Pablo Iglesias: “Nuestro programa está pensado para gobernar desde el mes de enero”
Pablo Iglesias se ha sometido este miércoles a una “entrevista de trabajo” en la que ha respondido a las cuestiones de una quincena de personas que le han podido preguntar y repreguntar sobre sus propuestas de cara al 20 de diciembre. En un centro cultural del Pozo del Tío Raimundo, una de las zonas más depauperadas del barrio de Vallecas de Madrid, ante un centenar de personas sentadas en círculo, de pié en el centro y con una pizarra como muleta, el candidato de Podemos ha contestado durante cerca de hora y media sobre modelo de Estado, impuestos, sanidad, regeneración democrática, pensiones y renta mínima garantizada.
“En 2016 no tiene ningún sentido que el jefe del Estado lo sea por razones hereditarias”, ha respondido Iglesias a la primera pregunta, sobre el modelo de Estado que propone Podemos. El candidato ha ironizado sobre la necesidad de que Felipe de Borbón se someta a unas elecciones (“tendría muchas posibilidades de ganarlas salvo que compita con Jordi Évole”), pero ha reconocido que no es una cuestión “prioriaria” para Podemos. “Pero es importante. Buscaremos un consenso para cambiar algo que es anacrónico en el siglo XXI”, ha concedido tras una repregunta.
El formato del acto ha sacado a Iglesias del argumentario habitual en más de una ocasión. Una situación que pocos candidatos, y ningún jefe de campaña, están dispuestos a asumir a 20 días exactos de unas elecciones.
La afirmación sobre el modelo de Estado es un ejemplo. Otra ha versado sobre la aplicación de algunas de las medidas estrella del programa de Podemos. Un representante de una asociación de parados ha inquirido a Iglesias sobre los plazos de aplicación de la renta mínima garantizada. El candidato de Podemos ha respondido durante un par de minutos sin salirse del guion. Ante la ausencia de concreción, el entrevistador ha insistido: “Lo que nos preguntamos todos es si esta medida entrará dentro de los 100 primeros días de Gobierno”.
Iglesias ha tenido que salirse del camino marcado y asumir casi un compromiso sobre una propuesta cuya aplicación cuesta 15.000 millones de euros: “Nuestro programa está pensado para gobernar desde el mes de enero”.
El acto, que se ha retransmitido en directo, ha incluido preguntas sobre energía, impuestos, pensiones y el habitual asunto de Venezuela. Este último, eso sí, desde una óptica diferente a la que está habituado Iglesias. Uno de los participantes le ha reprochado la tibieza de Podemos en el apoyo al Gobierno venezolano. El candidato ha asegurado que su tarea es decir “las cosas que se han hecho bien y las que se han hecho mal” y ha comparado la presión internacional que hay sobre el país iberoamericano en comparación con naciones vecinas como Colombia, “donde se han asesinado a miles de sindicalistas con la responsabilidad de su expresidente, Álvaro Uribe”. Iglesias ha concluido que seguirá la misma estrategia y ha recordado el caso del fiscal venezolano que ha salido del país por presiones. “Me parece muy grave”, ha señalado ante la desaprobación de quien planteaba la cuestión.
La hora y media larga de acto, que se puede volver a ver íntegro, ha concluido con un doble mensaje de Iglesias. Por un lado, una petición a sus fieles, mayoría absoluta entre los asistentes, para no perder el pulso con la realidad en caso de ganar: “No nos soltéis, tenednos agarrados”. Por otro, con un compromiso: “Yo no quiero ser el jefe de los españoles, quiero ser el empleado de los españoles”.