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Pedro Sánchez aleja un pacto con Ciudadanos y explota el miedo a Vox

Pedro Sánchez, a su llegada a Atresmedia.

Irene Castro

El PSOE respira aliviado tras la celebración de los dos debates electorales consecutivos en los que Pedro Sánchez era el candidato que más se exponía. El presidente ha salido vivo de los embates de la derecha y sin grandes rasguños de su competidor por la izquierda. El enfrentamiento en Atresmedia ha servido, eso sí, para que el candidato socialista haya respondido a la incógnita que ha dejado durante toda la campaña y, sobre todo, a las preguntas de Pablo Iglesias en RTVE sobre su posible intención de llegar a un acuerdo con Ciudadanos tras el 28A: “No está en mis planes pactar con un partido que ha puesto un cordón sanitario al PSOE”.

La afirmación se ha producido nada más comenzar el programa en respuesta a las preguntas de los presentadores, Ana Pastor y Vicente Vallés. El presidente había dejado esa pregunta sin responder a propósito en el debate que se celebró 24 horas antes, a pesar de la insistencia del candidato de Unidas Podemos, a quien aprovechó para agradecer su apoyo durante estos diez meses de Gobierno.

“Convenía aclararlo. Nadie da crédito a ese pacto, pero como Iglesias insistió tanto, había que dejarlo claro”, señalan fuentes del equipo de Sánchez. Su negativa a responder al que ha sido su socio preferente fue uno de los comentarios más repetidos en los medios de comunicación durante todo el martes. A lo largo de la campaña, el PSOE ha preferido no mojarse en el asunto de los pactos para 'pescar' votos de Ciudadanos y de Unidas Podemos.

En una entrevista en eldiario.es, Sánchez clarificó que Unidas Podemos sigue siendo su socio prioritario: “Pase lo que pase después del 28 de abril, lógicamente me gustaría también poder entenderme con Unidas Podemos”. Lo que tiene claro Sánchez es que no quiere un Gobierno de coalición como le plantea Iglesias, sino repetir en solitario con “independientes de reconocido prestigio”. El líder del PSOE ha obviado en todo lo demás a Iglesias.

En el cambio de criterio ha pesado que en Moncloa han considerado que en el debate de RTVE Sánchez consiguió sobresalir como perfil moderado frente a Rivera. “Ayer ya nos quedamos con la bolsa de indecisos moderados PSOE-Ciudadanos”, señalan en el equipo de Sánchez, donde vieron a Rivera dedicado “en cuerpo y alma a la derecha”.

El gran objetivo de Sánchez el 28A es lograr la máxima movilización del electorado de izquierdas. En Ferraz consideran que una alta participación le allana la victoria y, sobre todo, aleja la posibilidad de que a PP, Ciudadanos y Vox le den los números para gobernar. Para los socialistas, el miedo al regreso de la derecha al poder –en este caso con el respaldo de la extrema derecha– es la principal baza para llevarse votos. Y a eso se ha dedicado Sánchez en el segundo debate, cuando se ha referido en catorce ocasiones a la “ultraderecha y cuatro a Vox como la ”derecha ausente“ por haberle prohibido la Junta Electoral participar en el debate de Atresmedia.

“Las mentiras vuelan entre Casado y Rivera y son indistintas –ha dicho en un momento del debate–. Cada vez se parecen más y se parecen más a las de la ultraderecha”. El énfasis lo ha puesto en el candidato de Ciudadanos, a quien la foto de Colón junto a Abascal así como el Gobierno en Andalucía le provoca fugas, según los socialistas, por el centro.

“La ultraderecha es peligrosa”

Consciente de que Rivera iba a ir a por él, Sánchez ha contraatacado. El momento más escénico se ha producido cuando el líder de Ciudadanos le ha dado un ejemplar de su tesis –un punto débil del presidente, a quien han acusado de presunto plagio– y el socialista le ha entregado España Vertebrada de Fernando Sánchez Dragó y Santiago Abascal.

“Hay silencios clamorosos –ha señalado Sánchez dirigiéndose a Rivera–, usted no menciona a Vox, que lo necesita para gobernar en España. La ultraderecha es peligrosa, temible”, ha dicho antes de citar algunas frases de la extrema derecha, como que “una mujer violada no tiene derecho a abortar” o las “mujeres piojosas de la izquierda” y la “dictadura feminista”. “Dice que es centrista. Usted solo dibuja una España azul oscuro casi negra”, le ha reprochado: “¡Qué decepción!”. Rivera le ha atizado especialmente con la corrupción de los ERE de Andalucía en esta ocasión.

Otro de los temas que más preocupaba en las filas socialistas –el de los indultos a los presos independentistas– ha pasado de refilón en este segundo debate. Algunos dirigentes recomendaban al presidente ser más tajante y rechazar un hipotético perdón gubernamental. Pero la dirección del PSOE considera suficiente la respuesta que dio en RTVE: “No puede haber un indulto preventivo ni la negación preventiva de un indulto”.

Nada más empezar el debate, aprovechando el prime time, a pesar de que no estaba sobre la mesa el tema, Sánchez ha querido dejar clara otra de las 'losas' que le han perseguido durante la legislatura: “Yo no he pactado con los independentistas, es falso. Usted podrá repetir mil veces una mentira y es falso: no es no”. En el PSOE sostienen que, además, su candidato ha hecho una buena defensa de su gestión y de las propuestas de los socialistas para el 28A. “Estamos muy cerca”, ha acabado Sánchez en su intervención final aludiendo al que se convertirá en el lema socialista en la recta final de la campaña. El PSOE hace equilibrismos para que el ambiente de victoria no deje a los suyos en casa y haga realidad “el riesgo real” de que las tres derechas sumen.

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