El Partido Popular utiliza Catalunya como vía de ataque contra los alcaldes de los Ayuntamientos del Cambio
El Partido Popular ha encontrado en el referéndum independentista del 1 de octubre en Catalunya una herramienta para desgastar a los alcaldes de los Ayuntamientos del Cambio. La posición favorable a una consulta pactada que permita la secesión catalana o la participación de algunos regidores en la Asamblea por la Fraternidad, la Convivencia y las Libertades en Zaragoza se han convertido en munición que los populares están utilizado contra los regidores de la confluencia de izquierdas“.
España tiene más de 8.000 alcaldes repartidos por todo el Estado. Aquí sólo están 13!! 🙄🙄 https://t.co/U2o3ODHC53
Este mismo martes, en la sesión de control del Senado, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha replicado así a Ramón Espinar, portavoz de Unidos Podemos: “Cuanto más se silencia la voz de los discrepantes en Cataluña más le presta la suya. Podemos le pone la voz y la señora Colau la sede del Ayuntamiento de Barcelona”.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, situó como una de las prioridades del partido en la última Junta Directiva Nacional del PP del pasado 4 de septiembre el horizonte electoral de mayo de 2019 cuando tendrán lugar las elecciones municipales y autonómicas. El pasado fin de semana, en la reunión intermunicipal ante los presidentes provinciales del partido, Rajoy los definió como “la columna vertebral del partido” e hizo un llamamiento para “reforzar al máximo el trabajo de explicación y de cohesión que hemos tenido todos estos años porque ahora tenemos ante nosotros otro desafío muy importante” ante el reto independentista en Catalunya.
Han sido numerosas las voces dentro del PP que han salido a reprobar la postura de Unidos Podemos a favor de un referéndum pactado y culpabilizando a los populares del problema catalán. El coordinador general del Partido Popular, Fernando Martínez Maillo, recriminó a miembros de la confluencia de izquierdas su falta de apoyo: “Hay algunos con los que no podemos contar. Ya lo sabíamos o lo podíamos intuir. Podemos que se ha convertido en un cooperador necesario del independentismo por estrategia política. Cuando en un momento como este lo que hay que hacer es mirar al frente, pensar en España y apoyar al Gobierno, algunos se dedican a hacer equilibrios políticos y tratan de sacar provecho político de este momento tan complicado”.
Esta postura también ha sido asumida con menos beligerancia por los socialistas. Su secretario general, Pedro Sánchez, le pidió a Pablo Iglesias que si “están pensando participar porque consideran que es legítima la votación. Que tengan mucho cuidado, lo decimos desde el respeto. No vaya a ser que la posición que están manteniendo con el 1-O sirva de coartada al independentismo para imponer la independencia”.
Esta estrategia de azote se ha trasladado a los municipios donde gobiernan las confluencias vinculadas al partido de Pablo Iglesias. Con especial virulencia los populares han atacado a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y a la regidora de Madrid, Manuela Carmena.
En el caso de Barcelona, la inicial postura ambivalente de la alcaldesa que ha ido cambiando progresivamente al respaldo al referéndum la ha colocado en el punto de mira de los populares. El líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, acusó a Colau de “quitarse la careta poniendo la pancarta independentista” que pide 'Més democràcia' en la fachada del consistorio. “Se lo tendrá que explicar a los que la votaron para que promoviera un cambio en la ciudad y no para que pusiera Barcelona al servicio del independentismo”, añadió Fernández.
El PP ha sido mucho más beligerante en Madrid con Manuela Carmena. Los populares llevaron ante los tribunales un acto a favor del derecho a la autodeterminación en un recinto municipal, que un juez suspendió. El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez Almeida, acusó al equipo de Gobierno municipal de “amparar un desafío institucional a la legalidad constitucional” y ser “cómplice del independentismo”.
El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha sido uno de los que más ha sufrido el envite de los populares tras celebrarse en la ciudad aragonesa la asamblea de cargos electos con miembros de Podemos, ERC, PdeCat y PNV. El portavoz del grupo municipal del PP en el ayuntamiento zaragozano, Jorge Azcón, le pidió al alcalde que se pasee “de la mano” por la Plaza del Pilar con el portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, y el coordinador general de EH-Bildu, Arnaldo Otegui, y escuche a los zaragozanos sobre los que le tienen que decir al querer convertir la ciudad en la “sede del independentismo”.
Además de las acusaciones de “anfitrión de los que vienen a promover el independentismo”, Santisteve ha tenido que salir incluso a dar explicaciones sobre la falta de banderas en la entrada del auditorio donde se celebraba la asamblea.
También algunos alcaldes gallegos han sido objeto de las críticas del PP por participar en la asamblea de partidos. Tanto el regidor de Santiago de Compostela, Martiño Noriega, como el edil de A Coruña, Xulio Ferreiro, han sido acusados por los populares de romper la legalidad, de no trabajar por los ciudadanos de sus ciudades y estar más preocupados por el independentismo que por los problemas de sus conciudadanos.
Los populares han acordado con los socialistas no llevar a los ayuntamientos mociones como las fallida de Ciudadanos en el Congreso para que no se reproduzca la imagen de la división del bloque constitucionalista y para no trasladar la tensión del problema catalán a otras partes de España.
Este pacto no incluye la crítica a los alcaldes del cambio ni los ataques políticos a Podemos y sus confluencias, cuya posición a favor de un referéndum pactado es asumida como una posición equidistante por los populares que exigen la adhesión inequívoca contra el independentismo. Alfonso Fernández Mañueco, presidente del PP en Castilla y León, los resume de una forma clara: “No puede haber equidistancia, indiferencia ni tibiedad entre la democracia y el desafío separatista”.