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Patxi López plantea consultar a los militantes las acciones de gobierno que no figuren en el programa electoral

Patxi López en una sede socialista.

Irene Castro

Patxi López quiere combinar en el PSOE la democracia representativa y la directa que chocaron en el Comité Federal del 1 de octubre. La mayoría de ese órgano acabó forzando la salida de Pedro Sánchez y sus partidarios consideran que fue un golpe que desligitimaba a la militancia que le había elegido mediante primarias. El exlehendakari considera que hay un “falso dilema” sobre la convivencia de los dos sistemas y apuesta por delimitarlos.

Así, plantea intensificar la participación directa de los afiliados, pero también defiende el sistema de representación para la gestión del “día a día”: “Nuestra militancia quiere participar de manera abierta y clara, pero sin asamblearismos estériles”, expresa en el documento sobre modelo de partido que defenderá en la competición contra Sánchez y Susana Díaz.

El aspirante a liderar el PSOE quiere regular las consultas a los militantes para las “decisiones muy relevantes” a través de un reglamento que determine las cuestiones que se van a preguntar y los requisitos para hacerlo. Una de las novedades que incluye es que los militantes del PSOE den su opinión sobre actuaciones de gobierno “con relevancia” que se salgan del programa electoral.

En un encuentro con periodistas, el equipo de López ha explicado que los “incumplimientos” fruto de encontrar una “realidad distinta” a la esperada deben preguntarse a los militantes por la influencia que pueden tener en la ciudadanía. Los recortes que tuvo que ejecutar José Luis Rodríguez Zapatero en 2010 o la modificación del artículo 135 de la Constitución serían ejemplos. Los acuerdos de gobierno, las revisiones de los programas electorales o la moción de censura contra el secretario general también se someterían a la militancia.

López también defenderá en el próximo congreso de junio que cualquier propuesta que cuente con el respaldo de la mayoría del Comité Federal -donde están representados los territorios y sensibilidades del PSOE- o del 20% de la militancia se pregunten al conjunto del partido. “Nuestros liderazgos han de ser colectivos y plurales, sin salvadores ni cesarismos. Ningún militante sin voz, y ningún cargo sin control”, dice el documento, que completa las propuestas económica y de política social que ya ha presentado y que han ampliado las 100 razones con las que explicó su paso al frente.

Aparte de la combinación de esos dos modelos, con los que defiende la tradición socialista frente a quienes “justifican sus propuestas de cambio con una descalificación general” a la historia del PSOE y al modelo de organización, López plantea limitar a seis los mandatos de las gestoras que sustituyen a las direcciones ordinariamente elegidas. La actual gestora federal que pilota el PSOE desde la caída de Sánchez cumplirá en junio, cuando expirará, nueve meses. Uno de los reproches al sector oficial del PSOE es que haya prolongado la existencia de esa dirección interina retrasando al máximo el congreso en el que se dirimirá el liderazgo; una decisión que perseguía sin éxito aplacar la división y difuminar a Sánchez.

Respecto a las primarias, López propone un cambio de sistema: eliminar el proceso de avales e introducir una segunda ronda. Actualmente, quien quiera optar a la secretaría general debe recoger el 5% de las firmas de los militantes. Es un método que persigue evitar, sobre todo a nivel local, el intrusismo de otras formaciones. El dirigente vasco reformula el sistema para que pasen a una segunda votación solo las dos opciones favoritas. Así el ganador se garantiza tener más del 50% del respaldo de la organización. Creen en su equipo que favorece la integración y aplaca la división.

También muestra la preocupación por la pérdida de militantes -especialmente en las zonas urbanas-, su envejecimiento medio y la escasez de mujeres -no llegan al 40% de los afiliados-. Para ello propone planes estratégicos y la revitalización de las casas del pueblo. “Deben albergar debates en torno a la vida institucional, celebrar consultas vecinales, organizar campañas de activismo cívico sobre objetivos locales, programar actividades culturales, prestar servicios a la vecindad, ceder espacios a entidades vecinales…”, defiende López, que apuesta por que en Ferraz haya un secretario de Dinamización de Agrupaciones Locales que forme parte de la dirección.

Las medidas que plantea López tendrán que defenderlas sus partidarios a través de enmiendas a la ponencia en el congreso de junio.

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