursos o con recursos insuficientes para cubrir sus necesidades básicas y con ciertos requisitos”. Iglesias ha avanzado que el próximo lunes presentará un documento elaborado por dos mujeres economistas focalizado en la lucha contra la desigualdad de género.
Lucha contra la corrupción
Además de las medidas económicas, Iglesias ha prestado especial atención a la lucha contra la corrupción. El líder de Podemos ha asegurado que estos escándalos “no son manzanas podridas ni personas inmorales”, sino “un entramado que pudre nuestras instituciones”.
Iglesias ha propuesto un plan en cuatro frentes. El judicial implicaría, con la mejora de las condiciones de los jueces, la reforma de la Ley de Enjuiciamiento y con una ampliación de penas y delitos de corrupción. El frente político estaría basado en mejorar la transparencia de las instituciones, para lo que ha puesto como ejemplo a su propio partido. Supondría, además, la inclusión de mecanismos revocatorios “para que ganar las elecciones no sea un cheque en blanco”.
En el frente económico, Iglesias ha insistido en acabar con “el modelo de crecimiento del ladrillo y la burbuja” e ir a uno “que no se base en la cultura del pelotazo que está llevando a nuestro país a la ruina”. Por último, en el frente social, Iglesias ha prometido “mitigar la desigualdad”, ya que, ha dicho, “las sociedades menos desiguales son donde menos corrupción existe”.
Iglesias ha cerrado su discurso con un mensaje que no ha dedicado a Rajoy. “No me voy a dirigir más a usted, sino a las gentes de mi país”, ha señalado. “El Congreso representa a la soberanía pero es solo un símbolo. La soberanía es de los ciudadanos. Basta de significantes muertos. La patria no es un símbolo. España es sus gentes, mi patria no es una bandera ni un edificio. Mi patria es la gente de mi país”.
El secretario general de Podemos ha asegurado que su partido saldrá a ganar las elecciones, pero que solamente es un instrumento. “El cambio político no lo va a traer ningún partido, sino la gente. Y no sobra nadie, vengan de donde vengan”.