Podemos negocia con sus confluencias la creación de un grupo confederal en el Congreso
Cambio de rumbo en la estrategia de Podemos para organizar su presencia parlamentaria y la de las confluencias con las que se han vinculado electoralmente. La formación de Pablo Iglesias ha cambiado su orden de prioridades y ya no apuesta por la reclamación de cuatro grupos parlamentarios. La nueva hoja de ruta pasa por la configuración de un único grupo confederal que aglutine a todas las “fuerzas del cambio”. eldiario.es ha tenido acceso al contenido de las negociaciones, que se mantienen todavía abiertas hasta el límite legal de las 20.00 horas como tope para tomar una decisión. El nombre que se baraja para esa formación es Podemos-En Comú-En Marea.
Podemos es quien cierra ahora la puerta a que sus socios insistan en pedir a la Mesa la configuración de cuatro grupos. Según fuentes de la negociación consultadas por eldiario.es, en Podemos no quieren insistir en su reclamación sin un compromiso de la Mesa por escrito que les permita un plan B, en caso de rechazo.
La vía pactada por Podemos con las confluencias impediría también un recurso al Constitucional para insistir en la reclamación de grupos propios para las formaciones que se presentaron vinculados a Iglesias en Cataluña, Galicia y Valencia. “Al no haber petición formal de cuatro grupos, no se podrá ejercer la reclamación”, señalan las fuentes consultadas.
Las mayores dificultades para el acuerdo están en Valencia. Compromís se ha presentado a las negociaciones con dos almas: el Bloc buscó un acuerdo con IU y ahora se plantean acabar en el grupo mixto; Iniciativa, sin embargo, está dispuesta a integrarse en el grupo capitaneado por Podemos.
Sin disciplina de voto
La formación resultante del acuerdo deberá articularse en un acuerdo en el que las partes ya están trabajando y que tiene como primera clave la inexistencia de disciplina de voto. Las confluencias no estarían obligadas a respetar las directrices marcadas por la formación morada y podrán votar autónomamente en los debates.
Esa falta de disciplina de voto obligaría, por ejemplo, a que el PSOE tenga que negociar con todos una virtual investidura de Pedro Sánchez para presidir el Gobierno.
Todas las partes se han citado a las cinco de la tarde de este martes para definir un acuerdo que ya está encaminado.